De la "finlandizaci¨®n" a la neutralidad
?Estoy seguro de que tendr¨¦ que explicar en Madrid la situaci¨®n de Finlandia en el mundo, nuestra posici¨®n. En todos mis viajes me he visto obligado a hacerlo y ya se va entendiendo, aunque todav¨ªa quedan algunos puntos sin comprender?, declaraba d¨ªas antes de su llegada el presidente finland¨¦s a un grupo de periodistas espa?oles. Y uno de los puntos a los que Kekkonen se refer¨ªa, sin citarlo, era al de las muy especiales relaciones de su pa¨ªs con la Uni¨®n Sovi¨¦tica.Parte del imperio de los zares durante m¨¢s de un siglo, Finlandia obtuvo su independencia a ra¨ªz de la revoluci¨®n de octubre de 1917, y entr¨® en guerra con la URSS, junto a las potencias del Eje, en 1943. Pero su reivindicaci¨®n era puramente territorial: se trataba de recuperar una extensa zona de la regi¨®n oriental de Karelia, ocupada por los sovi¨¦ticos, como medida preventiva, en los inicios de la conflagraci¨®n mundial. Y Finlandia tuvo que pagar cara su derrota en 1944. A cambio de salvaguardar su casi reci¨¦n estrenada independencia tuvo que firmar, primero, un Tratado de Paz (1947) que le impon¨ªa onerosas indemnizaciones de guerra a la potencia vecina y, un a?o despu¨¦s, un Tratado de Amistad, Cooperaci¨®n y Asistencia que aislaba a Finlandia en materia de seguridad y defensa de los dem¨¢s pa¨ªses de Europa occidental. Una cl¨¢usula de este tratado, a¨²n en vigor, estipula que el territorio finland¨¦s no puede ser utilizado para ning¨²n tipo de agresi¨®n contra la URSS y atribuye a ¨¦sta la facultad de intervenir en Finlandia llegado el caso. Quedaba, as¨ª, consagrada la ?finlandizaci¨®n?. ?En el tratado no se especifica qu¨¦ se considera una agresi¨®n, pero, para el caso de una intervenci¨®n est¨¢ establecido que s¨®lo se har¨¢ de mutuo acuerdo?, precisa un alto responsable del Ministerio de Asuntos Exteriores.
En Helsinki, en efecto, no se habla de ?finlandizaci¨®n?, sino de ?pol¨ªtica de neutralidad?. ?M¨¢s del 80 %,del pueblo finland¨¦s, aunque es prooccidental, est¨¢ de acuerdo con esta pol¨ªtica?, se?ala un alto diplom¨¢tico. Sus palabras son confirmadas por el vicepresidente del Partido Conservador, el m¨¢s importante de la oposici¨®n: ?Nosotros no ponemos en causa la pol¨ªtica exterior del Gobierno. Nuestras cr¨ªticas principales, de cara a las elecciones legislativas de marzo, se centran en la pol¨ªtica econ¨®mica, en lo desproporcionado de los impuestos (casi un 42 % de media sobre los ingresos).?
Sin embargo, esta pol¨ªtica de neutralidad ha impuesto a Finlandia un especial comportamiento en sus relaciones exteriores. Se dir¨ªa que este pa¨ªs necesita, ?casi como el ox¨ªgeno ?, de la distensi¨®n entre los bloques militares enfrentados en Europa. Las fronteras norte de la OTAN y del Pacto de Varsovia (Noruega-URSS) gravitan sobre el extremo nororiental del pa¨ªs y cualquier regresi¨®n hacia la ?guerra fr¨ªa? colocar¨ªa a Finlandia en una delicada situaci¨®n. No es, por eso. casualidad que fuese el Gobierno de Helsinki uno de los m¨¢s empe?ados en plasmar en un documento formal (acta de H¨¦lsinki de julio de 1975) la idea de una Conferencia de Seguridad Europea lanzada a finales de la d¨¦cada de los sesenta por los pa¨ªses del Este del continente. Y tampoco es casualidad que, en este empe?o recibiese la importante ayuda de Yugoslavia, otro Estado-frontera, cuya seguridad depende decisivamente del equilibrio entre los dos bloques militares.
?Los resultados de Belgrado (segunda fase de la Conferencia de Seguridad y Cooperaci¨®n Europea) podr¨ªan haber sido mejores, pero ya es positivo que los contactos no se hayan cortado Estoy seguro de que habr¨¢ m¨¢s posibilidades de conseguir resultados concretos en la pr¨®xima conferencia de Madrid, en 1980 si se prepara bien?, comenta el presidente Kekkonen.
