Comienza el juicio contra los presuntos asesinos de Letelier

Washington y Santiago ser¨¢n hoy escenarios simult¨¢neos de dos nuevos actos en el drama del asesinato de Orlando Letelier, muerto en la capital federal norteamericana por ¨®rdenes directas, seg¨²n todos los indicios, del jefe de la DINA chilena, general Manuel Contreras. En Washington comenzar¨¢ el juicio p¨²blico contra tres cubanos acusados de participar en el asesinato. Mientras tanto, en la capital chilena, el representante legal de Estados Unidos entregar¨¢ a la justicia nuevas pruebas sobre la participaci¨®n de la DINA en el crimen.

Los tres cubanos que se sentar¨¢n en el banquillo de los acusados son solamente una parte de las personas se?aladas por los jueces como responsables del crimen. Junto a los hermanos Guillermo e Ignacio Novo y Alvin Ross deber¨ªan comparecer ante el jurado otros dos cubanos, Virgilio Paz y Jos¨¦ Dionisio Su¨¢rez, en paradero desconocido, y los militares chilenos Manuel Contreras, Pedro Espinoza y Armando Fern¨¢ndez Larios, cuya extradici¨®n ha sido pedida por las autoridades norteamericanas.

Michael Townley, quien se confes¨® autor de la colocaci¨®n de la bomba que mat¨® a Letelier en septiembre de 1976, tambi¨¦n estar¨¢ presente en el juicio, pero no como acusado, sino como el principal testigo de la acusaci¨®n. El testimonio de Townley, ex agente de la DINA, ha sido vital para el esclarecimiento del asesinato y para conocer las implicaciones de los principales jefes de la DINA en ¨¦l.

Nuevas pruebas acusatorias

En Santiago de Chile, mientras tanto, dos agentes del departamento de Justicia norteamericano, los mismos que custodiaron a Townley en su traslado a Estados Unidos, hicieron llegar al abogado, Alfredo Etcheberry nuevas pruebas acusatorias contra el general Contreras y sus colaboradores, el coronel Espinoza y el capit¨¢n Fern¨¢ndez Larios, cuyas peticiones de extradici¨®n estudia un tribunal chileno.A juicio de los expertos, la decisi¨®n definitiva de dicho tribunal, con respecto a la demanda, no podr¨¢ retrasarse. La celebraci¨®n del juicio p¨²blico en Washington, en el que saldr¨¢n a relucir las implicaciones de Contreras y en el que, muy probablemente, se cite con insistencia la figura del propio Augusto Pinochet, obligar¨¢n a las autoridades judiciales chilenas a tomar una decisi¨®n, en un sentido u otro, con respecto a la extradici¨®n del ex jefe de la DINA y sus ayudantes. Aunque son pocos los que creen que el tribunal chileno acceda a la demanda, la imparcial trayectoria durante todo el caso del juez Boh¨®rquez hace abrigar algunas esperanzas de que la responsabilidad de los encartados pueda quedar esclarecida definitivamente.

El caso Letelier es, de cualquier forma, una bomba de tiempo que amenaza seriamente al dictador chileno, general Pinochet. Existen indicios evidentes de que el general Contreras se siente traicionado por su antiguo amigo y de que, si se concede su extradici¨®n a Estados Unidos, el ex jefe de la DINA podr¨ªa hacer revelaciones que implicar¨ªan directamente a Pinochet en muchos de los cr¨ªmenes cometidos por la polic¨ªa pol¨ªtica chilena, despu¨¦s del derrocamiento de Salvador Allende.