Confirmada la ruptura del Partido Socialdem¨®crata portugu¨¦s
Confirmada ayer la ruptura en el seno del Partido Socialdem¨®crata portugu¨¦s, la pregunta que domina ahora todos los comentarios es la siguiente: ?Qui¨¦n recoger¨¢ los dividendos de la nueva situaci¨®n pol¨ªtica as¨ª creada? ?Eanes, Mota Pinto, Mario Soares?A primera vista, el gran vencido es Sa Carneiro. El grupo parlamentario del PSD ha decidido renovar su confianza en la direcci¨®n del mismo, y Sa Carneiro podr¨ªa perder entre treinta y cuarenta de los 73 diputados de que dispon¨ªa en la Asamblea. La direcci¨®n del grupo parlamentario ha dejado a la conciencia de cada uno la decisi¨®n de abandonar o no el partido y de renunciar, simult¨¢neamente, a su esca?o, pero varios diputados han comunicado ya su salida del partido.
?Cu¨¢l ser¨¢ la estrategia adoptada por los disidentes? Pueden constituir un nuevo partido. Hoy la creaci¨®n de una ?federaci¨®n reformadora? o de un movimiento independiente parece menos segura que hace unos d¨ªas, aunque haya declarado ayer que podr¨ªa ser una buena soluci¨®n para el pa¨ªs, negando cualquier responsabilidad en la iniciativa. Juntando sus votos a los de los democristianos y contando con la abstenci¨®n de los socialistas, los disidentes del PSD pueden asegurar al actual Gobierno una base de apoyo estable, capaz de hacer fracasar el intento de los comunistas y de San Carneiro de provocar elecciones generales anticipadas.
?Ser¨¢ esta lajugada de los socialistas, que podr¨ªan as¨ª dedicarse, sin mayores problemas, a la recuperaci¨®n de su popularidad en la oposici¨®n?
Se trata, de todas maneras, de un juego peligroso para la propia democracia parlamentaria. El Gobierno acaba de ser vencido, por tercera vez consecutiva, en el Parlamento por la ?mayor¨ªa de izquierda?, que, despu¨¦s de rechazar el presupuesto y la ley de Radio, se ha negado a ratificar el decreto-ley fijando en el 18% el techo de los aumentos salariales autorizados en 1979. Mota Pinto se ve as¨ª empujado a gobernar cada vez m¨¢s de espaldas al Parlamento, en actitud de claro desaf¨ªo a los poderes te¨®ricamente encargados de controlarlo, concretamente el Parlamento y el Consejo de la Revoluci¨®n.
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