Discusi¨®n de una alternativa
A pesar de su car¨¢cter fragmentario y un tanto period¨ªstico, este libro -subtitulado Discusi¨®n de una alternativa- merece figurar en la biblioteca de toda persona seriamente interesada por el socialismo. El autor es un conocido y pol¨¦mico teorizador italiano en los problemas del socialismo, al que se le ha reconocido siempre su marcado talante combativo. Parte de la pregunta -o de la duda- de si todos entendemos el socialismo de la misma manera. Y, en el fondo, el contenido de los distintos trabajos que componen el libro es un debate vivo sobre la democracia y el socialismo, tema inacabado y siempre vigente.En estas p¨¢ginas, Norberto Bobbio se muestra fiel al car¨¢cter pol¨¦mico que se le atribuye. Casi siempre se expresa en referencia discrepante a alguien, o al menos matizadora de lo que antes se ha dicho aludiendo, m¨¢s o menos, expresamente a su pensamiento. Este volumen recoge cinco escritos de argumento an¨¢logo. En el primero de ellos se interroga sobre la viabilidad de una democracia socialista y denuncia la carencia de una ciencia pol¨ªtica marxista, analizando las razones de tal hecho, que para Bobbio son entre otras la primac¨ªa concedida a la teor¨ªa del partido sobre la del Estado y la ilusi¨®n de la extinci¨®n del Estado mismo. Pero el problema de una teor¨ªa socialista del Estado ha vuelto a adquirir una gran actualidad.
?Qu¨¦ socialismo?
Norberto Bobbio.Editorial Plaza & Jan¨¦s. Barcelona 1978
Bobbio tiene afirmaciones tan l¨²cidas como ¨¦sta: ?Cualquier razonamiento sobre la democracia socialista ha de empezar forzosamente por un an¨¢lisis lo m¨¢s desmitizado posible de la situaci¨®n real.? Sin hurtarse a las dificultades, reafirma las tres condiciones fundamentales de todo Gobierno democr¨¢tico: participaci¨®n control y libertad de disentimiento, insistiendo en las formas concretas de la participaci¨®n y en los problemas del poder ideol¨®gico, que tambi¨¦n ha de ser controlado. No habr¨¢ democracia de ninguna clase si la libertad del productor no se ve acompa?ada y apoyada por la libertad del ciudadano.
La diversidad existente entre los marxismos no es ning¨²n esc¨¢ndalo, sino un signo de vitalidad. Aunque no todas las consecuencias de este pluralismo son positivas: se da, por ejemplo, un cierto despilfarro de energ¨ªa intelectual en las controversias entre las distintas direcciones, que estar¨ªa mejor empleada en la profundizaci¨®n.
En todo debate sobre Marx, el problema de la teor¨ªa es inseparable del de la pr¨¢ctica. Y resulta v¨¢lido y necesario utilizar la obra de Marx para extraer de ella instrumentos conceptuales adecuados para el an¨¢lisis de la sociedad contempor¨¢nea.
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