?Qu¨¦ pretende Bandera Roja?
Secretario general de la OCE (Bandera Roja)El Gobierno ha convocado elecciones generales, primero, y municipales, inmediatamente despu¨¦s. Dice que para actuar democr¨¢ticamente, de acuerdo con la Constituci¨®n. Es falso. Las razones de la convocatoria electoral son la debilidad del Gobierno Su¨¢rez y su demostrada incapacidad de hacer frente a la grave crisis econ¨®mica que atraviesa el pa¨ªs.
Su¨¢rez, gracias a la colaboraci¨®n del PSOE y el PCE, ha conseguido el paso del franquismo a la democracia mon¨¢rquica manteniendo intacta la misma estructura del poder anterior, al servicio exclusivo del gran capital. La corrupci¨®n del r¨¦gimen de Franco ha sido heredada por el nuevo. Las libertades conquistadas tienden a ser vaciadas de todo contenido ¨²til a la liberaci¨®n de los trabajadores y pueblos de Espa?a, la actual ley Antiterrorista es la mejor prueba de ello.
Estas elecciones ser¨¢n muy distintas de las del 15 de junio. Las ilusiones se han roto y la realidad es demasiado dura para que las falsas promesas despierten el entusiasmo del pueblo. Hoy se han formado dos campos. El campo del capital, de los que apoyan a la Monarqu¨ªa. Y el campo de los trabajadores, del pueblo.
La situaci¨®n de los trabajadores ha empeorado durante este tiempo. El paro, que afecta ya a mill¨®n y medio, es una aut¨¦ntica plaga social. El coste de la vida contin¨²a subiendo. El campo est¨¢ abandonado. La peque?a industria, sin ning¨²n tipo de apoyo estatal, entra en bancarrota ante la voraz competencia de los grandes monopolios. El sector estatal de la econom¨ªa es vendido al imperialismo (SEAT, Pegaso-Sava, Mevosa ... ) ante el silencio y la aceptaci¨®n de los nuevos parlamentarios. Las ?contrapartidas? de los pactos de la Moncloa han quedado en un simple papel mojado, descubriendo as¨ª lo que significa el llamado pacto social.
Pero los pactos, consensos y componendas han llegado a su l¨ªmite. El fracaso del Gobierno Su¨¢rez ante la crisis econ¨®mica, el r¨¢pido aumento del desenga?o popular y la exasperaci¨®n social han hecho imposible la continuidad del Gobierno UCD.
Estas son las razones que han obligado a la convocatoria de las nuevas elecciones.
El gran capital y el imperialismo necesitan ahora un Gobierno fuerte que mediante el control pleno del Parlamento, imponga una dura pol¨ªtica de austeridad social o, mejor dicho, de sobreexplotaci¨®n y opresi¨®n de los trabajadores como la ¨²nica v¨ªa que tiene el capital para hacer frente a su propia crisis.
Para ello precisa que los partidos burgueses organicen mejor sus filas, y situar ya al PSOE como una fuerza de relevo posible para la gesti¨®n de los negocios de la burgues¨ªa, contando con el apoyo y colaboraci¨®n del PCE. Necesita un Gobierno de coalici¨®n, con amplia base de apoyo, que imponga una aut¨¦ntica dictadura parlamentaria sobre el pueblo.
Ello no ser¨¢ f¨¢cil. El campo burgu¨¦s va a estas elecciones m¨¢s dividido que en la anterior ocasi¨®n. Las fuerzas derechistas van separadas en dos grandes bloques: por un lado, la Coalici¨®n Democr¨¢tica de Fraga-Areilza; por el otro, UCD. Las burgues¨ªas medias de Catalunya y Euskadi tienden a distanciarse del poder central, agrupadas en torno a Convergencia Democr¨¢tica y PNV.
La divisi¨®n de voto puede dar lugar a un Gobierno de coalici¨®n a¨²n m¨¢s d¨¦bil que el de UCD, lo que ocasionar¨ªa un desgaste r¨¢pido del mismo. Incluso una alianza UCD-PSOE se ver¨ªa, de hecho, corro¨ªda por las presiones de la Coalici¨®n Democr¨¢tica, por un lado, y el PCE, por el otro. Y ello sin contar con la oposici¨®n de las fuerzas revolucionarias y populares.
Estas elecciones deben despejar el camino a una pol¨ªtica comunista que sirva a los intereses y necesidades de los trabajadores. A una pol¨ªtica capaz de hacer converger las luchas actuales en la perspectiva de la revoluci¨®n socialista. A una pol¨ªtica para forjar la unidad obrera y popular contra el capital.
Se trata de desenmascarar los planes de la burgues¨ªa para levantar frente a ellos una amplia oposici¨®n popular. Se trata de rechazar el nuevo plan energ¨¦tico previsto, basado en la multiplicaci¨®n de centrales nucleares. Impedir la continua venta d¨¦ empresas estatales y privadas al imperialismo, exigiendo su nacionalizaci¨®n. Luchar contra el paro que sirve de chantaje social para mantener salarios de miseria. Y combatir el abandono y deterioro del campo, que facilita la penetraci¨®n del capital monopolista en el mismo, para conseguir la tierra para quien la trabaja y la planificaci¨®n de la producci¨®n agraria.
Porque, hoy por hoy, la ¨²nica pol¨ªtica del gran capital ante la crisis consiste en una dependencia superior del imperialismo americano, el reforzamiento de los monopolios, y el cargar los costes de la crisis a los trabajadores.
Desde los barrios, las f¨¢bricas y los pueblos es preciso enfrentarse a esta pol¨ªtica. Y parar los pies a la burgues¨ªa. Impedir la pol¨ªtica de pactos y subordinaciones. Imponer las reivindicaciones de los trabajadores. Nuestros objetivos en esta campa?a electoral son:
1. Avanzar una pol¨ªtica comunista, un programa y unos objetivos que permitan romper los planes del capital, favorecer la mejora de las condiciones de vida y trabajo del pueblo, y abrir el camino hacia la revoluci¨®n socialista.
2. Agrupar a los trabajadores en torno a esta pol¨ªtica y nuestro partido; ampliando as¨ª las bases de influencia y organizaci¨®n comunistas.
3. Preparar las condiciones para la entrada de aut¨¦nticos tribunos comunistas en los ayuntamientos, impulsando la unidad de los comunistas de cada localidad en las elecciones municipales.
Aunque dif¨ªcil, la entrada de diputados comunistas al Parlamento ser¨ªa un gran paso adelante para los intereses del pueblo y de la revoluci¨®n.
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