Irregularidades en la Escuela de Magisterio de la Aut¨®noma de Barcelona
Para evitar que quedaran vacantes plazas de profesorado estatal de EGB de adscripci¨®n directa, el equipo de direcci¨®n de la Escuela Universitaria de Profesorado de EGB de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona rectific¨® de forma sistematizada las actas de los ex¨¢menes finales, aumentando las notas obtenidas por varios alumnos. El conocimiento de esta grave irregularidad provoc¨® una gran preocupaci¨®n en el rectorado de aquella Universidad, ajeno a las irregularidades, pero que, no obstante, decidi¨® hacer lo posible para evitar que el tema tuviese trascendencia p¨²blica.
El 10% del alumnado de cada promoci¨®n de las escuelas universitarias de profesorado de EGB pasan, al terminar sus estudios, a ser profesores estatales; pero para ello es preciso que hayan obtenido una calificaci¨®n media muy alta. Para evitar que quedaran sin cubrir algunas de las plazas que correspond¨ªan a la escuela de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, el equipo de direcci¨®n de aquella escuela, cuya figura m¨¢s destacada es adem¨¢s vicerrectora adjunta, rectific¨® las actas de los ex¨¢menes de final de curso, en forma tan apreciable que incluso el trabajo que ello acarre¨® motiv¨® una queja del personal no docente (PND) encargado de ejecutar la operaci¨®n.La irregularidad trascendi¨® de forma trivial, y no premeditada. Resulta que el jefe de personal de la citada Universidad, Mariano Sazatornil, convoc¨® una reuni¨®n de jefes de secretar¨ªa de las diferentes facultades y escuelas universitarias con el fin de racionalizar el trabajo administrativo. La jefa de secretar¨ªa de la Escuela de Profesorado, Ana Soler, aludi¨® al trabajo suplementario que implicaba la sistem¨¢tica rectificaci¨®n y reelaboraci¨®n de las actas de los ex¨¢menes de final de curso. La alusi¨®n a esta cuesti¨®n fue hecha sin ninguna intencionalidad; pero despert¨® la curiosidad de los asistentes a la reuni¨®n, que pidieron que ampliase el tema.
Ante la presumible gravedad de lo expuesto, el jefe de personal inform¨® r¨¢pidamente al rector, Jos¨¦ Laporte, quien dispuso que el vicerrector de profesorado, Jos¨¦ M. Blecua, y el secretario general de la Universidad, Ismael Pitarch, llevaran a cabo una inspecci¨®n para informarle. La inspecci¨®n confirm¨® plenamente el ins¨®lito e irregular proceder.
No obstante, el rectorado dispuso ¨²nicamente que tal pr¨¢ctica finalizara, al tiempo que expresaba de manera formal su preocupaci¨®n ante el hecho que el PND pudiese informar precisamente a EL PAIS.
Algunas de las fuentes consultadas por EL PAIS apuntaron la posibilidad de que algunos incrementos en las calificaciones hubiesen tenido por base una afinidad pol¨ªtica, atendiendo al claro predominio de la tendencia ?bandera blanca? del Partido Socialista Unificado de Catalu?a (PSUC) entre el profesorado de aquella escuela. Pero todo indica que los incrementos de notas fueron lineales -por lo menos en la inmensa mayor¨ªa de los casos- y afectaron a aquellos alumnos que estaban mejor situados para alcanzar directamente la plaza de profesor estatal.
La revelaci¨®n de la irregularidad produjo una incre¨ªble reacci¨®n contra la jefa de secretar¨ªa, que hab¨ªa expuesto honradamente el problema y que, desde luego, era radicalmente ajena a la irregularidad. Por ello, el conjunto de jefes de secretar¨ªa, e incluso el jefe de personal, suscribieron un escrito defendiendo a la funcionaria, v¨ªctima y no autora de aquella forma de obrar, que hab¨ªa llevado a cabo obedeciendo al equipo de direcci¨®n del centro, del que forma parte la secretaria de la escuela, Mar¨ªa Villanueva. Es tambi¨¦n de recordar que en otras ocasiones recientes el equipo rectoral ha intentado justificar su falta de operatividad adoptando medidas contra el PND.
La escuela donde tuvo efecto la irregularidad posee algunas caracter¨ªsticas muy espec¨ªficas. La primera es la notable ausencia de personal numerario, y la segunda, una organizaci¨®n interna autodenominada ?autogestionaria? y que, de hecho, puede ser paternalista y sectaria. Una pr¨¢ctica concreta es repartir entre el profesorado todo o parte de lo que deber¨ªa ser el sueldo, previamente puesto en com¨²n.
La llegada de un profesor por los caminos oficiales, es decir, que no sea por la cooptaci¨®n de base amistosa o pol¨ªtica, provoca una reacci¨®n contraria. El reci¨¦n llegado debe someterse a las pr¨¢cticas preestablecidas, o bien esperar el ser considerado un enemigo de la presunta ?autogesti¨®n?. Por otro lado, el predominio de la tendencia ?bandera blanca? del PSUC en el profesorado de la escuela es perfectamente conocido, siendo su principal figura Teresa Eulalia Calzada, miembro de los comit¨¦s centrales M PCE y del PSUC y responsable de la comisi¨®n de ense?anza de la direcci¨®n del PSUC. La profesora Calzada fue ya en agosto de 1977 la representante del PSUC en contactos pol¨ªticos mantenidos entre el partido de los comunistas catalanes y el rector Laporte. Este ¨²ltimo actualmente se halla en Berl¨ªn oriental, tomando parte en un congreso del Consejo Mundial de la Paz, entidad de car¨¢cter prosovi¨¦tico.
El predominio de la citada tendencia del PSUC en la Escuela de Profesorado ha sido durante a?os un importante complemento a la existencia de un sindicato espec¨ªfico de ense?antes, al margen de las centrales sindicales.
L¨®gicamente, el profesorado de dicha escuela es el que con mayor entusiasmo defiende la ?congelaci¨®n? de las plazas de profesorado no numerario que, entre tanto, son ocupadas de forma interina.
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