El Sp¨®rting mantiene su regularidad y el liderato

El Sp¨®rting fue superior en todo momento a un Valencia conformista y sin af¨¢n de lucha. El resultado fue por ello justo. El mejor juego correspondi¨® a los gijoneses. El Valencia bastante hizo con estar en el campo. La diferencia de uno y otro equipo, con sus claras intenciones por parte de unos y de otros, se reflej¨® claramente en el marcador. Mientras el Sp¨®rting desarroll¨® su juego con ideas, poniendo de manifiesto su clara iniciativa, el Valencia apenas pudo contrarrestar la ofensiva contraria. El Sp¨®rting s¨®lo tuvo que aprovecharse de la suerte que se mereci¨® para asegurarse un triunfo m¨¢s y seguir en la cabeza de la clasificaci¨®n.

El entrenador del Beveren, pr¨®ximo rival del Barcelona en las semifinales de la Recopa, presenci¨® el partido entre burgaleses y azulgranas. Dif¨ªcilmente pudo sacar conclusiones serias de los azulgranas porque el partido se jug¨® bajo unos condicionamientos especiales, en un terreno de juego embarrado que perjudic¨® el desarrollo normal del juego. La lucha con la que actuaron los burgaleses fue decisiva para su triunfo. Ese fue el arma que sinri¨® para inclinar la victoria a fa-Yor del equipo de casa. El triunfo lleg¨® a trav¨¦s de un penalti. De Mart¨ªnez a Chazarreta, precedido de una posible mano del burgal¨¦s. El Barcelona intent¨® el empate, pero le fren¨® el Burgos y el barro.

El Athl¨¦tic de Bilbao aseguro su triunfo en la primera parte. Domin¨® intensamente al conjunto canario, que pudo adelantarse en el marcador si Brindisi no hubiese fallado un penalti, se?alado a los siete minutos de juego. La Uni¨®n Deportiva Las Palmas se limit¨® a jugar a su aire, sin llegar a inquietar lo m¨¢s m¨ªnimo a los bilba¨ªnos.

La Real Sociedad se limit¨® a defenderse. El H¨¦rcules, por su parte, domin¨® infructuosamente y no supo ni pudo romper la f¨¦rrea defensa donostiarra. Las ocasiones de peligro correspondieron al H¨¦rcules, pero en unas ocasiones acert¨® Arconada a parar los balones y en otras se malograron con fallos o errores de los delanteros alicantinos.

El Celta, pese a que lo intent¨® con tes¨®n y total entrega, no pudo derrotar a un Salamanca, preocupado, sobre todo, de su parcela defensiva y con un peligroso contraataque. El juego vigu¨¦s, que le sirvi¨® para dominar, careci¨® de resoluci¨®n y efectividad. El Celta se adelant¨® en el marcador, pero escasos minutos despu¨¦s, los salmantinos consiguieron empatar. Estos se mostraron satisfechos con el resultado y se dedicaron a defenderle. El Celta, pese a su insistente dominio, se tuvo que conformar con el empate, un resultado que, en realidad, vino a repartir justicia para unos y otros.