Hoy se estrena en Madrid "Fedra", de Salvador Espr¨ªu
Hoy se estrena en el teatro de la Comedia de Madrid la obra Fedra, de Salvador Espr¨ªu, interpretada en su papel principal por la actriz Nuria Espert, titular de la compa?¨ªa que, en marzo del pasado a?o, estren¨® en Barcelona este ejercicio dram¨¢tico del importante autor catal¨¢n. Despu¨¦s de Madrid, la obra se representar¨¢ en Canarias, Valencia y otras regiones espa?olas.
Nuria Espert. Esta obra, originariamente escrita en catal¨¢n, lanza sobre el mito cl¨¢sico una mirada ir¨®nica y contempor¨¢nea. No pod¨ªa ser de otro modo, porque esa es la mirada fr¨ªa y desapasionada que Espr¨ªu proyecta sobre todo su mundo contempor¨¢neo. Yo le ped¨ª esta obra a Salvador Espriu. El me la entreg¨® hace a?o y medio. Empezamos a prepararla en catal¨¢n. Despu¨¦s de una temporada espl¨¦ndida en Barcelona hicimos una tourn¨¦ por Catalu?a. Y ahora llega a Madrid. En todo este tiempo ha viajado por M¨¦xico, Polonia, Alemania y Suiza. El propio Espr¨ªu hizo la traducci¨®n -no es una versi¨®n- al castellano. Esta traducci¨®n la representamos por primera vez en M¨¦xico. Cuando actuamos en un pa¨ªs de otra lengua la representamos en catal¨¢n, la lengua original del poeta. En Madrid nos presentamos con el montaje y con la compa?¨ªa primitivas. Es curioso, y no ocurre muchas veces, que un a?o despu¨¦s del estreno se pueda reunir de nuevo a los que por primera vez hicieron la obra. Aqu¨ª estamos todos, excepto una compa?era, que hac¨ªa un peque?o papel y ha sido sustituida por Ana Mar¨ªa Ventura.
Pregunta. ?Qu¨¦ tiene esta obra del Espr¨ªu tradicional y qu¨¦ le, da la Nuria Espert que conocemos al montaje de Fedra?
Respuesta.El Espr¨ªu tradicional est¨¢ todo entero, pero tal vez s¨®lo para los conocedores. El lenguaje es aparentemente muy simple. Es la colocaci¨®n de las palabras la que crea ese mundo, esa especie de vac¨ªo de campana en que la funci¨®n se desarrolla. El coro de nuestra Fedra son tres personajes contempor¨¢neos del mundo de Espr¨ªu, tres elementos que aparecieron en Sinera y que aqu¨ª surgen un poco m¨¢s envejecidos, con su misma personalidad, pero tiernos, algo est¨²pidos, como el autor los muestra siempre.
Son dos mundos no opuestos, que se complementan, y da la impresi¨®n de que el mundo de Fedra no ser¨ªa completo sin esta mirada, que es tambi¨¦n la mirada tierna de Espr¨ªu. El personaje de Teseo tiene tambi¨¦n mucho de Espr¨ªu. El Teseo tradicional es alguien violento y terrible. Sin embargo, el que nosotros representamos es alguien ir¨®nico, que puede mirar la pasi¨®n de su mujer, Fedra, desde una cierta altura y no tom¨¢rsela demasiado en serio.
En esa Fedra yo creo que he aportado todo lo acumulado a lo largo de muchos a?os de trabajo. Creo que el texto de Espr¨ªu es, m¨¢s que tr¨¢gico, pat¨¦tico, y esto hace que la contenci¨®n en los minutos de gran dramatismo tenga que ser extrema. No es un papel temperamental. Es un papel donde el coraz¨®n y el cerebro tienen que equilibrarse, y ganando casi siempre el cerebro al coraz¨®n.
P. ?Podr¨ªa describirnos su relaci¨®n con Espr¨ªu como intelectual y como artista de Catalu?a?
R. Salvador Espr¨ªu ha sido para m¨ª el centro de la cultura catalana durante todo el franquismo. Siento por ¨¦l una admiraci¨®n que va m¨¢s all¨¢ de los textos..Le conoc¨ª en 1969, cuando decidimos hacer Laia, un filme basado sobre un relato suyo. El es un hombre muy cordial, pero hay siempre una barrera ante ¨¦l que se pasa muy dif¨ªcilmente. Entonces no la pas¨¦. Pero siempre dese¨¦ hacer un texto dram¨¢tico suyo. El pens¨® que deb¨ªa ser su Ant¨ªgona la obra indicada. Me resist¨ª porque cre¨ªa que Ant¨ªgona es demasiado pura para m¨ª, no le tengo una gran simpat¨ªa y es excesivamente hero¨ªna. Ten¨ªa ganas de hacer Fedra, pero en modo alguno ni la de Racine ni la cl¨¢sica, y estim¨¦ que Salvador pod¨ªa hacer lo que ha hecho. A partir de ese segundo contacto, la relaci¨®n ha sido totalmente diferente: nos hemos visto montones de veces, ¨¦l es una persona de una bondad y de una cordialidad extraordinarias y tambi¨¦n muestra ese aire de cristal rode¨¢ndole que ¨¦l te deja traspasar.
P. ?Cu¨¢l es su criterio acerca de Fedra a la luz de las diferentes cr¨ªticas que ha recibido esta obra durante el a?o en que la obra ha sido representada por su compa?¨ªa?
R. Como casi siempre, la cr¨ªtica ha estado muy dividida. No pod¨ªa ser de otro modo. Claro, as¨ª ha sido en Espa?a, no en el exterior, -donde aunque el texto no haya sido entendido, el espect¨¢culo fue recib¨ªdo con entusiasmo. En Catalu?a, alguna gente se ha visto sorprendida por la aparente facilidad del lenguaje. Hay una obra previa de Espr¨ªu, La ¨²ltima historia de Esther, una de las cimas de nuestra literatura, que parece un ejercicio de dificultad del lenguaje. Con Fedra quiso hacer algo radicalmente distinto, fruto de su momento de madurez, que yo espero dure muchos a?os. Esa sobriedad a la que ha llegado Espr¨ªu en Fedra es la que ha desorientado a los que esperaban una continuaci¨®n de aquel estilo.
Babelia
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