Lo que no dice "300 millones"
La utilizaci¨®n de un sat¨¦lite a la manera de ?300 millones? es -Si Ferrater Mora me lo permite- un problema ¨¦tico. Ese peque?o objeto identificado es el obligado c¨®mplice de que en Espa?a no nos enteremos de lo que realmente pasa en el mundo hispanoparlante ?C¨®mo calificar esa larga serie de tipismos y topismos, sino como alarmante deformaci¨®n cultural? Aunque F. D¨ªaz Plaja sostenga la imbecilidad del espectador de televisi¨®n que viendo se queja de lo que ve, la planificaci¨®n del ocio a¨²n no ha llegado a las mayor¨ªas. A veces tampoco a las minor¨ªas (M¨¢ximo lo dibuj¨® en EL PAIS: ?qu¨¦ hace un intelectual como t¨² frente a una tele como ¨¦sta?).
Esta vez el sat¨¦lite nos ha sacudido con un pacto entre poderes: como estela del viaje real nos conceden dos programas ¨ªntegros destinados a la propaganda de un pa¨ªs que quiere mejorar su imagen. De los trescientos millones son muy pocos los que viven en democracias; a ¨¦stos no tiene nada que ofrecerles una dictadura y al inmenso resto les da lo mismo porque todo es como en casa. De modo que uno duda de la inteligencia del esfuerzo y piensa que para dar credibilidad a estos ?servicios? hay que cambiar de,¨®rbita al sat¨¦lite. 0 sustituirlo.El tipismo-topismo argentino es bien conocido: pampa, gaucho, asados, carne vacuna, tango, ?mi_ ciudad-de- Buenos Aires?, premios Nobel, Fangio, ?pa¨ªs-riqu¨ªsimo-ch¨¦? y un interminable etc¨¦tera. Muchos de los ?frescos? cantantes que el programa ofreci¨® estaban en la lista hace veinte a?os (y ya eran tan horteras como ahora), que los aut¨¦nticos artistas ?se han marchado?, aqu¨ª en Espa?a lo sabemos bien. Y ¨¦stos no manosean tan burdamente las palabras ?paz? y ?amor?.
Y los premios Nobel, ese fruto del esfuerzo individual. ?Bastar¨¢ decir que la organizaci¨®n cient¨ªfica all¨ª es similar a la de aqu¨ª? Ochoa y Leloir ya pueden llorar juntos un tango.
Borges, ahist¨®rico, que abriendo la boca puede afectar a la misma Junta, nos lo han pasado ciego y Mudo. M¨²jica La¨ªnez, mon¨¢rquico, se desliz¨® como pudo en la pendiente y acentu¨® el ?profundo significado? del viaje real; la posteridad se lo reconocer¨¢.
Argentina, pa¨ªs con densidad demogr¨¢fica de desierto, tiene el 80% de la poblaci¨®n metida en una sola ciudad: Buenos Aires. Pa¨ªs de inmigraci¨®n, tiene hoy cientos de miles de emigrados, (tambi¨¦n aqu¨ª lo sabemos bien y es recomendable leer los art¨ªculos recientes de Eduardo Blanco-Amor en EL PAIS). Es un tema para empezar a entender estos pueblos. Pero, claro, ?300 millones? no est¨¢ para eso.
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