Publicicidad infantil

No s¨¦ si existe un c¨®digo de principios en la publicidad, pero de forma t¨¢cita se comprende que ¨¦sta debe ser dirigida hacia sujetos con criterio como pueden ser, presumiblemente, las personas a partir de la adolescencia como m¨ªnimo.Sabido es el poder sugestivo, para bien y para mal, de la televisi¨®n, as¨ª como la l¨®gica acci¨®n de presi¨®n de la publicidad en mayo o menor intensidad. Unidos estos dos potentes elementos es m¨¢s que dudosa la consistencia ¨¦tica de los anuncios televisivos dirigidos a los ni?os, en edades absolutamente receptivas y no cr¨ªticas, que soportamos desde hace unos pocos a?os por estas fechas de Navidad y Reyes.

Es curioso que al lado de esa obsesi¨®n por la censura en temas pornogr¨¢ficos y una m¨¢s bien tibia contenci¨®n sobre el tema de la violencia, no se repare en absoluto que la peque?a pantalla est¨¢ siendo observada por miles de peque?os a los que se inicia en un consumismo, y lo que es peor, se les crean necesidades que, en alguna medida les llevar¨¢n a almacenar frustraciones desde tan peque?os. Es claro que quien no ha ca¨ªdo en el tema es televisi¨®n, ya que los ejecutivos de la publicidad se han percatado muy bien del efecto de la publicidad en esa masa de peque?os clientes.

Tal vez alguien piense que en una sociedad competitiva no importan los medios utilizados y que es inocente este tipo de peticiones, pero yo les rogar¨ªa, pienso que en nombre de muchos padres, que se contenten con castigarnos a los mayores y dejen en paz a los peque?os, que a¨²n no necesitan de grandes cosas para ser felices.