El Bosna, justo y brillante ganador de la Copa de Europa

En una gran final, el Bosna de Sarajevo se impuso al Emerson de Varesse y consigui¨® el primer t¨ªtulo europeo a nivel de clubs para el baloncesto yugoslavo. El Bosna se alz¨® con un justo y merecido. triunfo apoy¨¢ndose siempre en una extraordinaria y bien concebida defensa, que s¨®lo superion superar los norteamericanos del Emerson, y en la sensacional actuaci¨®n de Varajic y de Delibasic, autores de 71 de los 96 puntos conseguidos por su equipo. El Emerson, que tambi¨¦n tuvo que apoyarse en el binomio Yelverton-Morse, no pudo con su rival, m¨¢s homog¨¦neo y maduro, pese a ser la primera vez que disputaba una final continental, frente a las once que disputaban los italianos consecutivamente.El conjunto yugoslavo, sali¨® con ideas claras y bien conocedor de las bazas que ten¨ªa que jugarse para doblegar a su rival. Estas no eran otras que la ya mencionada. compacta defensa, apoyada sobre todo en el poder reboteador de Rodovanovic, y despu¨¦s, a la hora de atacar, utilizar sus sistemas disciplinados, pero flexibles, para que sus dos anotadores, Varajic y Delibasic, causaran aut¨¦nticos estragos en el aro italiano.

El Emerson, una vez m¨¢s, no supo estar a la altura de las circunstancias, y casi se podr¨ªa decir que cometi¨® los mismos errores que en Belgrado hace dos a?os frente al Maccabi en ocasi¨®n ¨¦sta en que tambi¨¦n sali¨® como favorito. Vistos los buenos resultados que hab¨ªa obtenido el equipo sin su pivot y gran figura, Meneghin, Rusconi se decidi¨® por prescindir de ¨¦l, sabedor, sin duda alguna, de que el equipo hace m¨¢s juego de conjunto sin el gigante italiano. Sin embargo, al final, viendo que el equipo perd¨ªa los papeles, recurri¨® al ¨ªdolo de la afici¨®n italiana, que le core¨® insistentemente, pero pese a sus diez puntos, lo cierto es que la presencia del gran Meneghin no hizo cambiar el ritmo del encuentro. Fue la ¨²nica baza que le qued¨® al Emerson para camblar el resultado,

Desde un principio fue f¨¢cil comprobar que el Bosna sali¨® con humildad, pero con hechuras de gran equipo y con el sello innegable de la entidad que tiene hoy por hoy el baloncesto yugoslavo; un baloncesto simple, eficaz y sin vedetismos, ya que, pese a esos dos monstruos que ayer se pudieron ver en los ya citados anotadores yugoslavos, nunca hubo en ¨¦stos el m¨¢s m¨ªnimo af¨¢n de protagonismo y ni siquiera juego individual por su parte. Sus porcentajes en los lanzamientos a canasta fueron realmente escalofriantes y s¨®lo jugando en un equipo como el Bosna de ayer se puede romper la defensa de zonas en las que el Emerson confi¨®, quiz¨¢ excesivamente, aunque bien es verdad que cuando cambi¨® a hombre a hombre lo ¨²nico que pudo comprobar fue que su adversario, al menos ayer, sigui¨® superior a ¨¦l.