Nueva y vieja econom¨ªa

Yo soy un ?viejo economista?. Me he educado en la inquietud cient¨ªfica por el conocimiento de la realidad. He estudiado el pensamiento econ¨®mico con la atenci¨®n suficiente como para aprender a separar lo manifiestamente falaz de lo presumiblemente cierto. He argumentado con pasi¨®n, sin por ello ofuscarme en mis errores, que nunca me negu¨¦ a rectificar. He considerado en todo momento la relatividad de las cosas y la menor o mayor amplitud de mis conocimientos al respecto. He tratado de anteponer siempre la honradez intelectual a las prebendas de las canonj¨ªas.En virtud de todo ello, yo mismo me etiqueto de ?viejo economista?. No quiero que por mi relativa juventud cronol¨®gica se me confunda con esos, as¨ª llamados ?nuevos economistas?. Alguien tal vez menos respetuoso que yo, les tildar¨ªa de embaucadores, de sofisticada creaci¨®n de los mass-media publicitarios, y no les dedicar¨ªa mayor atenci¨®n. Por mi parte, no me atrevo a tanto. Por eso les dedico con todo afecto, estas l¨ªneas.