Atm¨®sfera "oficial" de fiesta en Israel
La plaza de los Reyes, de Tel-Aviv, estaba oscurecida por la multitud ayer por la tarde. Para contemplar mejor la ceremonia, la firma del tratado de paz con Egipto, retransmitida desde Washington en color a trav¨¦s de una inmensa pantalla frente al Ayuntamiento. Muchachos de diez y doce a?os se encaramaban a los ¨¢rboles. Los m¨¢s peque?os se colocaban encima de las espaldas de sus padres. Los altavoces que difunden canciones populares se silenciaron. Todo el mundo retuvo el aliento. Por el contrario, los palestinos de Cisjordania y Gaza declararon ayer ?d¨ªa de duelo nacional?, en protesta por la firma del tratado. Los dirigentes de 1. 100.000 palestinos decidieron de esta forma manifestar lo que ellos consideran como ?la traici¨®n de Sadat, que nos ha vendido a los jud¨ªos y a los norteamericanos?.Ante la eventualidad de nuevos des¨®rdenes, las autoridades israel¨ªes decidieron, por su parte, cerrar las escuelas y comercios de las zonas ocupadas.
Desde hace veinticuatro horas, la prensa, radio y televisi¨®n hebreas han hecho lo indecible por crear una atm¨®sfera de fiesta. En la TV, las informaciones tituladas com¨²nmente como ?Miradas?, se convirtieron en ?Miradas a la paz?. En la radio, una emisora denominada Onda Abierta de la Paz, difunde ininterrumpidamente canciones y emisiones especiales, po¨¦ticas y alegres consagradas a la paz.
Los diarios israel¨ªes ten¨ªan un aire festivo. En Davar, laborista, el editorial, titulado ?Un nuevo cap¨ªtulo?, aparecida en hebreo y ¨¢rabe, conjuntamente, y ocupaba toda la primera p¨¢gina. ?Lo que hemos esperado desde hace treinta a?os?, titulaba a ocho columnas en primera el diario popular Yedioth Aharonoth, y su directo rival Maariv, abr¨ªa la primera p¨¢gina con tres banderas: la hebrea, norteamericana y egipcia. El Al-Hamishmar (sionista de izquierda), public¨® un cambio de telegramas con el diario egipcio Al Ahram.
Eso deber¨ªa ser la fiesta, pero ?hay que comprender -dice un israel¨ª de unos cuarenta a?os- que se trata de un matrimonio de conveniencia, ?c¨®mo quiere que lo saquemos de quicio como si se tratase de una uni¨®n por amor??.
Parece oportuno. Un matrimonio natural. Se comenta curiosamente que sin demasiada ternura. Se piensa en la autonom¨ªa para los palestinos, el Sina¨ª, la ayuda americana, la paz separada y se sopesan las dificultades futuras. Se plantean los interrogantes y se espera. Se espera que la paz-milagrosa conseguir¨¢ las promesas realizadas. Que Sadat enviar¨¢ un embajador (a Tel-Aviv) en un plazo de diez meses, y que los americanos enviar¨¢n dinero para las bases del Neguev. Que Goush Emounin no crear¨¢ demasiados problemas y que la OLP no colocar¨¢ demasiadas bombas. Que el resto de los ¨¢rabes y los palestinos no asesinar¨¢n a Sadat, y con ¨¦l, a la paz. Que.... pero esperando, como dice un editorial del diario hebreo Tnou Lismoah, ?dejadnos alegrarnos?. Y los israel¨ªes, en la noche del lunes al martes, quieren estar alegres. Quieren olvidar el pasado y no pensar en el futuro. Solamente en el momento presente en el que nace la paz.
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