Moderaci¨®n general en la oferta electoral ante el 1 de marzo

La oferta electoral de los partidos y coaliciones de ¨¢mbito estatal aparece este a?o m¨¢s completa y detallada que en las elecciones del 15 de junio de 1977. Al mismo tiempo, los programas de las nueve opciones presentadas aqu¨ª -que ocupan m¨¢s de doscientas p¨¢ginas- est¨¢n te?idos de un evidente aire de moderaci¨®n, con la ¨²nica nota discordante de algunas propuestas de la extrema izquierda, en la cual se han refugiado los restos de los viejos programas de la ruptura democr¨¢tica.Los textos m¨¢s detallados son los de UCD, PSOE y PCE. Entre los dos primeros existen mayores diferencias que entre los del PSOE y PCE; los dos partidos de la izquierda parlamentaria ofrecen soluciones similares a la mayor parte de los problemas, y las diferencias -derechos de la mujer, programa energ¨¦tico, concepci¨®n sindical, matices econ¨®micos- son menores que las coincidencias. Casi todos los programas adolecen de ambig¨¹edad y sus autores han colocado esl¨®ganes o palabras clave cuando no han desarrollado una oferta program¨¢tica clara: por ejemplo, el programa socialista est¨¢ lleno de referencias a la firmeza, el comunista a la democracia y el centrista a la reforma y a las libertades.

El programa de Coalici¨®n Democr¨¢tica ha sido presentado a la opini¨®n p¨²blica como ?un avance de los principios de su programa de gobierno?. Menciona los grandes temas y las ideas b¨¢sicas de su posible acci¨®n gubernamental, y desciende a detalles en pocas cuestiones. Su objetivo es obtener un desarrollo constitucional ?moderado y reformista, que favorezca la participaci¨®n de los ciudadanos y no s¨®lo de los partidos?.

El programa de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico, mucho m¨¢s extenso que el anterior, trata de presentar las caracter¨ªsticas y prop¨®sitos de su modelo de sociedad, que identifica con el de los pa¨ªses m¨¢s avanzados de Europa occidental, y afirma que esa opci¨®n ?es la mejor ,para Espa?a, porque permite asegurar un futuro de libertad y de progreso?. No contiene ataques directos a otros partidos, pero s¨ª advierte al posible electorado de los partidos de clase que ?nunca alcanzar¨¢n mayores cotas de bienestar y promoci¨®n que bajo la vigencia e inspiraci¨®n de los principios que UCD proclama?.

Para el Partido Socialista Obrero Espa?ol, la cuesti¨®n se plantea en otros t¨¦rminos: la libertadya est¨¢ en nuestras manos, asegura su programa, pero el pa¨ªs padece graves problemas sociales, econ¨®micos y pol¨ªticos, y al mismo tiempo hay que dar soluciones adecuadas a las exigencias de una sociedad democr¨¢tica. Y como acontece que el Gobierno actual no ha gobernado porque, seg¨²n el PSOE, carece de ideolog¨ªa clara, de programa, (de equipo cohesionado y de l¨ªder forjado en la democracia, el Partido Socialista se considera el ¨²nico capacitado para formar un Gobierno con amplio respaldo. De la parte program¨¢tica se desprende que el m¨¦todo a seguir para convertir en realidad sus propuestas es promulgar leyes y otras disposiciones, y para hacerlas cumplir es necesairio estar en el poder.

Por su parte, el Partido Cornunista parte de la idea de que los progresos son el fruto de la pol¨ªtica de concentraci¨®n democr¨¢tica propugnada por los comunistas. Basado, sin duda, en esta concepci¨®n, el PCE propugna la extensi¨®n de dicha pol¨ªtica a gran n¨²mero de problemas; y as¨ª, el programa del PCE prev¨¦ un elevado n¨²mero de consejos, comit¨¦s y organismos democr¨¢ticos de todo tipo, adem¨¢s de las asambleas legislativas y Gobiernos auton¨®micos.

Por sectores, puede destacarse la importancia que las diversas opciones conceden a los temas de terrorismo y seguridad, derechos c¨ªvicos y familia, y la cuesti¨®n econ¨®mica, todos ellos problemas de candente actualidad o pr¨®ximos a dar lugar a batallas importantes en el seno de la sociedad espa?ola, como puede ser la reforma de la legislaci¨®n familiar, el divorcio y el aborto.

En cambio, llama la atenci¨®n el escaso detalle que se da en los programas a la regulaci¨®n de las autonom¨ªas. Todos los programas hablan de la descentralizaci¨®n, aplicaci¨®n de las autonom¨ªas, solidaridad interregional, etc¨¦tera, pero casi no aparecen medidas concretas. Ello parece reflejo de la prudencia con que los partidos estatales abordan estos problemas.

Por el contrario, es evidente la preocupaci¨®n que se muestra por resolver el problema terrorista, si bien m¨¢s en cuanto elemento desestabilizador del conjunto pol¨ªtico que como problema que, al menos en lo que toca a su causa pr¨®xima m¨¢s importante, esto es, ETA, hunde profundamente sus ra¨ªces en el tema auton¨®mico.

Asimismo, es evidente tambi¨¦n la preocupaci¨®n por la problem¨¢tica econ¨®mica, en sus dos vertientes principales de crisis del sistema y paro. Es necesario observar que los programas de la derecha, y en particular el de UCD, hacen hincapi¨¦ antes en la inflaci¨®n, como manifestaci¨®n de la crisis, para desde su consideraci¨®n atacar el problema paro. ?No puede resolverse el paro sin resolver la inflaci¨®n?, dice concretamente UCD.

Por el contrario, la izquierda insiste ante todo en resolver el paro. As¨ª, el PSOE pone como objetivo prioritario un programa de empleo y protecci¨®n contra el paro, mientras el PCE propone directamente la creaci¨®n de 300.000 puestos de trabajo al a?o por medio de la ampliaci¨®n del sector p¨²blico.

Finalmente, se observa una gran atenci¨®n a la pol¨ªtica familiar y la legislaci¨®n en este campo. Todos los partidos, con pocas excepciones, proponen medidas y reformas. Entre estas destacan las dedicadas a la mujer casada, sector al que todas las opciones dirigen ofertas y promesas.

Dentro de este apartado, tambi¨¦n, se presta atenci¨®n especial al divorcio y al aborto. En general, la derecha se opone radicalmente al aborto y al divorcio, aunque este ¨²ltimo tema UCD -precisamente en l¨ªnea con la opini¨®n de la jerarqu¨ªa cat¨®lica- no parece rechazarlo, sino en todo caso no est¨¢ dispuesto a admitir su regulaci¨®n por mutuo acuerdo. El PSOE pide el divorcio, pero no especifica su car¨¢cter, y el PCE y la mayor¨ªa de los grupos a su izquierda propugnan el sistema del mutuo acuerdo.