Accesos a Madrid

Leo en su peri¨®dico del d¨ªa 17 de diciembre un art¨ªculo sobre la oposici¨®n de varios diputados a la construcci¨®n de autopistas que unan Madrid con Guadalajara y Toledo. Yo me figuro que esa oposici¨®n se deber¨¢ a que son de peaje o a que habr¨¢n advertido que esas autopistas promocionan el transporte privado en vez del transporte p¨²blico, pero supongo que esos se?ores no pensar¨¢n que no hace falta descongestionar las actuales carreteras, porque si as¨ª lo piensan es se?al de que no se mueven de su casa.Quiero decir, en primer lugar, que a m¨ª me gusta el transporte p¨²blico, y nada me gustar¨ªa m¨¢s que un buen servicio de trenes para Guadalajara, Toledo, M¨®stoles (este ¨²ltimo es mi lugar de residencia) y para todas aquellas ciudades de la periferia de Madrid, donde nos hacinamos centenares de miles de personas. Pero no hay que hacerse ilusiones: los trenes son lentos e insuficientes, el transporte interno de las ciudades de descongesti¨®n de Madrid casi no existe (?de qu¨¦ sirve que haya trenes a M¨®stoles, por poner un ejemplo, si la mayor¨ªa de los que vivimos aqu¨ª tenemos las casas a quince, veinte o treinta minutos de la estaci¨®n?), y las carreteras actuales est¨¢n tan saturadas, tan mal cuidadas y son tan insuficientes, que no ya a Guadalajara y Toledo, sino a otras muchas zonas deber¨ªan llegar. Miren c¨®mo la carretera de La Coru?a, donde vive la gente ?acomodada?, es autopista y adem¨¢s sin peaje...

Los diputados tienen raz¨®n en que no hace falta autopistas de peaje, sino carreteras anchas y en buenas condiciones de seguridad. Por ejemplo, est¨¢ muy mal la autopista de Extremadura, pero estar¨ªa mucho mejor con algo tan sencillo como eliminar las entradas directas a Alcorc¨®n y a la carretera de Legan¨¦s, que ocasionan tapones inmensos, y hacer que la carretera llegue a M¨®stoles con dos carriles, pues desde Alcorc¨®n no hay m¨¢s que uno. Lo mismo, se puede decir de Alcal¨¢: van los coches ?lanzados?, y bruscamente hay que frenar al llegar a Alcal¨¢, donde la carretera cruza por en medio de la ciudad y se pierde un tiempo precioso.