Escritores ante la libertad
La Asociaci¨®n Colegial de Escritores, como entidad organizadora y responsable del congreso de escritores celebrado entre los d¨ªas 16 y 18 del pasado mes de febrero en Almer¨ªa, se ve obligada a salir al paso de ciertas aseveraciones contenidas en un art¨ªculo editorial de EL PAIS de fecha 11 de los corrientes. Al parecer, el editorialista no ha entendido el significado e intenci¨®n de la ponencia que sobre ?dominio p¨²blico? se ley¨® y fue aprobada por unanimidad en el congreso. Como es sabido, a los ochenta a?os de la muerte del autor prescribe en Espa?a la propiedad intelectual de ¨¦ste y de sus herede ros sobre las obras creadas por ¨¦l, quedando a la libre disposici¨®n de quienes quieran editarlas, sin pago de ning¨²n canon ni regal¨ªa por ello. Es decir, el ?dominio p¨²blico? -de los derechos de autor- pr¨¢cticamente se convierte en privado. Pues bien, lo que los escritores pretenden, por el contrario, es, precisamente, ?desprivatizar? el llamado ?dominio p¨²blico? y que los derechos de autor dimanantes del mismo pasen a ser administrados por el Estado como representante que es de la comunidad. Ser¨ªa el Estado, y no un particular, quien se subrogase en todos los derechos que la ley atribuye al autor de una obra y otorgara en adelante las licencias para su explotaci¨®n, mediante el pago de un canon que ir¨ªa a engrosar un fondo con un doble destino: obras de difusi¨®n cultural, el enriquecimiento de las bibliotecas p¨²blicas, entre otras, y ediciones a precios asequibles. En este sentido, es absolutamente inexacto que los lectores tuviesen que pagar m¨¢s por los cl¨¢sicos. A la vista est¨¢n, para demostrar lo contrario, las numerosas colecciones editoriales en las que aparecen, indisitintamente, obras de cl¨¢sicos y contempor¨¢neos, todas al mismo precio de venta al p¨²blico. ?Qui¨¦n percibe, pues, actualmente los beneficios del ?dominio p¨²blico?? Quienes las editan y, en modo alguno, los lectores. Y esto es lo que se trata de evitar. Los autores proponen tambi¨¦n -y fueron coriclu siones igualmente aprobadas- por el congreso- quese acorte el plazo de prescripci¨®n de su propiedad intelectual, pasando de ochenta a cincuenta o menos a?os, en beneficio del inter¨¦s com¨²n, conclusi¨®n esta que omite el art¨ªculista.Los escritores postulan una protecci¨®n especial para el libro de autor espa?ol, protecci¨®n que ya se practica con otras manifestaciones culturales, como el cine, el teatro y las artes pl¨¢sticas, aspiraci¨®n recogida, por otra Fiarte, en la vigente ley del Libro. En ning¨²n momento el congreso se pronunci¨® contra las traducciones. La interrelaci¨®n cultural es imprescindible a toda cultura que pretenda sobrevivir y superarse. Por supuesto, no se trata de crear ninguna autarqu¨ªa, sino tan s¨®lo acabar con esa parad¨®jica situaci¨®n que lleva a una naci¨®n con uno de los rri¨¢s bajos ¨ªndices de lectores en Europa a convertirse en una de las que m¨¢s obras extranjeras traduce. Si ya se practica el proteccionismo del Estado al libro en general, mediante cr¨¦ditos, desgravaciones y premio al papel de edici¨®n, ?c¨®rrio no acentuar ese proteccionismo que se realiza con el dinero del contribuyente en favor del libro de autor espa?ol? ?No solicitan y han obtenido los peri¨®dicos subvenciones estatales para poder mantenerse en el mercado? ?Porqu¨¦ no pueden ser subvencionados los libros de autores espa?oles de la misma forma y con el mismo fin?
En cuanto a la situaci¨®n de los colaboradores en prensa, en el congreso se leyeron diversas co,municaciones que denunciaban anomal¨ªas cometidas en los mismos en prensa, radio, televisi¨®n y otros medios de comunicaci¨®n social. Lo que el Congreso acord¨® a este respecto fue postular la regulaci¨®n laboral del colaborador en prensa.
Los escritores no temen a la libertad, que es, como dice una de las principales conclusiones del congreso, consustancial con su actividad. Lo que s¨ª temen y contra lo que se agruparles contra toda forma de presi¨®n que t ienda a dividirles e impedir la defensa de sus intereses morales y materiales.
Junta directiva de la Asociaci¨®n Colegial de Escritores.
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