Golpe de Estado en Bolivia

BOLIVIA HA registrado en la madrugada del viernes el golpe militar n¨²mero 188 de cuantos han sacudido su vida pol¨ªtica desde su independencia en 1825. El golpe, incruento y consumado en menos de veinticuatro horas sin el disparo de un solo tiro, ha llevado al poder al general David Padilla Arancibia, hasta ayer comandante en jefe del Ej¨¦rcito boliviano. Ha desalojado de la c¨²spide pol¨ªtica boliviana al tambi¨¦n general Juan Pereda Asti¨²n, cuyo mandato presidencial ha durado cuatro meses y tres d¨ªas, desde que el pasado mes de julio asumiera -mediante otro golpe militar- la jefatura del Estado.En las ¨²ltimas fechas la oposici¨®n boliviana, sobre todo la Uni¨®n Democr¨¢tica Popular de Hern¨¢n Siles Zuazo, hab¨ªa intensificado su presi¨®n sobre el debilitado Gobierno de Pereda con el fin de lograr el adelantamiento en un a?o de nuevas elecciones presidenciales. Pereda Asti¨²n, delf¨ªn de su antecesor, el general Hugo Banzer, en el poder desde 1971 hasta julio, pasado, pero enfrentado abiertamente a ¨¦l durante la ¨²ltima etapa, no demostr¨® esta filiaci¨®n al anterior dictador, ya que hab¨ªa realizado declaraciones y adoptado medidas de envergadura y calidad tan amplias como para revelar una vocaci¨®n democr¨¢tica.

Pese al escabroso acceso de Juan Pereda al poder en las elecciones de julio triunf¨® en las urnas con m¨¢s votos que votantes y, ante la impugnaci¨®n interna e internacional, dio un golpe para afirmarse en el poder suprimi¨® la ley de seguridad decretada por Banzer y levant¨® la custodia militar en las minas, adem¨¢s de reformar la ley electoral y prometer elecciones, cuya fecha ya estaba negociando con la oposici¨®n.

Sin embargo, el lastre recogido con la herencia de Banzer ha pesado m¨¢s que sus apoyos. La primera medida pol¨ªtica del nuevo inquilino del Palacio Quemado, residencia de los presidentes bolivianos, ha sido la de entrar en contacto con el partido de Hern¨¢n Siles Zuazo, vencedor moral -con certeza real- de las elecciones de julio, con un programa nacionalista y reformista que se ha ganado los votos de la clase media de su pa¨ªs. Siles Zuazo salud¨® ayer el golpe y lo calific¨® de ?patri¨®tico?.

La segunda, garantizar la celebraci¨®n de nuevas elecciones presidenciales en el primer semestre de 1979 y la presencia del nuevo presidente constitucional, el 6 de agosto pr¨®ximo, al frente del ejecutivo boliviano. La tercera medida, la creaci¨®n de un Gabinete donde ¨²nicamente el ministro de Asuntos Exteriores es civil.

La inc¨®gnita a despejar es la de si el general Padilla Arancibia cumplir¨¢ o no sus promesas de culminar el proceso de devoluci¨®n del poder a los civiles, ya que va siendo demasiado elevado el n¨²mero de militares que con este prop¨®sito como Jema llegan y acostumbran a quedarse en el poder. El test verdadero para calibrar el signo del golpe y su dimensi¨®n pol¨ªtica real vendr¨¢ configurado tambi¨¦n por la reacci¨®n de Estados Unidos, que desde su comienzo apadrin¨® el proceso institucionalizador boliviano con su placet, y tambi¨¦n Brasil, el poderoso vecino que sigue con lupa de muchos aumentos cualquier cambio pol¨ªtico en La Paz.