En Argentina, los entrenadores son m¨¢s populares que los futbolistas
En los tiempos que corren, el ambiente del f¨²tbol argentino asiste a lo que podr¨ªa catalogarse como la ?sublimaci¨®n de los, directores t¨¦cnicos?. Dos, concretamente, han desplazado del sitial de ¨ªdolos populares a los propios jugadores. Se trata de C¨¦sar Luis Menotti, que llev¨® a la selecci¨®n argentina a conquistar el Campeonato del Mundo, y Juan Carlos Lorenzo, preparador del Boca Juniors, campe¨®n de la Copa Intercontinental y Libertadores de Am¨¦rica.
Precisamente uno de los ¨²ltimos futbolistas en candelero, Daniel Pasarella, capit¨¢n de la selecci¨®n, no fichar¨¢ por los Washington Dipolamts, equipo norteamericano, que ofrec¨ªa al River Plate la cifra r¨¦cord de mill¨®n y medio de d¨®lares -m¨¢s de cien millones de pesetas- y uno para el jugador -setenta- .No se lleg¨® a un acuerdo por la forma de pago, que el River exig¨ªa la mitad al contado, y el norteamericano, el total en cinco a?os. Pasarella, que fue atracci¨®n s¨®lo unos d¨ªas, pasar¨¢ al olvido moment¨¢neo, en el que de nuevo est¨¢ Diego Maradonna, joven fen¨®meno, comparado ya a Di St¨¦fanoy que, por ahora, no saldr¨¢ de Argentina, tras comentarse su posible marcha al extranjero.Los que no dejan de estar de moda son Menotti y Lorenzo. Ambos, al llegar al final de sus contratos, han planteado una serie de exigencias, incluso m¨¢s all¨¢ de lo econ¨®mico, que por sus ¨¦xitos se les admiten en casos ins¨®litos para el f¨²tbol argentino. Su protagonismo actual era insospechado hace pocos meses, pero han demostrado que sin recursos econ¨®micos ni adecuada infraestructura deportiva, s¨®lo trabajando a conciencia sobre el inagotable material humano argentino, pueden opinar en cuestiones reducidas antes a los directivos.
Menotti, al terminar el Mundial, anunci¨® que dejar¨ªa el cargo si no se aprobaba un plan de reestructuraci¨®n total y a largo plazo del f¨²tbol argentino. Recibi¨® la seguridad de que se har¨ªa todo -apoyado por importantes personalidades que organizaron el Mundial-, pero no se habl¨® de dinero. El problema se plante¨® en los ¨²ltimos d¨ªas del a?o 78, cuando al presentar sus condiciones, ¨¦stas se consideraron excesivas. El tira y afloja contin¨²a, aunque .los visos de arreglo parecen cada vez m¨¢s claros. Aunque la cantidad pedida por Menotti -unos 10.000 d¨®lares de sueldo mensual, 700.000 pesetas- constituye m¨¢s del doble de lo ofrecido por la AFA (Asociaci¨®n del F¨²tbol Argentino) -s¨®lo 4.000 d¨®lares, 280.000 pesetas-, la diferencia insalvable ser¨¢ soslayada con la aportaci¨®n de ciertas empresas. En cualquier caso no se barajaron nunca otros nombres para sustituirle, y River Plate, San Lorenzo de Almagro, Uruguay o el Atl¨¦tico de Madrid no podr¨¢n contar con ¨¦l.
Lorenzo no se va...
El ?Toto? Lorenzo, un viejo conocido del f¨²tbol espa?ol, que cuenta entre sus grandes orgullos -lo dice en cuanto puede- el haber clasificado por primera y ¨²nica vez al Atl¨¦tico de Madrid para una final de Copa de Europa -la p¨¦rdida en partido de desempate ante el Bayern-, mantiene una situaci¨®n similar con los directivos del Boca Juniors.Lorenzo anunci¨® su marcha de forma casi lacrim¨®gena, dando como motivos que deb¨ªa realizar una ?purga? en la veterana plantilla boquense, pero no quer¨ªa hacer tal cosa con los jugadores que hab¨ªan hecho posible la consagraci¨®n del Boca Juniors en torneos donde no hab¨ªa tenido fortuna el club hac¨ªa muchos a?os. En realidad, hombres casi desahuciados para la pr¨¢ctica del f¨²tbol hab¨ªan triunfado gracias a que Lorenzo confi¨® en ellos. L¨®gicamente tiene que ser el ¨ªdolo de la hinchada boquense, la m¨¢s numerosa de Argentina -se dice que est¨¢ compuesta por la mitad m¨¢s uno de los habitantes del pa¨ªs-, y eso qued¨® en evidencia en la noche en que conquist¨® la Copa Libertadores, tras derrotar al Deport¨ªvo Cali colombiano ante la presencia del rey de Espa?a. En esa noche inolvidable los gritos de ?Lorenzo no se va ... ? atronaron el estadio. Fue paseado a hombros y el presidente Armando le ofreci¨® el oro y el moro. Lorenzo sab¨ªa ya en ese momento que no se ir¨ªa.
De cualquier forma, como en el caso de Menotti, aparte de las exigencias econ¨®micas, el ?Toto? pide cambios sustanciales en el enfoque del club para firmar por dos,a?os m¨¢s. Y eso supone mucho dinero, naturalmente. Quiere que se le nombre ?manager? de todas las divisiones para reestructurarlas y varias cosas m¨¢s. Pide, por ejemplo, que se abra una oficina de relaciones p¨²blicas, a cargo de un profesional pol¨ªglota, el cual tendr¨ªa como cometido el enlace con el f¨²tbol del mundo y los medios de difusi¨®n. Asimismo organizar¨ªa una filmoteca con las pel¨ªculas de los partidos internacionales m¨¢s interesantes y llevar¨ªa un complejo fichero de futbolistas de todas las latitudes. Es intenci¨®n de Lorenzo que el semillero del club lo manejen dos t¨¦cnicos y dos preparadores f¨ªsicos de reconocida capacidad profesional.
Para paliar tama?os gastos, el controvertido presidente del Boca, Alberto J. Armando, ha ideado un plan. Todo se solventar¨ªa con el aporte de los sufridos hirrchas, los cuales dar¨ªan dos d¨®lares - 140 pesetas- cada uno. De todas formas, el ¨¦xito final de la campa?a, una vez m¨¢s, residir¨¢ en los socios acaudalados y sus donaciones. Actualmente los directivos del Boca dicen que todo marcha a las mil maravillas, pero s¨ª se hace memoria no se puede olvidar lo ocurrido hace unos a?os. Entonces, el presidente del club prometi¨® construir una ciudad deportiva para la que utiliz¨® entre otras gestiones, una t¨®mbola, que seg¨²n ¨¦l financiar¨ªa todo. De ella, sin embargo, s¨®lo salieron unas cuantas construcciones y demasiadas acciones judiciales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.