Margaret Thatcher promete reducir los impuestos a los brit¨¢nicos
La l¨ªder de la oposici¨®n brit¨¢nica se ha dirigido por radio y televisi¨®n al pa¨ªs para trazar un balance sombr¨ªo de la gesti¨®n laborista y prometer que un pr¨®ximo Gobierno conservador rebajar¨¢ sustancialmente los impuestos y el gasto p¨²blico y detendr¨¢ la escalada de la delincuencia. El breve mensaje, en el que Margaret Thatcher esboz¨® los leitmotiv de su campa?a electoral, s¨®lo contuvo una referencia al tema terrorista.
La r¨¦plica de la jefa conservadora al primer ministro se produce contra el trasfondo de nuevos atentados en el Ulster y la entrada en vigor de mayores medidas de seguridad para proteger a los parlamentarios y candidatos electorales, tras el asesinato del portavoz tory para Irlanda del Norte. El ministro del Interior no ha revelado es los Comunes el alcance de los planes policiales, cuya primera manifestaci¨®n alberga al Parlamento brit¨¢nico. Ello a pesar de que Scotland Yard parece haber establecido con seguridad que la bomba de dos tiempos que mat¨® al se?or Neave no fue colocada en su autom¨®vil en el aparcamiento de los Comunes, sino a la puerta de su casa.La se?ora Thatcher ha cargado a la cuenta del primer ministro Callaghan el m¨¢s violento per¨ªodo de agitaci¨®n laboral que ha conocido el pa¨ªs en muchos a?os, y culpado al laborismo de haber conducido al Reino Unido a la cola de Europa en productividad y nivel de vida, a pesar de la plataforma econ¨®mica del petr¨®leo escoc¨¦s. En un tono desprovisto de todo triunfalismo, la jefa de la oposici¨®n declar¨® que enderezar esta situaci¨®n llevar¨¢ tiempo.
Sus afirmaciones sobre la incapacidad del se?or Callaghan para contener a los sindicatos se han visto, sin duda, oportunamente reforzadas, por coincidir con una huelga de casi medio mill¨®n de funcionarios del Estado, que ha trastornado por completo la maquinaria gubernamental, paralizado puertos y aeropuertos, tribunales y ministerios, y se ha llegado a sentir en el palacio de Bukingham. Los habitualmente moderados funcionarios brit¨¢nicos, que amenazan con futuras acciones selectivas, rechazan de plano la oferta del 9% de aumento salarial hecha por el Gobierno.
Primer sondeo electoral
La referencia marginal y contenida de Margaret Thatcher al asesinato de Alrey Neave, uno de sus m¨¢s ¨ªntimos consejeros, y a la cuesti¨®n terrorista parece descartar el empleo, por parte de los conservadores, de la reintroducci¨®n de la pena de muerte como uno de los temas candentes en la campa?a electoral. A pesar de ser personalmente favorable a ella, la se?ora Thatcher ha visto durante el fin de semana c¨®mo prominentes figuras de su capital, para delitos terroristas.Los sondeos de opini¨®n ya han comenzado a vender el futuro de Inglaterra. El primero de la interminable serie que se avecina en los pr¨®ximos d¨ªas predice una holgad¨ªsima y poco cre¨ªble victoria conservadora. Realizada para la cadena de televisi¨®n comercial, sobre una muestra de cien de las circunscripciones m¨¢s dudosas del pa¨ªs, la encuesta vaticina una mayor¨ªa de 110 esca?os para el partido de la se?ora Thatcher en el pr¨®ximo Parlamento.
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