La par¨¢bola del joven rebelde
Miguel Angel Di¨¦guez y Juan Jos¨¦ V¨¢zquez describen en esta especie de tebeo para mayores las peripecias de un Robin Hood muy actual, vali¨¦ndose ¨²nicamente de las hojas de caracteres y s¨ªmbolos transferibles existentes en cat¨¢logos. Una especie de alarde imaginativo para un texto muy breve que se plantea casi como una par¨¢bola. Robin Hood, la encarnaci¨®n del joven revolucionario y hostil a la mec¨¢nica y las desigualdades de la sociedad capitalista, que no puede ser vencido por la fuerza, lo es finalmente por el halago y el favor.El viejo h¨¦roe de las baladas inglesas del siglo XV representa la rebeld¨ªa y el inconformismo que acaban por sucumbir a la comodidad y al poder. ?El sheriff of Nottingham recibe a Robin en su mansi¨®n, le coloca varias medallas y le hace valiosos regalos. Robin, a cambio, le entrega sus c¨¦lebres bastones de golf.? A partir de este momento la vida de Robin se vuelve ordenada y tranquila y hasta termina cas¨¢ndose con la hija del sheriff.
La balada de Robin Hood
Editorial Campo Abierto.Idea y textos: Miguel Angel Di¨¦guez. Ilustraciones: Juan Jos¨¦ V¨¢zquez.
Sin duda, el equipo Jaramago, puesto que tal es el nombre con el que pretende editar una serie de libros, peca -a nuestro juicio- de una confusi¨®n de objetivos. Se puede contar un cuento cambi¨¢ndole el significado tradicional (de hecho ese tipo de experiencias se realizaron hasta con las inefables historias de Florita y toda la producci¨®n de Disney). Se puede, incluso, intentar experimentos de semiolog¨ªa, semi¨®tica y fetichismos iconogr¨¢ficos, lo que resulta dudoso es creer que la utilizaci¨®n de los grafismos de las letrasets pueda tener una significaci¨®n distinta a la de esos porteros constantes que son capaces, con voluntad y paciencia, de reconstruir el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, a escala reducida, con palillos o huesos de aceitunas. Es un exotismo creativo, pero no un experimento intelectual.
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