Vietnam, un forzoso alineamiento con la URSS

Durante el a?o 1978, mucho antes del derrocamiento del r¨¦gimen de Pol Pot, en Camboya, por el FUNSK, apoyado por tropas vietnamitas, los corresponsales extranjeros en Vietnam informaban sobre el estado de movilizaci¨®n y de preparaci¨®n a una invasi¨®n china que viv¨ªa el pa¨ªs. En Hanoi, las conversaciones giraban en torno a la posibilidad de guerra con Pek¨ªn, la atm¨®sfera era de defensa ?contra 1a naci¨®n que ha armado a Camboya y no tolera obst¨¢culos a su Voluntad de hegemonismo?.Desde los acuerdos de Par¨ªs, en 1973, Vietnam ha vivido una paz amarga. Pese a que Hanoi se declar¨® entonces dispuesto a recibir ayuda de cualquier pa¨ªs occidental y deseoso de ingresar en las Naciones Unidas, la orden de bloqueo emanada de Washington le ha catapultado eficazmente en brazos de la URSS. Las hostilidades con la Camboya de los khmers rojos minaron sus recursos. Los planes de desarrollo fueron frenados por los combates, que han inutilizado zonas fronterizas destinadas a la explotaci¨®n agr¨ªcola. La marcha de la comunidad Hoa, de origen chino, dej¨® un hueco insalvable en personal calificado, los refugiados camboyanos representaban un pesado fardo. El antiguo Vietnam del Sur, empobrecido, vigilado y pr¨®ximo a la frontera del nuevo escenario de batalla contin¨²a mostrando una hostilidad pasiva hacia el Gobierno del Norte, cuyas directivas sabotea. Las inundaciones produjeron, desde el oto?o de 1978, m¨¢s de dos millones de v¨ªctimas y causaron enormes p¨¦rdidas en la cosecha y el ganado. Las llamadas al nacionalismo y a las armas han llovido sobre una poblaci¨®n ahita de lucha, rebelde en el sur, pero celosa de su independencia. La falta de ayudas, pese a sus llamadas a la cooperaci¨®n con Occidente, a sus declaraciones de apertura y neutralidad, han ido llevando a Vietnam a la lenta hipoteca de su independencia en una din¨¢mica fatal de alineamiento, de intransigencia y de represi¨®n. Se cuentan por miles los prisioneros pol¨ªticos y es cotidiana la violaci¨®n de los derechos humanos. La URSS ha capitalizado las llamadas vietnamitas a la ayuda internacional. Hanoi continu¨® empeto expresando deseos de independencia y de pluralidad en la asistencia; su Gobierno despleg¨® una pol¨ªtica de estrechamiento de lazos con pa¨ªses no comunistas con los intentos de acercamiento a la ASEAN y las declaraciones de su aspiraci¨®n a normalizar las relaciones con Estados Unidos.

En 1977 Vietnam ofreci¨® el mayor n¨²mero de incentivos a la inversi¨®n de capitales extranjeros que ning¨²n pa¨ªs socialista haya ofrecido jam¨¢s, pero apenas recibi¨® respuestas a causa de la prohibici¨®n norteamericana de comerciar con Hanoi. Jap¨®n, por su parte, se abstuvo de enviar arroz a Vietnam en 1976-77, para no ofender a China.

Dependencia de la URSS

La entrada de Hanoi en el grupo econ¨®mico dirigido por Mosc¨², el Comecon, reforz¨® fatalmente su dependencia de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. La evoluci¨®n del fen¨®meno recuerda al caso de Cuba. El que Vietnam se lanzase a la invasi¨®n de Camboya en enero de 1979 se concilia mal con su p¨¦sima situaci¨®n econ¨®mica y con sus esfuerzos diplom¨¢ticos por atraerse a los pa¨ªses de la ASEAN. Tan violenta huida hacia adelante podr¨ªa verse parcialmente explicada por la extrema negatividad de las circunstancias, pero ni siquiera esto hace plausibles las afirmaciones chinas de que Hanoi lleva largo tiempo hostigando sus fronteras con la finalidad de arrebatar trozos de terreno y vidas humanas. Resulta dif¨ªcil concebir un Vietnam invasor de China, sometido a las directrices del Kremlin hasta el punto de despreciar sus m¨¢s elementales intereses nacionales y enzarzarse en dos guerras. M¨¢s, si se tiene en cuenta el probado sentimiento de independencia vietnamita.

Tras la descolonizaci¨®n, los sistemas ?pro? o ?cotra? el marxismo de estas naciones del sureste asi¨¢tico tienen m¨¢s de afirmaci¨®n de una identidad nacional confusa, que de fidelidades ideol¨®gicas.

Desde 1945, a?o en el que Ho Chi Minn proclama la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Vietnam, hasta 1949, los comunistas vietnamitas se baten pr¨¢cticamente sin ayuda alguna de sus camaradas rusos y chinos. Durante los Acuerdos de Ginebra, en 1954, los dirigentes vietnamitas constataron que la falta de apoyo sovi¨¦tico y las presiones por parte de Pek¨ªn hac¨ªan retroceder la l¨ªnea divisoria del pa¨ªs al paralelo 17. Durante la invasi¨®n norteamericana, Ho Chi Minh hubo de compaginar las susceptibilidades de las dos potencias comunistas.

El vientre, en Pek¨ªn

El antiguo secretario de. Estado norteamericano Averell Harriman definir¨ªa la situaci¨®n de Hanoi como ?Tiene el coraz¨®n en Mosc¨², pero el vientre en Pek¨ªn?; penoso equilibrio entre la URSS, menos peligrosa por lejana, y China, demasiado grande y demasiado pr¨®xima para no exigir las m¨¢ximas cautelas en el trato.

Seg¨²n las autoridades vietnamitas, Pek¨ªn habr¨ªa intentado desde 1965 ponerse de acuerdo con Camboya para mantener a raya a Hanoi, China habr¨ªa utilizado luego la guerra de Vietnam como chantaje en el regateo con Nixon. Conviene recordar que la solidaridad Vietnam-China comenz¨® a desintegrarse tan pronto como termin¨® la guerra con Estados Unidos y se perfil¨® en Asia un Vietnam unido y fuerte, mucho antes pues del acercamiento Hanoi-Mosc¨². La ayuda china habr¨ªa comenzado a disminuir tras la toma de Saig¨®n y la derrota de EEUU, en 1975. En mayo de 1978 se cancelaron, por la directiva de Pek¨ªn, 72 proyectos de ayuda. En realidad, es la fase de amistosas y fraternales relaciones la que aparece como un par¨¦ntesis inusual en la historia de ambos pa¨ªses.

El conflicto Vietnam-Camboya ha representado para China una sabia inversi¨®n; los pa¨ªses de la ASEAN, temerosos, han esquivado las propuestas diplom¨¢ticas de Vietnam y se hallan m¨¢s propicios que nunca a formar una l¨ªnea de contenci¨®n antisovi¨¦tica, preconizada por China, armada materialmente por EEUU y acordada por ambas. El pr¨ªncipe Sihanuk, mucho m¨¢s ¨²til en el plano diplom¨¢tico que el impresentable Pol Pot, queda, una vez resucitado, en reserva en Pek¨ªn. Las boscosas zonas del interior de Camboya pueden alimentar guerrillas anti FUNSK durante tiempo indefinido, con el consiguiente desgaste vietnamitasovi¨¦tico. En un a?o, Pek¨ªn ha logrado, al precio, cierto es, de un endeudamiento tan incalculable en su magnitud como en sus consecuencias, supercontratos de venta de armas por parte de Estados Unidos y de diversas naciones occidentales.