Los "gudaris"
LOS GUDARIS fueron los soldados vascos del Ej¨¦rcito leal a la Rep¨²blica que combatieron contra el pronunciamiento militar del 18 de julio de 1936, dirigido por el general Franco,y -en el Norte- por el general Mola. Como cualquier lector de la historia de la guerra civil conoce, la resistencia de los vascos dur¨® hasta la ca¨ªda de Bilbao, en junio de 1937, y, m¨¢s formalmente, hasta la capitulaci¨®n de Santo?a poco despu¨¦s. Otras zonas territoriales del bando republicano tardaron casi dos a?os m¨¢s en deponer las armas; Catalu?a lo hizo en febrero de 1939, tras la batalla del Ebro, y Madrid, ?capital de la gloria? para un poeta latinoamericano y f¨¢brica de botas opresoras para un orador sagrado guipuzcoano, s¨®lo se rindi¨®, en marzo de 1939. En cualquier caso, los gudaris lucharon por su causa, cualesquiera que puedan ser los juicios que merezcan a los historiadores su fundamentaci¨®n y legitimidad, con nobleza y hero¨ªsmo.M¨¢s de cuarenta a?os despu¨¦s, algunos sectores de la sociedad vasca, entre los que escasean los trabajadores industriales y sobran las diversas variantes de la peque?a burgues¨ªa verbalmente radical, se empecinan en bautizar a los terroristas de ETA con el nombre de gudaris. Sobran los ejemplos para considerar como un insulto hacia los combatientes vascos del Ej¨¦rcito republicano de 1936 y 1937 su equiparaci¨®n con los criminales que colocaron en Lem¨®niz la goma-2 que quit¨® la vida a dos obreros, que liquidaron a su compa?ero Pertur, que mataron alevosamente al periodista Portell, que han asesinado a varias decenas de oficiales y n¨²meros de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas de Orden P¨²blico. Tal vez la ¨²ltima vileza homicida de ETA, que anteayer ha asesinado en Vit¨®ria, de un tiro en la nuca, a un teniente coronel mutilado de 68 a?os, sirva, al menos para impedir que ciertos sectores del nacionalismo vasco, situados no s¨®lo en la izquierda abertzale, sino tambi¨¦n en la clientela electoral del PNV, contin¨²en cubriendo de oprobio la memoria de los combatientes vascos de la guerra civil mediante la falsedad hist¨®rica, la. manipulaci¨®n pol¨ªtica y el cinismo moral de considerar como gudaris a estos vulgares y deleznables asesinos.
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