Advertencias de ilegalidad al Ayutamiento de Pamplona
Con tan s¨®lo tres concejales, de los veinticuatro que deber¨ªan formar parte de la Corporaci¨®n, el Ayuntamiento de Pamplona se ha convertido en el principal problema de la ciudad, que agrupa a casi la mitad de los habitantes de toda Navarra. Sin embargo, la gran tarea a realizar en la provincia a partir de las elecciones del pr¨®ximo 3 de abril corresponde a la Diputaci¨®n Foral, totalmente desprestigiada como consecuencia de la pol¨ªtica llevada a cabo por la actual Corporaci¨®n, considerada en algunos sectores como el ¨²ltimo reducto del franquismo.
Desde hace cuatro a?os, y por diversos motivos, el Ayuntamiento de Pamplona ha conocido las dimisiones de la mayor parte de su Corporaci¨®n, que ha quedado reducida, desde 91 pasado mes, a tan s¨®lo tres concejales. Sin embargo, el Ayuntamiento ha funcionado en la medida de sus posibilidades, pero con una grave responsabilidad: s¨®lo en las ¨²ltimas cinco sesiones, el secretario de la Corporaci¨®n efectu¨® catorce advertencias de ilegalidad por la adopci¨®n de acuerdos que, en su opini¨®n, eran contrarios a derecho. Este r¨¦cord absoluto entre los municipios del Estado no ha pasado inadvertido para los partidos pol¨ªticos, que han manifestado su intenci¨®n de revisar todos los acuerdos del, actual Ayuntamiento sobre los que haya reca¨ªdo cualquier advertencia de ilegalidad.Pero no son ¨²nicamente los asuntos a revisar los ¨²nicos temas importantes con los que se encontrar¨¢ el futuro Ayuntamiento. Pamplona todav¨ªa no tiene aprobado su plan general de ordenaci¨®n urbana, iniciado el 13 de septiembre de 1973 y, adem¨¢s, la empresa adjudicataria del plan, Urbanismo y Arquitectura (UYA) no tiene intenci¨®n de finalizarlo, por lo que ha sido multada con 5.000 pesetas diarias desde el pasado d¨ªa 6 por el Ayuntamiento de Pamplona, en tanto no finalice el trabajo encargado. Sin embargo, no parece probable que UYA entregue su proyecto de plan general, que deber¨¢ ser redactado de nuevo al amparo de la actual ley del Suelo, promulgada en 1975.
Al margen de este tema, la futura Corporaci¨®n deber¨¢ afrontar el problema de la variante oeste de Pamplona, construida para descongestionar el tr¨¢fico de la ciudad y por la que circulan los veh¨ªculos que atraviesan la capital para dirigirse a otras ciudades. Despu¨¦s de los m¨²ltiples problemas que origin¨® su construcci¨®n, la variante ofrece en la actualidad el siguiente panorama: ha dividido en dos el barrio de San Jorge, a pesar de la oposici¨®n de los vecinos; est¨¢ situada junto a la cl¨ªnica universitaria y residencia Virgen del Camino de la Seguridad Social, con las consiguientes molestias para los enfermos; tiene instalados seis sem¨¢foros no sincronizados que frenan la normal circulaci¨®n y no ha cumplido su originaria misi¨®n de ser una v¨ªa que rodease a Pamplona, sin irrumpir en el caso urbano. En esta situaci¨®n, Pamplona necesita, ahora m¨¢s que nunca, una aut¨¦ntica v¨ªa de circunvalaci¨®n, distinta de la variante, con un trayecto que no incida en calles de la ciudad y que descongestione las carreteras de acceso a la capital navarra.
Fuerte endeudamiento
Como otros ayuntamientos, el de Pamplona arrastra un fuerte endeudamiento, motivado en parte por la escasa ayuda econ¨®mica recibida de la Diputaci¨®n Foral, que ha tratado a la ciudad como a cualquier otra poblaci¨®n navarra. Para hacer frente a esta situaci¨®n, el PSOE ha propuesto que se creen dos nuevos impuestos: sobre el incremento del valor de los terrenos y sobre solares. Por su parte, UCD y PNV han insistido en la necesidad de que la Diputaci¨®n atienda a Pamplona desde el punto de vista de capital de la provincia y de ciudad con mayor n¨²mero de habitantes.A pesar de las gestiones del actual Corporaci¨®n, Pamplona no tiene un vertedero acondicionado para las basuras de la ciudad. ?Es la ciudad m¨¢s sucia del mundo, de las que yo conozco?, ha manifestado el candidato a la alcald¨ªa por UCD. En la actualidad, Pamplona y su comarca necesitan eliminar trescientas toneladas diarias de basura, sin que se haya encontrado el vertedero adecuado.
Si el Ayuntamiento de Pamplona ha obtenido un notable desprestigio no ha sido menor el que ha acumulado la Corporaci¨®n Foral actual. Con un vicepresidente (el presidente te¨®rico es el gobernador civil) que ingres¨® como diputado en abril de 1931 y que desde 1971 ocupa el m¨¢ximo cargo en la Diputaci¨®n, ¨¦sta ha sido fuertemente criticada desde todos los sectores por su talante no democr¨¢tico y su pol¨ªtica, realizada en algunas cuestiones a espaldas de los navarros.
Sin embargo, el reciente decreto-ley sobre democratizaci¨®n foral, a pesar de que no se puede considerar como mod¨¦lico, va aposibilitar que Navarra elija democr¨¢ticamente a sus siete diputados y setenta parlamentarios, que constituir¨¢n el aut¨¦ntico ¨®rgano de Gobierno de la provincia.
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