M¨¢s de un mill¨®n de dempleados: una cifra tercermundista para la d¨¦cima potencia mundial
Hoy habr¨¢ mil parados m¨¢s en Espa?a. Tras las fr¨ªas estad¨ªsticas (m¨¢s de un mill¨®n de desempleados y 800.000 puestos de trabajo menos que en 1974) se esconde la peripecia individual, la realidad cotidiana que padecen dos de cada diez familias espa?olas.?Sal¨ª de casa a las seis de la ma?ana a buscar trabajo. Son las siete de la tarde y todav¨ªa no he vuelto. Vas a una obra, te dicen que no. Vas a otra, te dicen que no. A ver, ya te cansas y no vas m¨¢s.?
En el expediente de crisis de Ripol¨ªn, en 1974, fue despedido Antonio Fuertes Bezares, un trabajador de 53 a?os que llevaba veinte a?os en la firma. Antonio, que tiene tres personas a su cargo, lleva seis meses sin cobrar ning¨²n tipo de subsidio, tiene pocas posibilidades por su edad de que lo empleen y es joven para acceder a la jubilaci¨®n legal.
Uno de los grandes enigmas que plantea en estos momentos la sociedad espa?ola se centra en saber de qu¨¦ viven unos 600.000 desocupados que desde hace meses, y algunos desde hace a?os, est¨¢n sin trabajo y no perciben ning¨²n tipo de subsidio (la cobertura del paro subsidiado es del orden del 40% del paro real).
?El a?o 1978 ofrece la singular verg¨¹enza de que mientras muchos espa?oles parados no cobran seguro de desempleo alguno, no se hayan gastado 28.000 millones de los 150.000 millones previstos para 1978, seg¨²n la informaci¨®n de los presupuestos para la Seguridad Social.?.
A esta ?singular verg¨¹enza, a la que se refiere el diputado socialista Cir¨ªaco de Vicente, habr¨ªa que a?adir la apuntada por Jos¨¦ Torres, dirigente de CCOO.
?Lo m¨¢s grave es que a buena parte de este colectivo de parados no subsidiados, que no figuran en ninguna parte, se les puede aplicar en cualquier momento la gandula, la ley de Vagos y Maleantes, que todav¨ªa est¨¢ en vigor.?
Treinta y seis nuevos desocupados cada hora que pasa
Seg¨²n los ¨²ltimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), en la primera semana de noviembre, relativos a la encuesta sobre poblaci¨®n activa en el tercer trimestre del presente a?o, el paro en Espa?a supera por primera vez oficialmente la frontera del mill¨®n, situ¨¢ndose exactamente en 1.014.000 trabajadores. Cifra que supone el 7,71 % de los 13.160.400 tabulados como poblaci¨®n activa.
El paro se increment¨® con respecto al anterior trimestre seg¨²n los c¨¢lculos del IN E en un -8,10%, lo que supone una media diaria de 855 nuevos desocupados y un ritmo de 36 parados cada hora que transcurre.
Al 1.014.000 parados, que supone el incumplimiento de las previsiones de incremento de desempleo que figuraban en los pactos de la Moncloa, habr¨ªa que a?adir los 117.200 activos marginales, seg¨²n el INE. Los desanimados, aquellos trabajadores que han renunciado a serlo por las condiciones actuales del mercado de trabajo, no est¨¢n recogidos por la encuesta de poblaci¨®n activa, pero pueden evaluarse por encima del medio mill¨®n. En el seminario sobre ?Problemas actuales de la econom¨ªa de empleo?, que se celebr¨® en Madrid a primeros de noviembre, organizado por el Ministerio de Econom¨ªa, se cifr¨® en 601.500 el n¨²mero de personas, trabajadores potenciales, que no se registran actualmente en las estad¨ªsticas.
La adici¨®n de los ?desanimados? a las cifras de parados y activos marginales nos revela que m¨¢s de 1.700.000 espa?oles se encuentran sin trabajo o est¨¢n ocupados en actividades marginales. Ello su pone, sobre una poblaci¨®n de 36 millones, que casi ochenta de cada cien espa?oles son inactivos y no producen renta con su trabajo. Cifra dif¨ªcilmente homologable en la Europa Comunitaria en la que queremos integrarnos. Es una cifra tercermundista en un pa¨ªs al que se considera la d¨¦cima potencia industrial del mundo.
La otra cara del espejo
El paro, como tantas otras realidades de la vida, puede varia seg¨²n la interpretaci¨®n de quien lo analice. As¨ª, mientras para el INE el desempleo aument¨® en las cotas mencionadas, para el Ministerio de Trabajo, cuyas estad¨ªsticas nunca han gozado de gran credibilidad, ?por primera vez en los ¨²ltimos tiempos, el paro en Espa?a ha registrado un descenso. Al 30 de noviembre del presente a?o, el n¨²mero de trabajadores en busca de empleo es de 913.834, mientras que en la quincena anterior el n¨²mero de parados era de 924.163?.
