Silencio oficial en Washington, aunque se sigue "muy de cerca" la situaci¨®n

El Gobierno norteamericano sigue ?muy de cerca? el desarrollo de los acontecimientos en Ir¨¢n, tras la salida del pa¨ªs del sha, pero se niega a hacer comentarios sobre este aspecto, insiste en que apoya plenamente al Gobierno civil de Shapur Bajtiar y dice desconocer si el monarca persa piensa viajar a Estados Unidos.El portavoz del Departamento de Estado, Hodding Carter, eludi¨® ayer cualquier comentario sobre .las ?vacaciones pol¨ªticas? de Mohamed Reza Pahlevi, y dijo que la Administraci¨®n Carter contin¨²a consider¨¢ndole como el monarca de Ir¨¢n. El portavoz neg¨® rotundamente que su Gobierno favorezca un golpe de Estado en Ir¨¢n y a?adi¨® que Washington est¨¢ dispuesto a trabajar con el nuevo Gobierno, civil iran¨ª.

Hodding Carter rehus¨® responder varias preguntas de los informadores, referentes a la posible intervenci¨®n diplom¨¢tica norteamericana en la preparaci¨®n de la visita a Egipto del monarca persa y a los rumores sobre la apresurada destrucci¨®n y recogida de material de espionaje electr¨®nico norteamericano en Ir¨¢n.

En cuanto a la m¨¢s que probable llegada del sha a Estados Unidos, el portavoz del Departamento de Estado dijo no tener noticias de la misma. ?Si el sha quiere venir a Washington ser¨¢ bien recibido?, a?adi¨® Carter, quien puntualiz¨® de todos modos que, dado que el sha est¨¢ de ?vacaciones?, la visita

tendr¨ªa car¨¢cter privado, aunque se produjeran contactos con altos funcionarios del Gobierno norteamericano.

Mientras tanto, la embajada de Ir¨¢n en Washington se cerr¨® ayer por, veinticuatro horas, a causa de la huelga emprendida por sus empleados, ?como un gesto de solidaridad con el pueblo de Ir¨¢n, que est¨¢ luchando por la democracia?. La huelga se produjo horas antes de que regresar¨¢ a Washington el embajador Ardeshir Zahedi, uno de los hombres de confianza del monarca iran¨ª.

La familia real, en Texas

Por otra parte, informes no confirmados oficialmente indicaban ayer que cuatro miembros de la familia real persa y un n¨²mero indeterminado de altos dignatarios de la corte hab¨ªan llegado, a bordo de un avi¨®n de la fuerza a¨¦rea iran¨ª, a la base de Reese, en Texas.

La suegra del sha y tres de los hijos del monarca fueron recibidos en Texas por el pr¨ªncipe heredero, Al¨ª Reza Pahlevi, de dieciocho a?os, que llevaba seis meses en Estados Unidos en una academia militar de aviaci¨®n. Seg¨²n estos informes, los cinco miembros de la familia del sha est¨¢n recluidos en una residencia valorada en m¨¢s de treinta millones de pesetas, en el estado de Texas y esperar¨¢n all¨ª, bajo las m¨¢ximas medidas de seguridad, la llegada de Mohamed Reza Pahlevi y la emperatriz Farah.

Seg¨²n todos los indicios, una vez que los monarcas iran¨ªes lleguen a Norteam¨¦rica, la familia se trasladar¨¢ a California y residir¨¢ temporalmente en la mansi¨®n del multimillonario Walter Annenberg, situada al sur del desierto californiano. El servicio secreto y otras agencias de seguridad estadounidenses se encargar¨¢n de proteger a la familia real persa.

La cautela de Washington al hacer declaraciones p¨²blicas sobre la situaci¨®n en Ir¨¢n incluye la negativa a comentar las afirmaciones del ayatollah Jomeini y sus planes de fundar una ?rep¨²blica isl¨¢rnica? en el estrat¨¦gico pa¨ªs. Sin embargo, es evidente la preocupaci¨®n de los norteamericanos ante esta posibilidad y, por el momento, la Administraci¨®n Carter vuelca su apoyo verbal en el Gobierno de Bajtiar y la promesa de ¨¦ste de celebrar elecciones libres.

Las vacaciones del sha, que nadie considera otra cosa que el principio de un exilio, despu¨¦s de cuarenta a?os de poder absoluto y desp¨®tico, se han aceptado en Washington como un mal menor y como algo inevitable para intentar resolver la crisis irani.