CCOO y la huelga

El folleto difundido el pasado martes por CCOO reproduce en las p¨¢ginas pares gran parte del escrito de UGT, y en las impares, las respuestas del Consejo Sindical de CCOO de RTVE.Para CCOO ?no se lleg¨® a la huelga por nuestra intransigencia, en sentido de culpa, ni fue culpa tampoco de UGT ni de los trabajadores en general, sino exclusivamente por la incompetencia y terquedad de la direcci¨®n ante la justa y razonable petici¨®n trabajadora?. La huelga ?no fue in¨²til, ni sin sentido, ni una aventura?, sino que ?uni¨® a muchos trabajadores? y sirvio ?para que se enviaran las resoluciones?, Las negociaciones previas fracasaron ?porque el director general vio incumplido un pacto realizado con UGT a espaldas de todos los trabajadores? y de ellas se inform¨® durante la asamblea en huelga, que ratific¨® el rechazo de las ofertas de la direcci¨®n por parte del comit¨¦ de huelga, a la que se fue no por catorce d¨ªas de diferencia, sino ?porque la direcci¨®n segu¨ªa empe?ada en informes y cl¨¢usulas?. Seg¨²n el texto de CCOO el ministro de Trabajo calific¨® ?Incomprensible y herm¨¦tica? la actitud del director general y ?si el director general de RTVE no hac¨ªa caso ni del ministro de Trabajo, en un tema laboral, y con huelga de por medio, es porque el director general hac¨ªa caso de alguien que mandaba m¨¢s que el ministro de Trabajo?.

?Nos parece que UGT, en lugar de hacer balance serio de la huelga, est¨¢ haciendo, lisa y llanamente, campa?a electoral contra el PCE?, se dice en otro pasaje en el que se defiende la seriedad de la convocatoria de la huelga como ¨²ltima presi¨®n. ?Por lo visto, para UGT s¨®lo era una broma, un simple ladrido.?

Para CCOO el comit¨¦ de huelga estaba compuesto por representantes de las provincias o regiones en huelga y durante las asambleas de los cuatro d¨ªas, ?UGT no puede acusar a nadie de juego sucio?, porque UGT tambi¨¦n estaba en la mesa y ?a todo el mundo se le dej¨® hablar y decir lo que quer¨ªa?. CCOO niega que se prohibiese hablar a Jes¨²s Prieto, secretario provincial de UGT, sino que ?el mismo Prieto retira su petici¨®n de palabra?. La informaci¨®n de que en Barcelona se hab¨ªa decidido desconvocar la huelga, concluido el tercer d¨ªa, ?se retuvo con el consentimiento de los miembros de UGT en la mesa?, al objeto de que Madrid ?votara con m¨¢s libertad ?. Sobre los trabajadores no pesaba la amenaza del Estatuto Jur¨ªdico, ?necesario, sino las bases de un proyecto de ley de Estatuto muy concreto: el de UCD?.

Despu¨¦s de la huelga, ?el 8 de enero, en excelentes condiciones para el comit¨¦, UGT no asumi¨® la direcci¨®n de las negociaciones, como ellos dicen; simplemente acept¨® la propuesta de la direcci¨®n?. ?La UGT ha visto que la huelga, no ha ido bien para ella. Y ahora trata de recuperar el terreno perdido en la huelga, dirigiendo su balance, precisamente, a los que no fueron a la huelga.?

?CCOO se equivoca a veces; pero s¨®lo se equivoca el que da la cara, el que se arriesga. Y UGT no hace m¨¢s que sindicalismo de papel.? El texto concluye as¨ª: ?Nuestro deseo es superar desuniones y cuchilladas. Nuestro deseo es la unidad.?

Si bien es cierto que UGT y CCOO han llegado a un acuerdo estos ¨²ltimos d¨ªas, dentro del comit¨¦ estatal, a prop¨®sito de una plataforma ¨²nica para las negociaciones de 1979, tambi¨¦n es cierto que se ha ofrecido una vez m¨¢s un triste espect¨¢culo, desde RTVE, a la opini¨®n p¨²blica y, como reconoce el folleto de CCOO, ?sabemos que la direcci¨®n se est¨¢ frotando las manos al ver a los trabajadores d¨¢ndose de bofetadas?.