"300 millones" arrasa con la ciencia y la tecnolog¨ªa

300 millones est¨¢ alcanzando las cotas m¨¢s surreales de la ya de por s¨ª alucinante TVE. No se trata de un calificativo gratuito o caprichoso, sino la constataci¨®n de unos hechos, de unos programas. El ¨²ltimo de los vistos, emitido el pasado domingo, 4 de febrero, roz¨® los l¨ªmites de la genialidad inconsciente. Nos explicaremos:Una de las secuencias m¨¢s divertidas del cine c¨®mico es la del consejo de profesores universitarios que preside, en calidad de rector, Groucho Marx. En una l¨ªnea similar a Sopa de ganso, cabe citar el Consejo de Ministros convocado por el presidente de Uganda, y realizado en cine en la pel¨ªcula documental Idi Amin Dada. Lo fascinante de las dos secuencias es que la pol¨ªtica -ese tinglado mitificado por los propios protagonistas- se mostraba en un terreno mucho m¨¢s prosaico, cotidiano y, por tanto, desmitificador. 300 millones puede ya vanagloriarse de haber conseguido lo mismo con la ciencia y la tecnolog¨ªa. No se puede desmitificar m¨¢s a la investigaci¨®n cient¨ªfica que lo que hicieron cinco eminentes funcionarios de distintos pa¨ªses latinoamericanos. Una vez clausuradas las Primeras Jornadas Iberoamericanas de Ciencia y Tecnolog¨ªa, los surreales decidieron incluirlo en su programa. Una mesa. Cinco invitados: Manuel Prado y Col¨®n de Carvajal, presidente del organismo que convoc¨® las mencionadas jornadas; Valent¨ªn Sol¨®rzano, ministro de Econom¨ªa de Guatemala; Fanny Chalbaud, directora de Unidad de Transferencia de Tecnolog¨ªa de Venezuela; Efrain Otero Ruiz, gerente del Fondo Colombiano de Investigaci¨®n y Proyectos Especiales, y el profesor Leloir, premio Nobel de Qu¨ªmica de 1970 y aut¨¦ntica rara avis en aquella mesa.

Para que se hagan una idea de lo que all¨ª se habl¨®, y pi¨¦nsese que el tema era la investigaci¨®n cient¨ªfica y tecnol¨®gica latinoamericana, vale de muestra un resumen que no pretende ser exhaustivo: el ministro de Econom¨ªa de Guatemala, Somoza, declar¨® su perplejidad ante lo mucho que se investiga en su continente. Tuvo la honradez de confesar que hasta llegar a Madrid no sab¨ªa lo que se hac¨ªa en Am¨¦rica Latina que, por razones obvias, no es mucho, lamentablemente. La se?orita venezolana cont¨® con mucho menos tiempo que sus compa?eros de mesa para se?alar que, si se quer¨ªa, se pod¨ªan volver a reunir para nombrar un organismo multinacional latinoamericano, con nombres y apellidos, que se encargara de la investigaci¨®n. Efrain Otero, alto funcionario colombiano, aprovech¨® su turno para explicar que lo que le gustar¨ªa de verdad ser¨ªa el conocer a Guadalupe Enr¨ªquez, presentadora del programa. El se?or Leloir, abochornado por lo que se o¨ªa, se limit¨® a pedir un poco m¨¢s de ayuda para la investigaci¨®n fundamental no s¨®lo la aplicada. El presidente del Centro Iberoamericano de Cooperaci¨®n cerr¨® el turno de intervenciones agradeciendo a Dios la creaci¨®n del ser humano.

El resto del programa apenas merece comentario. Una encadenaci¨®n de canciones y muestrarios de la rica y variada artesan¨ªa lugare?a, aderezado por peque?os documentales de las distintas embajadas.