Juanito pone en peliqro su carrera deportiva
Su incapacidad para controlarse y una marcada imprudencia en las declaraciones a los medios de comunicaci¨®n han sido desde siempre un obst¨¢culo para la carrera deportiva de Juanito y le han producido no pocos quebraderos de cabeza. Estos problemas le han acompa?ado desde juvenil; fueron la raz¨®n de su marcha del Atl¨¦tico y est¨¢n comprometiendo su presente en el Madrid, que le ha rogado que no haga nuevas declaraciones a la prensa.
Juanito naci¨® en Fuengirola, y all¨ª aprendi¨® a jugar al f¨²tbol. Un d¨ªa le vio en la playa el ya fallecido Jos¨¦ Villalonga -seleccionador nacional cuando Espa?a gan¨® la Eurocopa del 64 y ex entrenador del Madrid y del Atl¨¦tico, con los que consigui¨® t¨ªtulos europeos- Villalonga se fij¨® en su regate, su velocidad y su picard¨ªa y lo recomend¨® al Atl¨¦tico, club con el que manten¨ªa gran amistad. El Atl¨¦tico lo prob¨®, vio que ?ten¨ªa madera? y lo enrol¨® en su equipo juvenil.
Como juvenil, Juanito confirm¨® las sospechas de Villalonga y demostr¨® que estaba llamado a ser alguien en el f¨²tbol. No le cost¨® hacerse con un puesto en el titular del Atl¨¦tico primero, luego en la selecci¨®n castellana y finalmente, en la nacional, con la que fue nueve veces internacional. Corr¨ªa, regateaba, centraba, chutaba..., todo lo hac¨ªa bien. S¨®lo ten¨ªa un defecto: era indisciplinado, discut¨ªa con los ¨¢rbitros y perd¨ªa los nervios con frecuencia. Eso le cost¨® alguna expulsi¨®n, pero el Atl¨¦tico pensaba que s¨®lo era un chiquillo y que los a?os y los buenos consejos le har¨ªan cambiar.
Fractura
En edad a¨²n juvenil pas¨® al primer equipo del Atl¨¦tico hace cinco temporadas. Tuvo la oportunidad de desplazarse alguna vez con el primer equipo, pero para llegar a titular le cerraba el camino Ufarte. A finales de a?o, el Atl¨¦tico disput¨® contra el Benfica un partido ben¨¦fico cuyos fondos estaban destinados a Nicaragua, sacudida por el terremoto. A Juanito le cay¨® encima el portero portugu¨¦s y le parti¨® la pierna. Tuvo que cargar con escayola, pas¨® un per¨ªodo de recuperaci¨®n y se le ech¨® encima el final de la temporada sin alcanzar la forma.
Al comienzo de la siguiente temporada, el Atl¨¦tico decidi¨® ceder a Juanito al Burgos, en Segunda Divisi¨®n. No ten¨ªa sitio en el primer equipo y no conven¨ªa tenerle otro a?o parado. Juanito hizo en el Burgos una temporada gris, con un par de lesiones y con tres expulsiones por discutir con los ¨¢rbitros. Al Burgos no le fue de gran utilidad, y los t¨¦cnicos del Atl¨¦tico decidieron que el futuro del jugador ya no era tan halag¨¹e?o como se esperaba, que no estaba debidamente recuperado de su lesi¨®n y, sobre todo, que no hab¨ªa grandes esperanzas de que su car¨¢cter se corrigiese, as¨ª que decidieron darle la baja. Juanito se encontr¨® en la calle, sin equipo. Siempre hab¨ªa pensado que era una figura, un imprescindible, y se ve¨ªa ahora humillado por el desinter¨¦s del club que le hab¨ªa formado.
Con la baja se present¨® en el Burgos. El equipo castellano, dado que no ten¨ªa que pagar traspaso por ¨¦l, le incorpor¨® definitivamente a su plantilla. Con Muller como entrenador, Juanito dedic¨® todos sus esfuerzos a rehacer su prestigio, a recuperar el terreno perdido en su carrera deportiva. Control¨® su car¨¢cter, se entren¨® a fondo y volvi¨® a ser un jugador fenomenal, figura del Burgos, que ascendi¨® a Primera.
Internacional y al Madrid
En Primera, Juanito confirm¨® que era un gran jugador, capaz de hacer sufrir al defensa m¨¢s pintado. Se tom¨® su revancha sobre el Atl¨¦tico en el Manzanares, en partido en el que el Burgos venci¨® por 0-3, con Juanito en estrella. Kubala le llev¨® a la selecci¨®n. El Barcelona y el Madrid se disputaron su fichaje. Finalmente, el Madrid se llev¨® el gato al agua.
Juanito ya estaba donde deb¨ªa por sus condiciones de extraordinario jugador. Y los quebraderos de cabeza empezaron inmediatamente para la directiva del Madrid. No hab¨ªa hecho m¨¢s que fichar y ya dijo que estaba mal pagado. Despu¨¦s se quej¨® de que los compa?eros no le entend¨ªan. Luego, de dolores en una rodilla. En Yugoslavia, en partido de la selecci¨®n, se retir¨® del campo haciendo al p¨²blico un gesto al estilo de los c¨¦sares, con el pulgar hacia abajo, lo que le cost¨® llevarse un botellazo.
La historia de este a?o est¨¢ en la mente de todos: persecuci¨®n al ¨¢rbitro en Zurich, con sanci¨®n de dos a?os; posteriores declaraciones ofensivas para los ¨¢rbitros, incidentes en el Atl¨¦tico-Madrid y declaraciones-bomba en las que se queja de que los rivales del Madrid se dopan. Luis de Carlos afirma que ya no sabe qu¨¦ hacer con ¨¦l, y muchos socios del Madrid piensan que su buen juego, que este a?o luce en beneficio del equipo, no compensa tanto esc¨¢ndalo y tanto problema para el club. Tras el bache moral sufrido por la baja del Atl¨¦tico, Juanito se ha encontrado a s¨ª mismo y ha vuelto a ser el que era, para lo bueno y para lo malo. Como jugador es excepcional, pero su car¨¢cter compromete su futuro deportivo y el presente de la entidad a la que pertenece, el Madrid, muy pagado siempre de su capacidad para imponer disciplina en su casa y que ahora se ve desbordado.
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