La "v¨ªa media" en Argelia
LA ?V?A media? que parece haber elegido el Frente Nacional de Liberaci¨®n argelino, al designar, sucesor de Bumedian al coronel Benjedid Chadly, representa una posibilidad considerablemente dudosa. Estar¨ªa en la sem¨¢ntica de otras expresiones que se han ido vaciando de sentido desde que se emitieron, con el desgaste del tiempo y el choque con la realidad: ?Tercer Mundo?, ?pa¨ªses no alineados? son ya simples formas de calificar pa¨ªses de variada pobreza y de m¨¢s variada a¨²n opci¨®n Pol¨ªtica, pero en todos los casos muy lejos de lo que fue el sue?o r¨¢pidamente roto en Bandoeng.La designaci¨®n de Chadly ha indicado una imposibilidad de acuerdo sobre nombres m¨¢s considerables: el de Buteflika, ministro de Asuntos Exteriores, y el de Mohammed Yahiaui, cabeza visible de la burocracia del partido. Representar¨ªa el primero la opci¨®n m¨¢s favorable a Estados Unidos; el segundo, la que podr¨ªa considerarse m¨¢s a la izquierda. De ah¨ª a considerar al designado Chadly como el hombre del centro, ?entre el Este y el Oeste?, como repiten los comentaristas, no hay m¨¢s que un paso. Que se da con demasiada facilidad. Chadly es, en primer lugar, el candidato del Ej¨¦rcito. El peso del Ej¨¦rcito en el pa¨ªs y en el aparato del partido no puede medirse estrictamente por el hecho de que tenga seiscientos representantes en el IV Congreso Nacional del FLN, que ha reunido unos 3.000 en total. Es un peso siempre presente en la vida pol¨ªtica argelina, y muy especialmente desde la muerte de Bumedian. El Ej¨¦rcito argelino se form¨® en la guerra de independencia frente a Francia y, aparte de algunos mandos procedentes de las escuelas militares francesas, fue formado por guerrilleros, a veces instruidos en pa¨ªses m¨¢s o menos lejanos, pero surgidos del pueblo y de las clases medias. Parec¨ªa el ideal mao¨ªsta de la mezcla de ej¨¦rcito y pueblo; pero en los a?os transcurridos desde la liberaci¨®n -1962- el Ej¨¦rcito se ha ido depurando, cerrando en s¨ª mismo, profesionalizando y constituyendo una casta a la que no es, muy dificil definir como conservadora, en un sentido amplio de la palabra. Si la designaci¨®n de Chadly supone, como parece seguro, la elecci¨®n del Ej¨¦rcito, ello significa un paso contrario a lo que parec¨ªan los ¨²ltimos designios de Bumedian: una entrega mayor de poder a los civiles, unas formas electorales m¨¢s abiertas, una vigorizaci¨®n de la Constituci¨®n y una divisi¨®n de poderes. Puede que esta divisi¨®n aparezca pr¨®ximamente una vez confirmada la designaci¨®n en la elecci¨®n popular -puramente simb¨®lica, porque el elector s¨®lo puede optar por el candidato ¨²nico-, y que en pu estos de responsabilidad surjan algunos de los nombres manejados en el Congreso, como los citados de Buteflika y de Yahiaui. Va probablemente a disolverse el Consejo de la Revoluc¨ª¨®n, va a ser reemplazado por una ?direcci¨®n colegiada? -un comit¨¦ central con su bur¨® pol¨ªtico-, va a nombrarse un primer ministro y un vicepresidente; pero no ser¨¢ probablemente exacto considerar estas modificaciones corno una difusi¨®n del poder que antes ten¨ªa Bumedian, sino m¨¢s bien como una divisi¨®n entre las tendencias civiles, sujetas por la mano fuerte del Ej¨¦rcito.
?Significa esto una ?v¨ªa media?? Argelia est¨¢ en un torbellino pol¨ªtico, econ¨®mico y social. Lo est¨¢ por su situaci¨®n internacional, por sus fronteras marroqu¨ªes siempre amenazadas; lo est¨¢ porsu implicaci¨®n en elgian tema del petr¨®leo, en el enfrentamiento del Oriente Pr¨®ximo, en las cuestiones africanas y en la gran cuesti¨®n Este-Oeste, que cada d¨ªa toma perfiles m¨¢s acusados a partir de las modificaciones chinas. Lo est¨¢ en su pol¨ªtica interior, en las tendencias que tienden a capitalizar las nuevas riquezas y las ofertas exteriores, en la nueva clase surgida desde la revoluci¨®n, en las necesidades de modificaci¨®n de costumbres y de sistema de vida reclamados por las juventudes urbanas, y en la discusi¨®n sobre la eficacia de la autogesti¨®n y de la ayuda sovi¨¦tica. Los problemas de ense?anza, reparto de la riqueza, vivienda, producci¨®n agraria no han sid¨® resueltos todav¨ªa por la revoluci¨®n, y hay una impaciencia. considerable por resolverlos. De todos estos sectores no es f¨¢cil sacar un punto medio, un centro de gravedad. La toma de poder m¨¢s definida por el Ej¨¦rcito indica, sobre todo, un intento de contenci¨®n de las posibles divisiones que pod¨ªan estallar a la muerte de Bumedian y las discusiones que podr¨ªa producir un poder civil.
La designaci¨®n de Chadly es el principio de una serlede modificaciones en el discurrir hist¨®rico de Argelia, que no van a reflejarse en unos c¨¢mbios administrativos. El tiempo dir¨¢ hacia qu¨¦ extremo se inclina la ?v¨ªa media?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.