Aprobado el nuevo Concordato ente el Estado italiano y la Santa Sede

El Senado aprob¨® ayer el texto del nuevo Concordato entre el Estado italiano y la Santa Sede. Si no surgen sorpresas, el nuevo acuerdo-clave entre Italia y el Vaticano podr¨¢ ser aprobado definitivamente por el Parlamento antes de que se cumplan las bodas de oro del viejo Concordato firmado en febrero de 1929 por Gasparri y Mussolini.
El texto que acaba de ser discutido y aprobado por el Senado es el fruto de once a?os de espera y de tres a?os de negociaciones activas. La C¨¢mara de Diputados hab¨ªa votado el 5 de octubre de 1967 la moci¨®n favorable a la revisi¨®n. El 4 de noviembre de 1968 fue instituida una comisi¨®n de estudio. Pablo VI nombr¨®, por su parte, una comisi¨®n de la Santa Sede. El 21 de noviembre de 1976 se present¨® a la C¨¢mara un principio de acuerdo; despu¨¦s de la discusi¨®n de la C¨¢mara se empez¨® a preparar el segundo texto, que fue presentado en el oto?o de 1977. El texto que est¨¢ a punto de ser aprobado, aunque recibir¨¢ algunos retoques, es lo que ya se llama el tercer proyecto.Durante estos a?os ha habido tensiones entre el mundo pol¨ªtico y la Santa Sede y, sobre todo, entre los mismos cat¨®licos, que se han dividido en dos grupos: los que deseaban una reforma del Concordato y quienes eran partidarios de una verdadera ?separaci¨®n entre la Iglesia y el Estado?, como m¨¢s consonante con las ense?anzas del Concilio. Los m¨¢s radicales dec¨ªan que el Concordato, en un pa¨ªs democr¨¢tico y pluralista como Italia, ?est¨¢ ya todo ¨¦l escrito en la Constituci¨®n?. Esta fue la tesis de las comunidades cristianas de base y de una buena parte de los cat¨®licos progresistas y del Partido Radical, que a¨²n ayer manifest¨® con carteles de protesta ante el Senado, provocando peque?os choques con la polic¨ªa, con algunos heridos.
Pero la tesis radical de estos grupos perdi¨® la batalla desde el momento que la izquierda del Parlamento, comunistas y socialistas, prefiri¨® una ?revisi¨®n a fondo del Concordato y no una separaci¨®n total entre Iglesia y Estado?.
El presidente del Consejo, Andreotti, present¨® el texto al Senado subrayando que se hab¨ªan tenido en cuenta tambi¨¦n las exigencias de quienes m¨¢s que un aut¨¦ntico Concordato prefer¨ªan lo que aqu¨ª se llama ?un acuerdo-base?, es decir, la reducci¨®n del pacto, de 1929 a algunas normas esenciales. De hecho, dijo Andreotti, los 43 art¨ªculos que formaban el Concordato de Mussolini han sido reducidos a catorce.
Los puntos principales del nuevo texto, que a¨²n podr¨¢ ser corregido de nuevo por la C¨¢mara baja, son los siguientes:
Iglesia y Estado. Desaparece el principio seg¨²n el cual la religi¨®n cat¨®lica es la religi¨®n del Estado italiano. No se acepta la doctrina del Estado confesional y se reconoce plena libertad a las dem¨¢s confesiones religiosas ?sin discriminaci¨®n alguna?.
Estatuto de los eclesi¨¢sticos. La exenci¨®n del servicio militar de los eclesi¨¢sticos no es un derecho. Pueden, sin embargo, solicitar el cambio por un servicio ?social?, pero no podr¨¢n ser objetores de conciencia. Desaparecen tambi¨¦n todos los privilegios de los cl¨¦rigos condenados por la autoridad civil y desaparecen todas las discriminaciones que en Italia exist¨ªan para los ex curas, como, por ejemplo, la imposibilidad de ejercer un trabajo estatal.
Edificios de culto. La construcci¨®n de nuevos templos depender¨¢ de las necesidades religiosas de la poblaci¨®n, seg¨²n la disciplina ya a probada por el Parlamento.
Entes religiosos. Es el punto m¨¢s delicado y discutido de todo el nuevo Concordato. Se trata de 10.000 institutos religiosos de asistencia y beneficencia desparramados por toda Italia y que, seg¨²n una nueva ley del Parlamento, deber¨ªan pasar bajo el control de las regiones. Sobre este tema ha intervenido incluso el papa Wojtyla, ¨²ltimamente en contra de la ley. Por el momento, se ha decidido crear una comisi¨®n que en el espacio de un a?o deber¨¢ tomar decisiones concretas.
Matrimonio y ense?anza
Matrimonio. El matrimonio celebrado seg¨²n las normas del Derecho can¨®nico deber¨¢ ser reconocido por el Estado, pero tendr¨¢ lugar s¨®lo cuando se cumplan las condiciones previstas por las leyes italianas, recientemente reformadas por el nuevo Derecho de familia. Se rechaza tambi¨¦n cualquier tipo de ?automatismo? por lo que se refiere a la nulidad de los matrimonios can¨®nicos. Ahora ser¨¢ necesaria una deliberaci¨®n previa como sucede en las sentencias de tribunales extranjeros.Por lo tanto, una sentencia del tribunal eclesi¨¢stico no tiene valor autom¨¢tico para el Estado. En este punto insisti¨® mucho la izquierda criticando a la Iglesia que se opon¨ªa al divorcio mientras en realidad era mucho m¨¢s f¨¢cil ?divorciarse por la Iglesia?, a trav¨¦s de una nulidad de matrimonio conseguida muchas veces por medios ?poco religiosos?.
Escuelas. Los alumnos de todas las escuelas, desde el jard¨ªn de infancia, pueden rechazar la ense?anza religiosa sin dar explicaciones, y los maestros que no deseen ense?ar religi¨®n deber¨¢n ser respetados. Pero los profesores de religi¨®n, aunque desde ahora los elegir¨¢ el Estado, deber¨¢n todav¨ªa recibir el placet de la autoridad eclesi¨¢stica.
Sobre este tema, el matrimonio y los entes religiosos, tanto los socialistas como los comunistas desean a¨²n apretar las clavijas, aunque, al parecer, la Santa Sede ha hecho saber que ?hab¨ªa llegado ya al l¨ªmite de las concesiones?.
Todos los l¨ªderes pol¨ªticos, empezando por el viejo Nenni, que quiso estar presente en la discusi¨®n del Senado como una ?fecha hist¨®rica?, se han demostrado satisfechos del hecho de que ?finalmente existir¨¢ tambi¨¦n en Italia el principio seg¨²n el cual la Iglesia y el Estado son, cada uno en su propio campo, independientes y soberanos?, y esto ?sin interferencias indebidas y sin privilegios para nadie?. Seg¨²n los primeros comentarios, esta ca¨ªda de ?r¨¦gimen de Iglesia de Estado producir¨¢ cambios radicales en la disciplina de las relaciones con la sociedad civil y pol¨ªtica?.
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