Las exposiciones en Bilbao
Se ha inaugurado el d¨ªa 6 de diciembre una importante exposici¨®n colectiva de arte vasco bajo el nombre de Erakusketa 78, y con la concurrencia de quince artistas significativos de Alava, Guip¨²zcoa, Navarra y Vizcaya. Esta muestra selectiva, que no pretende arrogarse la representaci¨®n de todo el actual arte vasco, aunque s¨ª se?alar el que quiz¨¢ sea su camino m¨¢s caracter¨ªstico, incluye obras de las tres generaciones de posguerra. Desde Chillida, la m¨¢s eminente figura de la primera generaci¨®n, la de los pioneros, hasta Larrea, Mendiburu, Balerdi, Mieg, Zumeta y Ortiz de Elguea, y algunos de los mejores nombres de entre los m¨¢sj¨®venes: Gabriel Ramos Uranga, Nagel, Azketa, Gallo Bidegain, Salaberri, Alberto Gonz¨¢lez y Santos I?urrieta. La exposici¨®n ha sido posible por el patrocinio de la Fundaci¨®n Faustino Orbegozo en colaboraci¨®n con la Caja Laboral Popular y est¨¢ siendo acompa?ada por un interesante ciclo de conferencias sobre la realidad art¨ªstica, hist¨®rica, arquitect¨®nica y antropol¨®gica vasca.Centrada principalmente la selecci¨®n en se?alar las ra¨ªces informalistas que prioritariam ente dieron nacimiento a estas promociones de artistas (salvo excepciones radicadas en la m¨¢s joven: la escultura figurativa de Nagel, la figuraci¨®n surreal de Azketa y la pop de Salaberri), se entiende en ella el camino recorrido por el arte vasco en estos treinta ¨²ltimos anos para lograr una respuesta original a las propuestas informalistas. Unos enbase a un informalismo mat¨¦rico, otros sobre un primer soporte en el informalismo gestual, han construido estos artistas una formalizaci¨®n densa y din¨¢mica, de violento colorido las m¨¢s de la¨¢ veces, sobre una estructuraci¨®n soterradamente cubista y de predisposici¨®n barroca, y con una apariencia ¨¦pica, colectiva, y un indeclinable inter¨¦s por la naturaleza, que se hace patente en ellos una y otra vez, por m¨¢s que, a veces, se aproximen a posiciones conceptualistas. En aquellos pintores de la ¨²ltima generaci¨®n, m¨¢s diversificada y cerrada a las generalizaciones, puede verse un nuevo inter¨¦s por determinadas posiciones informales, en lo que a'veces puede parecer un intento de enraizamiento con los autores anteriores en busca de una tradicionalidad aut¨®ctona. De todas maneras, esta exposici¨®n recoge las aportaciones sustanciales del arte vasco a una experimentaci¨®n posinformalista surgida con Chillida y que todav¨ªa se resiste a desaparecer.
Otra exposici¨®n digna de rese?arse es la que presenta el joven escultor Koldo Alberdi en la galer¨ªa Recalde (galer¨ªa que, justo es decirlo, y gracias al empe?o de su directora Carmen L¨®pez-Nicl¨®s, se mantiene en el inter¨¦s de arriesgar todas las temporadas varios nombres entre los pintores vascos in¨¦ditos, proporcion¨¢ndoles su primera exposici¨®n). La escultura de KoIdo Alberdi plantea de nuevo la posibilidad que coment¨¢bamos con respecto a los j¨®venes pintores presentes en Erakusketa 78 de arraigarse en una tradici¨®n pl¨¢stica propia frente al experimentalismo de m¨¢s fuerte impronta del arte internacional. Koldo Alberdi, en esta temprana obra, mantiene su fidelidad a los maestros vascos de la escultura contempor¨¢nea, y su discurso echa ra¨ªces en el de Chillida, Oteiza y Mendiburu. Pero una vez superado el encuentro con estos fantasmas familiares, cobra su escultura una entidad propia y se?ala unas magn¨ªficas posibilidades. No es habitual en un artista tan joven como ¨¦l la ambici¨®n que sus piezas de maderamanifiestan, ni la originalidad con que resuelve determinados problemas formales que pod¨ªan haber ca¨ªdo en la sofisticaci¨®n decorativa, ni la rotundidad con que asientan su presencia, ni tampoco la magistral lucidez con que se maneja en un material tan tradicional y f¨¢cilmente trivializable como la madera tratada desde su configuraci¨®n de cuerpo prism¨¢tico. Puede arriesgarse la opini¨®n de que KoIdo Alberdi ha iniciado el camino hacia una nueva f¨®rmula de escultura vasca, por la v¨ªa de desarrollar los hallazgos de sus m¨¢s pr¨®ximos maestros, desde el riesgo y la ambici¨®n de mejor cr¨¦dito.
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