Paavo V?yrynen, 32 a?os, el ministro de Exteriores m¨¢s joven de Europa y ?delf¨ªn? del poderoso Partido del Centro, rechaza, sin embargo, el que la suerte de la neutralidad finlandesa est¨¦ ligada a pol¨ªtica de distensi¨®n entre los bloques. ?Un empeoramiento de las relaciones Este-Oeste -afirma- no afectar¨ªa a Finlandia. Nuestra pol¨ªtica de neutralidad es firme y estable, y fue definida precisamente en los tiempos de la "guerra fr¨ªa", cuando las relaciones entre los bloques no pod¨ªan ser peores.? Se niega a admitir tambi¨¦n que las relaciones entre su pa¨ªs y la URSS impongan un ?car¨¢cter determinado? a la pol¨ªtica exterior finlandesa. ?Nuestra colaboraci¨®n m¨¢s directa, de pa¨ªs a pa¨ªs, es con la URSS, pero procuramos equilibrarla. Mientras que nuestras relaciones comerciales con los pa¨ªses socialistas representan s¨®lo el 20 % del comercio exterior finland¨¦s, los intercambios con los pa¨ªses de la CEE y la EFTA representan ya el 65 % de ese comercio. Estas cifras prueban que las relaciones con la URSS no constituyen un factor decisivo de nuestra pol¨ªtica exterior.?
Migs, Hawks y Saabs
Tambi¨¦n en el campo de la cooperaci¨®n militar los dirigentes finlandeses se niegan a admitir una predilecci¨®n especial hacia. el bloque socialista. Hace escasamente un mes, la prensa occidental inform¨® que Finlandia hab¨ªa decidido comprar misiles sovi¨¦ticos del tipo SA-3 por valor de 5.510 millones de pesetas. Adem¨¢s, est¨¢ pendiente de concreci¨®n una compra de aviones rusos Migs para sustituir aparatos del mismo tipo que se han quedado viejos. -El presidente Kekkonen reh¨²ye una respuesta directa sobre este tema: ?Despu¨¦s de la guerra, nuestro Ej¨¦rcito qued¨® desarticulado y sin material. Intentamos modernizarnos.
Pero de ninguna manera vamos a utilizar el armamento que compramos con fines ofensivos.? En el Ministerio de Asuntos Exteriores son algo m¨¢s expl¨ªcitos: ?No solamente compramos aviones a la: URSS. El a?o pasado concretamos una importante compra de cincuenta aviones de entrenamiento brit¨¢nico del tipo Hawk, y tambi¨¦n disponemos de aparatos Saab suecos. Es verdad que compramos la mayor parte de nuestro armamento a la URSS y Suecia, pero es porque se adapta mejor a nuestras condiciones geogr¨¢ficas y climatol¨®gicas. ? El mantenimiento de esta especial pol¨ªtica exterior viene determinada tambi¨¦n por el hecho de que Finlandia, en los ¨²ltimos cuarenta a?os, disfruta de una estabilidad pol¨ªtica interna poco com¨²n, ?aunque los Gabinetes cambien muy frecuentemente?, como se?ala el primer ministro, el socialdem¨®crata Kalevi Sorsa. Durante las cuatro ¨²ltimas d¨¦cadas, salvo cortos intervalos, socialdem¨®cratas y centristas, con la colaboraci¨®n de los comunistas en tres per¨ªodos: despu¨¦s de la guerra, 1966-1972 y desde 1975 hasta ahora- dominan una c¨®moda mayor¨ªa parlamentaria dif¨ªcilmente amenazada por los cuarenta diputados conservadores (una quinta parte de la C¨¢mara).
Por otra parte, Finlandia ha realizado en los ¨²ltimos a?os un esfuerzo notable por integrarse con el resto de los pa¨ªses n¨®rdicos, con los que mantiene una uni¨®n de pasaportes y un mercado com¨²n de trabajo. Los ministros de Exteriores de los cuatro pa¨ªses miembros del Consejo N¨®rdico -Suecia, Finlandia, Noruega y Dinamarca- se re¨²nen dos veces por a?o para armonizar puntos de vista, a pesar de que Noruega y Dinamarca son miembros de uno de los bloques -la OTAN- Suecia permanece neutral y Finlandia, hace depender su seguridad, de alguna forma, de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
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