Las relaciones con la prensa

?No contesta. No sabemos. No podemos decirlo. Para eso est¨¢ el gabinete de prensa. ? Y el gabinete de prensa de TVE se entera muchas veces de las noticias de Prado del Rey por la propia prensa. Cualquier noticia, desde la relacionada con los spots institucionales sobre las elecciones hasta la inminente desaparici¨®n de Sumar¨ªsimo, parece ser poco menos que secreto de Estado. Desde que las miserias de la televisi¨®n estatal saltaron a pri.meras p¨¢ginas, editoriales y portadas de los semanarios, las relaciones con los medios informativos se han deteriorado. La direcci¨®n para las relaciones con los medios de comunicaci¨®n fue suprimida. Desde hace seis meses no se convocan visionados, salvo uno, Yo, Claudio, a petici¨®n de este peri¨®dico. Las acreditaciones de los periodistas est¨¢n congeladas. Las sipnosis que facilita la subdirecci¨®n de emisiones para su divulgaci¨®n en la prensa son muchas veces impublicables y en todos los casos resumen el argumento de los primeros cinco minutos del telefilme o largometraje. El gabinete de prensa, en el que trabajan once personas, incluidos periodistas, se limita a enviar treinta l¨ªneas de teletipo a d¨ªa, por t¨¦rmino medio, con los avances de programaci¨®n y a cortar y pegar res¨²menes de prensa para unos treinta altos cargos. El propio gabinete es el primero en lamentar la falta de inter¨¦s de los dirigentes en las relaciones con los informadores y cr¨ªticos.Un se?or amargado pasea por la calle con cara de asco. ?No ande por la vida con esa cara, hombre? le dice una voz en off, persuasiva y comercial. El sujeto se recupera con una copa de co?ac, de marca habitual, en TVE. En una de las dos versiones de este spot publicitario el ciudadano en cuesti¨®n perdi¨® la alegr¨ªa espa?ola de la vida por culpa de la prensa que lee en las ma?anas (plano de las manos que sostienen las p¨¢ginas de un peri¨®dico no indentificado). Mientras la prensa le reconoce a TVE el derecho prioritario a filmar con sus c¨¢maras en todas las conferencias de prensa, mientras la televisi¨®n estatal hace nada o muy poco por ayudar a la prensa e invitar a la lectura, mientras algunos informativos refritan sin citar las fuentes, desde el televisor se inculca al telespectador este otro mensaje del infeliz spot: ?Beba co?ac, vea televisi¨®n y no lea la prensa. ? As¨ª de claro, el anuncio emitido tantas noches por TVE. Como si la televisi¨®n no fuese culpable de que el ciudadano y usuario ponga cara de asco.