Canorea: empezar por encima de todo

Plaza de Las Ventas. Inauguraci¨®n de la temporada. Novillos de Jos¨¦ Samuel Lupi, terciados, con casta, y cuatro, nobleza tambi¨¦n. Pepe Luis Vargas: estocada (aplausos y saluda con una toalla). Media delantera, cuatro descabellos, aviso y tres descabellos m¨¢s (divisi¨®n de opiniones cuando se le ocurre saludar). Antonio Ram¨®n Jim¨¦nez: Pinchazo y estocada (palmas y saludos) Estocada enhebrada, descabello, pinchazo y dos descabellos (vuelta al ruedo) Patrick Varin: estocada delantera y descabello (aplausos y saludos). Tres pinchazos, aviso, y estocada contraria (silencio).

?Vamos, adelante, contra viento y marea; la novillada se dar¨¢, a no ser que caiga el diluvio universal ? -nos hab¨ªa dicho Diodoro Canorea el d¨ªa anterior, cuando le preguntamos si habr¨ªa suspensi¨®n, a la vista del tiempo infame que padec¨ªamos en Madrid.

No hubo suspensi¨®n, aunque el domingo no izo d¨ªa de toros, sino de chocolate con churros y mesa camilla. La sorpresa de muchos fue comprobar que el festejo se daba. El caso era empezar la temporada por encima de todo, y nos parece muy bien, pues la afici¨®n madrile?a estaba escamada con los retrasos. En los tendidos no se encontraban ni los cabales, pues s¨®lo se llen¨® un tercio del aforo. El llenazo, en cambio, era en las andanadas, que ocupan los abonados juveniles y jubilados. Por contra, gran parte de los famosos aficionados de la andanada 8 brillaban por su ausencia, incluido su decano, el popular¨ªsimo Juanito. ?D¨®nde se meti¨® Juanito? Nadie, ni aun los m¨¢s viejos aficionados, recuerdan que haya faltado jam¨¢s a un festejo taurino en Madrid; hasta el domingo.

Los que no fueron se perdieron el acontecimiento, porque la novillada result¨® interesant¨ªsima. Los lupis, no grandes, alguno francamente peque?o, ten¨ªan casta a raudales y en ellos se bas¨® la amenidad y la emoci¨®n del festejo, que a ratos acrecentaron los espadas del cartel. Los lupis tomaron tres veces m¨¢s puyazos que cualquiera de las corridas falleras. Chiquitos, pero matones. Embest¨ªan de largo, con prontitud y fiereza. Todos ten¨ªan mucho que torear.

El primero a¨²n habr¨ªa aguantado m¨¢s castigo del que se le dio y lleg¨® a la muleta muy entero; tanto que Pepe Luis Vargas, pese a su entrega, no pudo con ¨¦l. Un poco verdecillo nos pareci¨® Vargas, de todas formas, en ese novillo, teniendo en cuenta que le faltan quince d¨ªas para la alternativa. Pero m¨¢s nos lo pareci¨® en el cuarto, que era ideal, noble y de larga embestida. Empez¨® Vargas con la muleta plegada, sigui¨® por naturales... Sin embargo, faltaba el cante. A la embestida de seda no le va la muleta de pana. Hubo tres buenos derechazos, pero el trasteo, a partir de ah¨ª, volvi¨® a bajar de tono. La calidad no la pon¨ªa el torero, sino el toro.

La segunda parte de la novillada sali¨® excelente. Mansita con los caballos, pero extraordinaria para hacer el toreo. Y torera fue la faena de Antonio Ram¨®n Jim¨¦nez en el quinto, perfectamente ligada, con naturales de categor¨ªa, muy buenos de pecho, derechazos ce?idos, que trazaba con gran temple e impecable remate. Este estilo ya lo hab¨ªa apuntado el ecijano en su anterior enemigo, aunque no siempre pod¨ªa atemperar las fuertes embestidas de la res, la cual ten¨ªa mucho genio.

Pero la nobleza de los lupis ya hab¨ªa empezado en el tercero, el m¨¢s bravo de la tarde, que tom¨® entregado y fijo un largo puyazo, del que sali¨® agotado. Patrick Varin le hizo un quite por navarras y en el ¨²ltimo tercio apunt¨® detalles interesantes, entre ellos la serenidad, la naturalidad al interpretar las suertes, la t¨¦cnica de bajar mucho la mano, y claros defectos, como son citar fuera de cacho y abusar del pico. Por aguantar una embestida ?al paso? se llev¨® una voltereta. En el sexto, que acomet¨ªa violento ose quedaba reserv¨®n, sufri¨® dos serias coladas y porfi¨® mucho para sacar algunos pases de las caracter¨ªsticas ya dichas. Con mejor lidia habr¨ªa dado m¨¢s bonancible juego este novillo -suponemos-.

Por ejemplo, otro puyazo m¨¢s no le habr¨ªa venido mal.

Contra viento y marea, la novillada se dio y fue buena, en lo que cabe. Canorea se apunta aqu¨ª un tanto. Parece que tenemos un empresario que no arroja la toalla cuando se resiente la taquilla. Por lo menos, en esto hemos salido ganando con el cambio.