El Gobierno brit¨¢nico reconoce la pr¨¢ctica de torturas en el Ulster
Despu¨¦s de haberlo negado durante a?os, el Gobierno brit¨¢nico se ha visto obligado a admitir ayer que la polic¨ªa del Ulster (RUC) ha torturado a sospechosos de actividades terroristas durante sus interrogatorios. El ministro para Irlanda del Norte, que ha roto su silencio oficial para presentar ante el Parlamento el informe Bennet -publicado precipitadamente, como se adelantaba ayer en estas columnas-, ha declarado que el Gobierno acepta sus conclusiones.
Estas confirman plenamente, en l¨ªneas generales, los datos aportados hace una semana por un m¨¦dico de la polic¨ªa de Belf¨¢st, Robert Irwin, sobre malos tratos a numerosos detenidos del IRA. Seg¨²n el ministro para el Ulster, Roy Mason, el Gobierno se propone remitir el informe al fiscal general para que se proceda judicialmente contra los culpables. El se?or Mason, sin embargo, no ha detallado qu¨¦ medidas piensa adoptar Londres para impedir en lo sucesivo estos hechos.Grave esc¨¢ndalo
El impacto del informe se ha visto multiplicado por un grave elemento de esc¨¢ndalo. En alg¨²n departamento gubernamental o policial se ha ?filtrado? a la prensa -y el matutino conservador The Daily Telegraph lo recog¨ªa ayerque el doctor Irwin habr¨ªa actuado por resentimiento contra las fuerzas de orden p¨²blico del Ulster, incapaces de apresar hace dos a?os al violador de su esposa, un presunto miembro de una organizaci¨®n paramilitar protestante, o del SAS, el regimiento secreto que opera en Irlanda del Norte.
La reacci¨®n ha sido fulminante. El ministro Roy Mason ha dado expl¨ªcitas garant¨ªas en los Comunes de que ning¨²n funcionario de su departamento ha intervenido en este turbio asunto. El diputado Gerry Fitt, l¨ªder del principal partido cat¨®lico de la provincia, ha pedido un debate urgente en los Comunes el lunes. El portavoz conservador para el Ulster, Airey Neave, ha calificado como ?basura? la maniobra, que en c¨ªrculos period¨ªsticos de la capital brit¨¢nica se califica de ?burdo arnarillismo?, destinado a poner en tela de juicio la credibilidad de un profesional que ha tenido el valor de denunciar lo sucedido.
El informe Bennet
La comisi¨®n de encuesta, presidida por el juez Harry Bennet, que ha trabajado durante siete meses despu¨¦s de que Amnesty International formulara denuncias concretas el verano pasado, establece que un n¨²mero de detenidos sin precisar han resultado heridos durante su custodia por la polic¨ªa y que sus lesiones, que van desde quemaduras a roturas de t¨ªmpano o bazo, no pod¨ªan haber sido autoinfligidas. El informe aporta abundante evidencia m¨¦dica y revela estados psicol¨®gicos anormales, de ansiedad o temor, entre los interrogados por el RUC en Castlereagh, junto a Belfast, o en un segundo centro policial en el condado de Armagh.
Entre las sugerencias, ya anticipadas, para evitar las torturas figuran la instalaci¨®n de televisi¨®n en todos los lugares de interrogatorio y que a los detenidos se les permita ponerse en contacto con sus abogados a las 48 horas de su retenci¨®n. El informe aconseja tambi¨¦n la limitaci¨®n de los interrogatorios a cuatro horas como m¨¢ximo -ahora es discrecional- y que a los arrestados se les conceda el derecho a ser examinados m¨¦dicamente cuando salgan de las dependencias policiales.
Las dos primeras recomendaciones del informe -que, en general, se muestra sumamente cr¨ªtico con las prerrogativas policiales derivadas de la ley antiterrorista vigente en el Ulster- ser¨¢n inmediatamente puestas en pr¨¢ctica por el Gobierno, seg¨²n el ministro Mason.
En su conclusi¨®n, el juez Harry Bennet pone el ¨¦nfasis en que las violaciones de los derechos humanos por ¨¦l investigadas son especialmente inadmisibles en el Reino Unido, que se precia de ser un adalid hist¨®rico en su respeto. El juez resalta la labor general de la polic¨ªa norirlandesa (una fuerza semiaut¨®noma denominada Royal Ulster Constabulary) y recomienda atajar inmediatamente los comportamientos desviados para proteger su buen nombre.
Capitalizaci¨®n del IRA
Es evidente que tanto dom¨¦sticamente como, y sobre todo, a escala internacional el IRA va a capitalizar las conclusiones de la investigaci¨®n publicada ayer. M¨¢s todav¨ªa, por cuanto su difusi¨®n se, produce al d¨ªa siguiente de que un reducido n¨²mero de periodistas elegidos por el Gobierno hayan tenido ocasi¨®n de visitar la prisi¨®n de Maze, en Belfast, donde desde hace meses casi cuatrocientos miembros del Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s protagonizan -en reivindicaci¨®n del status de prisioneros pol¨ªticos- una huelga de limpieza personal que ha convertido en una gran letrina un sector de este penal de m¨¢xima seguridad.
La conclusi¨®n obtenida por los visitantes de Maze es que la moral del IRA se mantiene, por lo menos, tan firme como la posici¨®n del Gobierno brit¨¢nico de negarles lo que piden. Londres, sin embargo, est¨¢ sufriendo una muy intensa presi¨®n internacional, sobre todo por parte de sectores pol¨ªticos norteamericanos de vinculaci¨®n irlandesa, para que explique satisfactoriamente las condiciones de detenci¨®n en Maze y la larga y dram¨¢tica batalla de un sector de sus reclusos en apoyo de su petici¨®n de status pol¨ªtico.
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