La Nochebuena de Garc¨ªa de la Vega

La programaci¨®n navide?a de Televisi¨®n Espa?ola comienza a alcanzar la perfecci¨®n por muchas razones, entre las que caben destacar la reflexi¨®n y ese especial talante cr¨ªtico y sensible que suele presidir la direcci¨®n, las direcciones habr¨ªa que decir, de la mencionada instituci¨®n.Fernando Garc¨ªa de la Vega, realizador-estrella (uno de ellos) que impone su estilo por Prado del Rey, comentaba a este peri¨®dico su escasa preocupaci¨®n por no haber preparado el programa especial de la noche del 24 de diciembre, unos d¨ªas antes de la mencionada fecha. Ese especial¨ªsimo esp¨ªritu relajado, de tranquilidad ante el riesgo, suele caracterizar a los realizadores-estrella, a la vez que los distingue del resto de los mortales. La experiencia -?pr¨¢ctica? dir¨ªa un materialista dial¨¦ctico- le vino a dar la raz¨®n. No hac¨ªa ninguna falta el planificar con semanas de antelaci¨®n lo que el destino hab¨ªa previsto para ese instante casi hist¨®rico. Siempre hay Emillos Jos¨¦s, Enriques y Anas cu-cu-cuas, Mikaelas, Mar¨ªas Ostiz y un amplio etc¨¦tera para rellenar el espacio que transcurre entre bloque de spots y bloque de spots. Incluso hay que resaltar la actuaci¨®n de Los Mismos, grupo del que nada sab¨ªamos hasta que Garc¨ªa de la Vega le recuper¨® para la noche del 24 de diciembre. Cabe la posibilidad de que Los Mismos no existan ya de una manera permanente, sino que revivan en cada show de uno de nuestros realizadores-estrella, pero eso ser¨ªa adjudicarle un maquiavelismo excesivo para quien, con constancia, demuestra carecer de la imaginaci¨®n necesaria para ser aprendiz de historias p¨¦rfidas y h¨¢biles.

La programaci¨®n nocturna del domingo 24 de diciembre no s¨®lo se realiz¨® con esp¨ªritu sabio del ?no hay que preocuparse. Aqu¨ª no pasa nada? tan asumido por las culturas ar¨¢bigo-andaluzas, sino que, adem¨¢s, demostr¨® lo que supon¨ªa en la pr¨¢ctica -?praxis? diria un materialista dial¨¦ctico que aspira a nota- la aprobaci¨®n de la Constituci¨®n. Un pa¨ªs que se acaba de convertir por decisi¨®n popular en un Estado democr¨¢tico y de derecho encuentra en TVE su proyecci¨®n televisual: puesto que el personal anhela la democracia , vamos a poner una gota de exotismo en Nochebuena, parecen haberse dicho los dirigentes. Tras el largo y tedioso sucederse de n¨²meros musicales mediocres en el show de Garc¨ªa de la Vega, se proyect¨® un documental musical de Checoslovaquia. ?Hay m¨¢s exotismo en una sola decisi¨®n de que quienes nos celebren teleg¨¦nicamente la Natividad sean los checoslovacos? Puede ser, pero para conseguirlo habr¨ªa que haberle dado la programaci¨®n de Nochebuena a Lazarov, lo que por otra parte hubiera evitado la desbandada de Juan Cueto de ¨¦stas sus p¨¢ginas. Media hora de m¨²sica cl¨¢sica, narrada con esa mezcla de solidez profesional, inspiraci¨®n burocr¨¢tica y est¨¦tica hortera que s¨®lo alcanzan los realizadores-estrella de las televisiones de la Europa oriental. Todo parece indicar que Garc¨ªa de la Vega tendr¨¢ que esforzarse -siempre dentro de los l¨ªmites que el buen gusto y esa contemplaci¨®n hind¨² tan inherente a nuestros ejecutivos de las ondas y las im¨¢genes suelen marcar- para conseguir realizar un programa de fin de a?o en l¨ªnea con el del pasado 24 de diciembre. Todos los amantes del escepticismo, la incredulidad y el desencanto lo esperan con ansiedad.