El neutralismo indio, ante un nuevo reto
Cualquiera que sea el desenlace de los acontecimientos pol¨ªticos en Ir¨¢n, su curso no afectar¨¢ al rumbo de la pol¨ªtica exterior de su poderoso vecino, India. Este es el criterio existente en el Ministerio de Asuntos Exteriores de India, que, no obstante, observa detenidamente y con mucha atenci¨®n los hechos que acaecen en Ir¨¢n.India, con sus 626 millones de habitantes, casi tres millones y medio de kil¨®metros cuadrados de superficie, su mosaico de razas y religiones, no tiene frontera con Persia, si bien se trata de dos imperios cuya influencia rec¨ªproca a lo largo de la historia ha sido notable. Buena prueba de ello es la comunidad musulmana chiita existente en India, fundamentalmente en los estados de la cuenca del Ganges, que componen uno de los n¨²cleos musulmanes m¨¢s importantes de la Uni¨®n India; de los setenta millones de seguidores de Mahoma que hay en India, veinte millones pertenecen a la comunidad chiita.
En el terreno cultural y ¨¦tnico, las afinidades son tambi¨¦n relevantes. En todas las universidades hind¨²es se cursan estudios del farsi, vieja lengua persa que ocupa en los planes de estudio el papel que el griego cl¨¢sico o el lat¨ªn desempe?an en las universidades europeas. En cuanto a las etnias, persas e hind¨²es proceden de una misma comunidad racial de ra¨ªz indocuropea.
En la actualidad, los v¨ªnculos indo-iran¨ªes se han polarizado alrededor de la cooperaci¨®n comercial y econ¨®mica, desarrollada a trav¨¦s de acuerdos que abarcaban aspectos incluso relativos a la energ¨ªa at¨®mica. En los ¨²ltimos a?os, el grueso de las importaciones de India desde Ir¨¢n -con un volumen monetario de 5.000 millones de rupias, 50.000 millones de pesetas- se centraba sobre el petr¨®leo. De los diecis¨¦is millones de toneladas importadas anualmente por el Gobierno de Nueva Delhi, casi siete millones proced¨ªan de los pozos iran¨ªes, hasta que las huelgas populares seguidas para el derrocamiento del sha han paralizado las extracciones. La incertidumbre existente en India sobre este aspecto le ha llevado a mantener conversaciones con los Gobiernos de Irak y Arabia Saudita, para proveerse de petr¨®leo, y se ha sabido recientemente que el Gobierno hind¨² se ha visto obligado a comprar a Estados Unidos gasolina, con el fin de cubrir el consumo de su Ej¨¦rcito.
Comienzan a sentirse los efectos de las promesas, ahora truncadas, del sha de contribuir con fuertes inversiones al desarrollo del sector industrial en algunas ¨¢reas del pa¨ªs hind¨². En el ¨²ltimo de los cinco viajes girados por el ahora exiliado sha Reza Pahlevi a India, prometi¨® una inversi¨®n superior a los mil millones de d¨®lares -70.000 millones de pesetas- en un proyecto de explotaci¨®n conjunto indo-iran¨ª de los ricos yacimientos de mineral de hierro existentes al suroeste de la pen¨ªnsula indost¨¢nica, en el estado de Mysore.
India vende anualmente a Ir¨¢n importantes partidas de carne de cabra, t¨¦, arroz y maquinaria, si bien estos contingentes no igualan el volumen econ¨®mico que para Nueva Delhi suponen sus importaciones de petr¨®leo iran¨ª.
Acogida favorable a la retirada iran¨ª del CENTO
En el plano pol¨ªtico, India ha recibido con satisfacci¨®n el anuncio de la retirada de Teher¨¢n del CENTO, la afianza militar-defensiva -en la pr¨¢ctica, inoperante- que vinculaba a Ir¨¢n a su vecino com¨²n Pakist¨¢n, a Turqu¨ªa y Gran Breta?a y, de modo indirecto, a Estados Unidos. Con esta decisi¨®n, una parte de los obst¨¢culos que se ergu¨ªa ante una pol¨ªtica regional de alianzas ha desaparecido, y puede dar paso a una serie de acuerdos m¨¢s espec¨ªficamente vinculada a los intereses de los pa¨ªses de la zona. India, que desde siempre ha encabezado la pol¨ªtica de no alineamiento mediante una pol¨ªtica neutral, que inaugurara Jawarlalil Neliru con su neutralismo din¨¢mico, resulta favorecida por la ausencia iran¨ª del CENTO.
Para los dirigentes hind¨²es, la adscripci¨®n de Teher¨¢n al ¨¢rea de los no alineados, como recientes declaraciones de los l¨ªderes religiosos y de pol¨ªticos isl¨¢micos permiten augurar, fortalecer¨ªa su propia posici¨®n dentro de este movimiento, en el cual su ascendiente ha sido siempre alto. En la ¨²ltima etapa, sobre todo desde el pasado a?o, la pol¨ªtica exterior del Gobierno de Nueva Delhi se ha mostrado muy atenta a las evoluciones e involuciones operadas en el seno de la pol¨ªtica mundial y, m¨¢s espec¨ªficamente, en la asi¨¢tica. Algunos c¨ªrculos han visto en el curso de la pol¨ªtica exterior hind¨² un leve giro hacia posiciones m¨¢s cercanas de Washington que de Mosc¨², desde que el primer ministro de India, el octogenario Morarji Desai, declarara, inmediatamente despu¨¦s de su acceso al poder, que no deseaba relaciones especiales con la Uni¨®n Sovi¨¦tica. En aquella ocasi¨®n se refer¨ªa al pacto suscrito por su pa¨ªs con la URSS en 1971. En l¨ªneas generales, dado el distanciamiento entre Pek¨ªn y Nueva Delhi, que ya se remontaba a los viejos conflictos de Cachemira, Tibet y la frontera nororiental, los hechos acercaban la pol¨ªtica hind¨² a Mosc¨².
Hoy, por el contrario, la aproximaci¨®n entre chinos y norteamericanos se ve con buenos ojos desde algunos sectores pol¨ªticos. La pr¨®xima semana, y durante ocho d¨ªas, el ministro de Asuntos Exteriores, se?or Vajpayee, visitar¨¢ China en la primera ocasi¨®n que un ministro hind¨² gira a Pek¨ªn desde hace diecisiete a?os. Hay que recordar que desde 1962 hasta 1977 ambos pa¨ªses carec¨ªan de embajadores en sus respectivas capitales.
No obstante, el propio titular de las relaciones exteriores del pa¨ªs indost¨¢nico ha se?alado reiteradamente que la aproximaci¨®n de India a China no se realizar¨¢ a expensas de alejarse de la URSS.
La pol¨ªtica exterior de India se presenta, pues, como dual. De una parte, la proclividad hacia Washington y Pek¨ªn es manifiesta en esta etapa y, de otra, la r¨²brica, en marzo de 1978, de un importante tratado de cooperaci¨®n con la URSS, mediante el cual se le ofrec¨ªa a Nueva Delhi cemento, petr¨®leo y carb¨®n, permite imaginar que India no va a descuidar su atenci¨®n de Mosc¨², pese a las cautelas de algunos de los dirigentes hind¨²es del Partido Janata, hoy en el Gobierno, y de un sector gubernamental.
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