El alijo de armas hallado en Pontevedra era para la extrema derecha portuguesa
Los cuatro portugueses detenidos por la polic¨ªa espa?ola en Tuy (Pontevedra) el pasado mi¨¦rcoles, relacionados con un hallazgo de armas, son miembros de la extrema derecha lusitana, seg¨²n se confirm¨® ayer en Portugal. Los detenidos son un ex agente de la PIDE (la polic¨ªa pol¨ªtica salazarista) y tres antiguos agentes de la Guardia Nacional Republicana (GNR).
El alijo de armas, que se almacenaba en Tuy desde 1975, estaba destinado, seg¨²n informaciones oficiosas, a la extrema derecha portuguesa, algunos de cuyos miembros se refugiaron en la zona fronteriza de Espa?a con Portugal, en Galicia, a ra¨ªz de la revoluci¨®n de 1974, que acab¨® con el r¨¦gimen salazarista. Estos ultraderechistas pod¨ªan haber sido los que guardaron los 92 fusiles del tipo M 16 y los 25.000 cartuchos descubiertos por la polic¨ªa espa?ola.Seg¨²n informa Gerardo G. Mart¨ªn desde Galicia, el descubrimiento del alijo da consistencia a los rumores que circularon durante los ¨²ltimos a?os en el sentido de que grupos relacionados con el general Sp¨ªnola y otros militares derechistas ten¨ªan aquella zona de Espa?a como una de sus bases de operaciones.
De acuerdo con informaciones publicadas ayer en Portugal y recogidas por nuestra corresponsal Nicole Guardiola, el dep¨®sito que se manten¨ªa en Tuy hab¨ªa sido constituido, en efecto, para abastecer a los activistas del Movimiento Democr¨¢tico de Liberaci¨®n de Portugal (MDLP), organizaci¨®n dirigida desde el exilio por el general Antonio de Sp¨ªnola y un ex oficial de las fuerzas armadas portuguesas, Alpoin Galv¨¢n. La existencia de un n¨²cleo exterior de apoyo a la reacci¨®n portuguesa hab¨ªa sido denunciado por las autoridades militares lusitanas en la primavera de 1975. El regreso del general Sp¨ªnola, que volvi¨® a Portugal de su exilio en 1976, hizo que esta denuncia cayera en el olvido. Asimismo, a ambos lados de la frontera se hizo caso omiso de la permanente actividad clandestina de un llamado Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Portugal.
Para los sectores de opini¨®n mas conservadores de Portugal, ambas organizaciones clandestinas no pasaban de ser una invenci¨®n de los militantes izquierdistas y del Partido Comunista para justificar la escalada revolucionaria verificada en marzo de 19,75. Cuando el general Sp¨ªnola volvi¨® a Portugal, desde Brasil, no fue ni siquiera interrogado acerca de sus actividades como dirigente del MDLP. Sin embargo, se sab¨ªa que los santuarios de los grupos terroristas de extrema derecha de Portugal no hab¨ªan sido descubiertos a¨²n, y que el contrabando de armas entre Portugal y Espa?a segu¨ªa realiz¨¢ndose, aunque su ritmo fuera menor.
A mediados de 1978 fueron detenidos cuatro portugueses, acusados de figurar en grupos de extrema derecha del norte de Portugal y sospechosos de participar en el citado tr¨¢fico de armas. La noticia se difundi¨®, pero se silenci¨® r¨¢pidamente. Al mismo tiempo, la prensa de derechas de Portugal insist¨ªa en la existencia de: supuestas relaciones entre organizaciones extremistas espa?olas, como ETA y GRAPO, con la extrema izquierda lusitana. Uno de esos peri¨®dicos lleg¨® a revelar hace un mes la existencia de un plan de la ETA para raptar en territorio portugu¨¦s al presidente del Partido Social Dem¨®crata, Sa Cameiro, y al hijo mayor del presidente Eanes. El mismo sector period¨ªstico daba hace d¨ªas gran importancia a una llamada telef¨®nica recibida desde Barcelona, en la que un supuesto. portavoz de la Triple A denunciaba la existencia de puntos de apoyo y de refugios de la ETA en territorio portugu¨¦s.
Las detenciones ahora realizadas en Galicia pueden se?alar el arranque de una cooperaci¨®n activa entre las fuerzas polic¨ªacas de ambos pa¨ªses para luchar contra el terrorismo de cualquier signo. Esta cooperaci¨®n fue uno de los temas abordados en las entrevistas celebradas el pasado a?o por Mart¨ªn Villa con el entonces ministro socialista de Gobernaci¨®n de Portugal, Jaime Gama.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.