Las razones de este descenso en las estad¨ªsticas del Ministerio de Trabajo podr¨ªan no ser ajenas a determinadas circulares del mismo departamento. Como por ejemplo, las circulares del Gerente de Empleo (GE/OE 51 y 53) que a mediados de noviembre recibieron los coordinadores de zona y los directores provinciales de las Oficinas de Empleo.
As¨ª, en la circular GE/OE 5 1, se dispone que ?los trabajadores desempleados que no perciban subsidio de desempleo, deber¨¢n renovar su demanda de empleo con una periodicidad mensual. La oficina retirar¨¢ la ficha profesional del trabajador que no cumpliera este requisito, consider¨¢ndolo como baja a todos los efectos?.
Un dirigente de CCOO, a la vista de la mencionada circular, coment¨® a este diario: ?Evidentemente esta medida s¨®lo puede conducir a disminuir el n¨²mero de parados registrados. Porque al no cobrar subsidio, ni siquiera el falso argumento del fraude en las percepciones es aplicable a una medida de estas caracter¨ªsticas. Mucho menos se puede suponer que los que no renueven su demanda hayan encontrado empleo por sus propios medios, cuando la Oficina de Empleo no se lo ha facilitado.?
A¨²n es m¨¢s expl¨ªcita la circular GE/OE 53, que dispone que ?en la contabilizaci¨®n de los demandantes que a efectos estad¨ªsticos realizan las Oficinas de Empleo, los trabajadores que perciben prestaciones de jubilaci¨®n y figuren como demandantes de empleo no ser¨¢n tenidos en cuenta, como parados, ni como en b¨²squeda de otro empleo. Tampoco deber¨¢n figurar como trabajadores desempleados, en la estad¨ªstica mensual, los trabajadores afectados por suspensi¨®n temporal en el puesto de trabajo, reducci¨®n de jornada u otras situaciones similares, debidas a expedientes de regulaci¨®n de empleo?.
Hay que se?alar que el colectivo de trabajadores que perciben prestaciones de jubilaci¨®n, engloba a todos los procedentes de las Fuerzas Armadas y de la Administraci¨®n P¨²blica, que representan un considerable n¨²mero dentro de la oferta. En cuanto al segundo caso, los afectados por suspensi¨®n temporal en su puesto de trabajo, o similares, cabe decir que s¨®lo en el mes de junio el n¨²mero de trabajadores registrados por este motivo era de 20.000, seg¨²n CCOO, y teniendo en cuenta que estos expedientes suelen ser por tres y seis meses, supone un descenso en el registro de aproximadamente 120.000 o 150.000 trabajadores. ?La ocultaci¨®n del n¨²mero de trabajadores afectados por suspensi¨®n temporal -coinciden CCOO y UGT- puede favorecer situaciones de fraude en gran escala en la Administraci¨®n en cuanto a subsidios y percepciones, al no poder constatar nunca la identidad entre las partidas libradas y el n¨²mero de percepciones cobradas. ?
Ambas centrales, CCOO y UGT, han denunciado tambi¨¦n la programaci¨®n de cursos obsoletos de Formaci¨®n Profesional que disminuyen las cifras de parados, aunque en muchos casos no aseguran el empleo para quien los cursa. El inter¨¦s en hacer descender, aunque sea estad¨ªsticamente, el n¨²mero de parados, podr¨ªa estar relacionado, seg¨²n los sindicatos, con las negociaciones de pactos socioecon¨®micos y con la necesidad de una mejor imagen de gesti¨®n econ¨®mica por parte del Gobierno de cara a su programaci¨®n para el a?o 1979.
Fuentes del SEAF-PPO justificaron las circulares en funci¨®n de los cuatro censos o apartados con que habitualmente trabajan: parados que demandan empleo; ocupados que buscan mejor empleo; jubilados que demandan empleo y trabajadores afectados por suspensi¨®n transitoria de empleo (expedientes temporales de suspensi¨®n de empleo; el caso de los astilleros, por ejemplo). Seg¨²n las citadas fuentes las circulares pretend¨ªan que en provincias, como se ven¨ªa haciendo en Madrid y Barcelona, se realice este desglose de cifras. Sobre su incidencia en la disminuci¨®n estad¨ªstica de parados, comentaron que todav¨ªa no ten¨ªan cifras para pronunciarse, pero que la incidencia ser¨ªa peque?a. La exigencia de renovaci¨®n mensual de demandas de trabajo se hizo, seg¨²n las citadas fuentes, pensando sobre todo en el empleo agrario no subsidiado donde las especiales caracter¨ªsticas del mismo, ocupaciones intermitentes por per¨ªodos cortos, exigen estad¨ªsticas -dadas las variaciones constantes- m¨¢s continuadas.
Ma?ana se publicar¨¢ la segunda parte de este informe sobre el papel y la labor realizada por las oficinas de empleo.
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