Un nuevo equipo militar se hace con el control total del poder en Mauritania
A los nueve meses escasos del golpe militar del 10 de julio de 1978 que llev¨® al poder al coronel Mohamed Uld Salek al frente de un Comit¨¦ Militar de Rehabilitaci¨®n Nacional (CMRN), un nuevo equipo castrense ha tomado las riendas en Nuakchott en lo que ellos mismos califican de aut¨¦ntica toma del mando por el Ej¨¦rcito. El ?Comit¨¦ de Salvaci¨®n Nacional?, que tiene como hombres fuertes al teniente coronel Ahmed Uld Busseif, convertido ahora en primer ministro, y al coronel Ahmed Salem Uld Sidi, emiti¨® ayer un escueto comunicado en el que se afirma que Mauritania est¨¢ dispuesta a lograr la paz en el Sahara ?con honor y concordia?, y proh¨ªbe toda actividad pol¨ªtica.
En el citado primer mensaje del Comit¨¦ de Salvaci¨®n Nacional se agrega que el Gobierno de Nuiakchott est¨¢ dispuesto a discutir esa paz con todos aquellos pa¨ªses vecinos que respeten la dignidad y la soberan¨ªa de Mauritania. Un importante dispositivo militar ha sido puesto en pie en los lugares estrat¨¦gicos de la capita, y se ha decretado un toque de queda que va de las ocho de la noche a las seis de la ma?ana.El coronel Uld Salek sigue como presidente de honor del CMRN, pero parece evidente, para los observadores, que el poder real ha pasado al equipo que encabezan Busseif y Uld Sidi. El coronel Busseif, que cuenta cua renta a?os de edad, asume las ta reas de primer ministro y vice presidente del CMRN, mientras que Uld Sidi se encarga de una segunda vicepresidencia. Busseif fue jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito niauritano en 1976 y lue go comandante de la zona m¨ªnera de Zuerat, donde est¨¢ la mayor parte del contingente militar marroqu¨ª, que a¨²n permanece en Mauritania. Uld Sidi hab¨ªa sido ministro de Equipamiento.
Este nuevo golpe militar, que ha sido ya considerado como un endurecimiento de la posici¨®n de Nuakchott con respecto al conflicto del Sahara, se produce en medio de grandes problemas para el pa¨ªs, cuando la propia existencia de Mauritania como Estado parec¨ªa a punto de resquebrajarse.
Por un lado, se afirma que en estos nueve meses de poder del CMRN no ha podido llevarse a cabo pr¨¢cticamente ninguno de los planes que justificaron la toma del poder por Uld Salek el 10 de julio de 1978. La SNIM, Sociedad Minera Mauritana, que contribuye con sus aportaciones al 80% del presupuesto del pa¨ªs, s¨®lo funciona al 20%, y el proyecto de Guelbs, esencial para la econom¨ªa mauritana, se encuentra paralizado ante la imposibilidad en que se encontr¨® el Gobierno de Uld Salek de lograr la paz. Los conflictos ¨¦tnicos, entre la poblaci¨®n blanco-bereber del Norte y la negro-africana de la zona del r¨ªo Senegal llegaron a extremos verdaderamente alarmantes, como testimonian la negativa de los diecisiete miembros negros del Parlamento mauritano (Comit¨¦ Nacional Consultivo), que se han negado a participar en las primeras sesiones del CNC como se?al de protesta por la escasa participaci¨®n propor cional que les fue atribuida, Aksi mismo, hizo su aparici¨®n un Frente de Liberaci¨®n de las poblaciones negras, que dio a conocer su existencia la semana pasada por primera vez en la capital de Senegal.
Involuci¨®n en el Sahara
Junto a todos estos problemas, y la involuci¨®n del conflicto del Sahara, en la que un sector del Ej¨¦rcito mauritano, el encabezado por los nuevos mandatarios de Nuakchott, consideraba que se les estaba tratando de imponer una capitulaci¨®n pura y simple parece ser el detonador de este segundo golpe militar. Los militares han hecho saber a los pol¨ªticos su decisi¨®n de impe dir toda participaci¨®n civil en el poder hasta que sea logrado la paz y, en gran medida, han culpado a los civiles por la ineficacia del Gobiemo anterior para solu cionar todos los problemas a que deb¨ªa haber hecho frente: el CMRN. La salida del Gobierno hace dos semanas, del coronel Jiddu Uld Salek, que en julio de 1978 er¨¢ Considerado como el art¨ªfice material del golpe de Uld Salek, y pr¨®ximo a Libia y Argelia, fue el primer indicio de una transformaci¨®n de la alianza interna del CMRN. La prolongaci¨®n de la estancia de las tropas marroqu¨ªes en Mauritania, que deb¨ªa haber concluido el pasado 31 de marzo, sirvi¨® tambi¨¦n de indicio para reforzar la opini¨®n de que se hab¨ªa producido un endurecimiento de la postura de Nuakchott con respecto a la negociaci¨®n del conflicto del Sahara.Muy significativa e importante parece haber sido la visita la semana pasada a Nuackchott del secretano del presidente franc¨¦s, Valery Giscard d'Estaing, para asuntos africanos, Jacques Journiac, que sucedi¨® en ese puesto al gran patr¨®n de los servicios secretos fraceses para Africa en tiempos del general De Gaulle, Jacques Foccard. Francia, con grandes intereses en la regi¨®n, se puede sentir en cierta medida responsable del poco ¨¦xito logrado con el desplazamiento del poder del presidente anterior, Moktar Uld Daddah. Por el momento, tanto Marruecos como Senegal observan con atenci¨®n la evoluci¨®n en Mauritania que, probablemente, habr¨¢ de conllevar una respuesta del Frente Polisario, que controla la mayor parte de Tiris el Gharbla y las zonas norestes de Mauritania, contra el cual va dirigido, principalmente, el nuevo golpe.
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