FAGC: "La prohibici¨®n es un contrasentido y pensamos recurrir"
?Preve¨ªamos la denegaci¨®n de nuestro Frente por parte del Ministerio del Interior. Por una parte, a un partido de derechas le cuesta mucho asumir un problema como el nuestro, y por otra, est¨¢n las elecciones. El que UCD legalizase una organizaci¨®n de "maricones" le restar¨ªa votos, manifest¨® a EL PAIS Roger de Gaimon, seud¨®nimo del m¨¢ximo dirigente del FAGC (Front d'Alliberament Gai de Catalunya) y que corresponde a la persona de un prestigioso heraldista catal¨¢n.
?La prohibici¨®n es un contrasentido -se?ala Roger de Gaimen- porque cada d¨ªa se permite m¨¢s el aspecto consumista de la homosexualidad. Cada d¨ªa se abren nuevos bares y las revistas sobre el tema aumentan. En definitiva, podemos decir que se ampl¨ªa el "ghetto".?
Seg¨²n el dirigente del FAGC, el Gobierno de UCD deber¨ªa tomar el ejemplo de Europa. ?En los pa¨ªses democr¨¢ticos de Europa -dice-, algunas de las organizaciones de homosexuales son declaradas de utilidad p¨²blica. En Holanda, por ejemplo, la principal organizaci¨®n -el COC- est¨¢ declarada de utilidad p¨²blica y recibe una subvenci¨®n del Ministerio de Cultura.?
Pol¨ªtica de recursos
El FAGC recurrir¨¢ contra la denegaci¨®n ministerial. En el plazo de un mes piensa presentar un recurso de reposici¨®n en la Direcci¨®n General de Pol¨ªtica Interior. Despu¨¦s, si ¨¦ste es rechazado, recurrir¨¢n al contencioso-administrativo, al Tribunal Supremo y, cuando sea creado, al Tribunal de Garant¨ªas Constitucionales. Tambi¨¦n piensa poner los hechos en conocimiento del Tribunal Internacional de Derechos Constitucionales de La Haya.?Creemos -explica el dirigente del FAGC- que la denegaci¨®n es una aplicaci¨®n restrictiva de los art¨ªculos 431 y 432 del C¨®digo Penal, relativos al esc¨¢ndalo p¨²blico. En concreto, la denegaci¨®n se basa -aparte de un informe desfavorable del Gobierno Civil de Barcelona- en nuestro programa, y, concretamente, en donde dice que el Frente tiene como misi¨®n ?desarrollar cuantas actividades vayan dirigidas a la consecuci¨®n de la liberaci¨®n sexual en su totalidad, mediante la superaci¨®n de la represi¨®n individual, la supresi¨®n de la marginaci¨®n homosexual, reivindicaci¨®n de la sexualidad plural, la clarificaci¨®n ideol¨®gica de la problem¨¢tica homosexual y de la sexualidad en general, as¨ª como desarrollar cuantas actividades tiendan a garantizar el acceso de todos los homosexuales a las plenas libertades ciudadanas y a obtener la definici¨®n y declaraci¨®n del derecho humano que asiste a toda persona de no ser discriminada por motivos de su orientaci¨®n sexual. ?El Ministerio cree que estos fines caen de lleno en los citados art¨ªculos del C¨®digo Penal, y nosotros creemos que ello vulnera la Constituci¨®n.?
Los miembros del FAGC iniciaron sus actividades a finales de 1971, entonces agrupados en el MELH (Movimiento Espa?ol de Liberaci¨®n Homosexual). No es hasta finales de 1975, sin embargo, que el movimiento se organiza s¨®lidamente en Catalu?a y adopta el nombre actual. Componen el FAGC, aproximadamente, unos quinientos militantes y simpatizantes, aunque su poder de convocatoria es mucho mayor.
Principios de la concienciaci¨®n
As¨ª, el 26 de junio de 1977 organiz¨® en Barcelona la primera manifestaci¨®n de homosexuales con el objetivo de conmemorar el ?D¨ªa Mundial del Orgullo Gai?. La manifestaci¨®n -duramente disuelta por la polic¨ªa- estaba convocada en las Ramblas de Barcelona, precisamente debido a que en uno de sus puntos -el Llano de la Boquer¨ªa- fue ahorcado y quemado, en el siglo XVI, el miembro del Consejo de Ciento barcelon¨¦s Joan de Llobera, acusado de ser homosexual. El 4 de diciembre del mismo a?o ten¨ªa lugar en Barcelona el primer mitin autorizado del FAGC, y dos d¨ªas m¨¢s tarde de la primera manifestaci¨®n, transcurriendo ambos actos sin incidentes. Finalmente, en 1978, el FAGC organiz¨®, de nuevo, la manifestaci¨®n del ?D¨ªa Mundial del Orgullo Gai? Y una fiesta-mitin en el Palacio de Deportes municipal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.