Malestar por las sanciones del partido de Badalona
El Comit¨¦ de Competici¨®n de la Federaci¨®n Espa?ola de Baloncesto, reincidente por en¨¦sima, vez, est¨¢ propiciando con su forma de proceder que cada vez sean m¨¢s frecuentes y graves los incidentes y esc¨¢ndalos en las canchas de baloncesto. De inadmisible se puede calificar su postura en relaci¨®n al partido Joventut-Real Madrid del pasado domingo, que ha creado malestar a todos los niveles. Sus decisiones hacen pensar que en ning¨²n momento ha tomado conciencia de lo que all¨ª se vivi¨® y pas¨®.Sancion¨® a Meister con dos partidos- sanci¨®n justa- aunque no lleg¨® a consumar la agresi¨®n que se le imputa. Resulta pol¨ªtica y convencional la multa al Madrid como club, pues jugando fuera no hizo nada recriminable. Resulta rid¨ªculo que Slavnic tenga un partido de sanci¨®n cuando ni siquiera fue castigado con una t¨¦cnica en todo el partido. Es evidente que no se tiene en cuenta para nada el acta arbitral ni el informe de los ¨¢rbitros, que a partir de ahora no tendr¨ªa nada de particular se negasen a redactar actas o remitir informes. El Comit¨¦ est¨¢ para ser juez, pero no para tomarse la justicia por su mano, que es bien distinto, y que es lo que ha hecho en esta y mil ocasiones m¨¢s.
Por otro lado resulta que la ?entrada tumultuaria?, como el mismo Comit¨¦ admite, de espectadores al campo con agresi¨®n a jugadores del equipo rival ?s¨®lo? cuesta 75,000 pesetas, pese a admitir que ya pls¨® en otra ocasi¨®n en esta misma temporada. Hay que pregunt¨¢r al comit¨¦, para que todo el mundo sepa a qu¨¦ atenerse, qu¨¦ es lo que tiene que pasar en una cancha para que ¨¦sta sea clausurada. Es f¨¢cil adivinar que su contestaci¨®n, si es que la tiene, va a satisfacer a muy pocos. Pero no es nuevo todo esto ya que no hace mucho tiempo el Matar¨® fue multado con 15.000 pesetas porque un grupo de seguidores mandaron al ¨¢rbitro del encuentro a una cl¨ªnica; recientemente el Arquitectura de Madrid sufri¨® en Badajoz lo mismo que el Madrid en Badalona y ante la invasion y agresiones se retir¨® como pudo a los vestuarios y no volvi¨® a salir. El Comit¨¦ le dio el partido por perdido y adem¨¢s le quit¨® un punto de la clasificaci¨®n, todo por querer salvar su integridad f¨ªsica. Es decir, se sanciona m¨¢s al que se defiende del delincuente que al que hace el delito.
EL PA?S estuvo presente en el Joventut-Madrid y puede afirmar rotundamente que el ¨¢rbitro principal, Jos¨¦ Angel Garate, adem¨¢s de cuajar una gran labor, se mantuvo en los momentos dif¨ªciles en un magn¨ªfico tono de serenidad y siempre supo estar a la altura de las circunstancias. Quiz¨¢s su actitud y la de las fuerzas del orden p¨²blico, que en ning¨²n momento hicieron acto de presencia en la cancha, consiguieron que aquello no acabara en una batalla campal como evidentemente cierto sector del p¨²blico pretend¨ªa. Totalmente injusta, pues, la sanci¨®n al colegiado, al que, adem¨¢s, se le desautoriza, creando con ello un grave precedente.
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