Ante la huelga en Renfe
?Renfe es una empresa nacionalizada que pierde, anualmente, miles de millones de pesetas. Su ¨²ltimo ejercicio econ¨®mico se ha cerrado con un d¨¦ficit de 36.000 mill¨®nes. Estos datos traducidos al lenguaje vulgar significan que las p¨¦rdidas de Renfe las pagamos todos los espa?oles, como contribuyentes, pues Haci¨¦nda somos, todos. Y significan tambi¨¦n que entre todos pagamos los salarios de la n¨®mina entera de Renfe. Todos, viajemos o no viajemos en tren. Todos, incluso los espa?oles que viven en pueblos a los que no llega el ferrocarril.De acuerdo con estos hechos que no se pueden discutir ni interpreta de otra forma, la huelga que quieren imponer en.Renfe las centrales sindicales mayoritarias, UGT y CCOO, no es, primero, una huelga contra una empresa, sino una huelga contra todos los espa?oles y contra el Gobierno; y no es, segundo, una huelga planteada para mayor participaci¨®n salarial en los beneficios -que no los hay-, sino una huelga para que todos los espa?oles paguemos m¨¢s salario al grupo de los trabajadores de Renfe, aunque no tengamos, entre todos, m¨¢s dinero que entregar a un mill¨®n de obreros en paro. ( ... )
Las p¨¦rdidas econ¨®micas de Renfe las pagamos todos. La huelga de Renfe la padeceremos todos. Pero el desaf¨ªo de las centrales sindicales, el reto insolente de la huelga, va dirigido de lleno contra el Gobierno. Y al Gobierno le corresponde responder. Al Gobierno le ata?e m¨¢s directamente que a nadie -m¨¢s desde luego que a la direcci¨®n d¨¦ Renfe- la resoluci¨®n del conflicto. Al Gobierno le cumple demostrar su autoridad o ceder -lastimosamente- a la presi¨®n sindical. Los dem¨¢s nada pueden, nada podemos hacer. ( ... )
No hay, en fin, muchos antecedentes de huelgas en Renfe; se recuerdan la huelga de agosto de 1918 y la de 1934, enmarcada en la huelga general. En octubre de 1934, un Gobierno republicano afront¨®, con energ¨ªa y con autoridad, algo m¨¢s que una huelga, una revoluci¨®n de socialistas y comunistas contra el orden legal y constitucional existente: contra la Rep¨²blica, contra la democracia.
Y de alguna manera, y nada confusa por cierto, atacan y hieren ahora a la democracia las huelgas injustificadas e insoilidarias. Huelgas cuya ¨²nica finalidad clara es una doble maniobra electoral y de prestigio sindical.?
11 enero
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