Callaghan, dispuesto a imponer una pol¨ªtica moderada a la izquierda laborista
El primer ministro Callaghan se dispone a afrontar un abierto desaf¨ªo de la izquierda de su partido, encaminado a imprimir una direcci¨®n menos conservadora a la pol¨ªtica del Gobierno. Nadie duda, sin embargo, que el premier brit¨¢nico est¨¢ en condiciones y disposici¨®n de imponer su criterio moderado, incluso al precio de un choque frontal con alguno de sus ministros.
El escenario para la confrontaci¨®n lo ha proporcionado la filtraci¨®n al diario comunista Morning Star del anteproyecto de manifiesto electoral laborista, elaborado por el comit¨¦ ejecutivo nacional del partido, que dinamiza el ministro de Energ¨ªa, Anthony Benn, cabeza visible de la tendencia socialista del partido gobernante. De manera m¨¢s inmediata, una votaci¨®n ma?ana en los Comunes sobre la pol¨ªtica salarial y de sanciones del Gabinete va a mostrar hasta d¨®nde la izquierda laborista est¨¢ dispuesta a llevar su oposici¨®n a la l¨ªnea del se?or Callaghan.El anteproyecto de manifiesto electoral ha de ser aprobado en los pr¨®ximos d¨ªas por el comit¨¦ ejecutivo laborista (NEC, ¨®rgano de elaboraci¨®n pol¨ªtica) antes de ser presentado a una decisiva sesi¨®n conjunta con el Gobierno, en la que se espera un firme rechazo del se?or Callaghan.
El borrador, cuyo cerebro es el ministro de Energ¨ªa, Anthony Benn, propone, entre otras medidas, la extensi¨®n de la propiedad p¨²blica, la abolici¨®n de la C¨¢mara de los Lores, un programa de inversi¨®n masiva para crear mill¨®n y medio de puestos de trabajo, poderes ministeriales para convenir con las grandes empresas la congelaci¨®n de precios, la introducci¨®n de un impuesto especial sobre la riqueza y un estricto control de las importaciones y de las actividades de las compa?¨ªas multinacionales. Sugiere tambi¨¦n la retirada brit¨¢nica de la Comunidad Econ¨®mica Europea, y la de las tropas de Londres de la provincia de Irlanda del Norte.
Muchas de estas recomendaciones, calificadas de ?socialismo sangriento? por la oposici¨®n conservadora, son ya viejos anhelos izquierdistas ignorados sistem¨¢ticamente por los Gobiernos laboristas a lo largo de los a?os, a pesar de haber sido aprobadas por el NEC y por sucesivas conferencias del partido. Lo que hace virtualmente seguro su rechazo por un James Callaghan reforzado tras la cumbre de Bruselas (en la que Londres decidi¨® no integrarse en el nuevo Sistema Monetario Europeo) es que el primer ministro considera la f¨®rmula de la izquierda de su partido ideal para perder las pr¨®ximas elecciones. En su lugar, el se?or Callaghan est¨¢ decidido a ganarlas con un manifiesto moderado, que apele a la estabilidad econ¨®mica y que postergue al plano ret¨®rico las grandes declaraciones de principios.
Seg¨²n algunas fuentes laboristas, el primer ministro estar¨ªa incluso decidido a pedir al titular de Energ¨ªa, e ide¨®logo del comit¨¦ ejecutivo, su dimisi¨®n.
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