Giuliano, coraje, coraz¨®n y goles
El hijo de Simeone destroza al Getafe con dos tantos en los primeros veinte minutos que facilitan la goleada de un buen Atl¨¦tico que se cuela en las semifinales
El relato de este Atl¨¦tico lo escribe ¨²ltimamente Giuliano Simeone, anoche, de nuevo, trascendental en la victoria ante el Getafe que ha plantado a los rojiblancos en las semifinales de la Copa. Si en Salzburgo abri¨® con un gol y una asistencia el partido que meti¨® a los rojiblancos entre los ocho mejores equipos de la Champions y el s¨¢bado asisti¨® a Lino para abrir la lata del Mallorca, anoche finiquit¨® al Getafe con dos goles en menos de veinte minutos. La suya fue una actuaci¨®n sobresaliente en un buen partido colectivo del Atl¨¦tico. Demasiado para un Getafe que no fue el equipo rocoso que tanto incomoda a sus rivales. No reserv¨® a nadie Simeone y Giuliano lider¨® por la v¨ªa r¨¢pida una tunda que pudo sobrepasar la media docena de goles ante un rival muy mermado por seis bajas, entre ellas la de su portero titular, David Soria. Lino, Correa y Sorloth completaron la manita que incluso permiti¨® a Simeone oxigenar a los titulares en el segundo tiempo con vistas al derbi liguero del s¨¢bado en el Bernab¨¦u.
El duelo confirm¨® que Giuliano est¨¢ creando el caldo de cultivo ideal que anticipa a los ¨ªdolos de cualquier hinchada. En su caso, aderezado y potenciado por el apellido que lleva y por lo que este conlleva. La grada jalea su nombre y el speaker se preocupa muy mucho de entonar con fuerza su apellido.
La historia que protagoniza Giuliano es cautivadora como hijo que es de una de las grandes leyendas del club. Primero ha tenido que digerir las suspicacias internas y externas que pod¨ªa generar su aterrizaje en el vestuario. Despu¨¦s, mostrar que no se conformaba con ser el jugador veinte o veintiuno del plantel y, por ¨²ltimo, reivindicar que ten¨ªa sitio en el once titular de su padre. Todo despu¨¦s de superar el curso pasado, durante su cesi¨®n al Alav¨¦s, una grave lesi¨®n de rodilla.
Es inevitable no incidir en la estirpe de la que proviene Giuliano, aunque como jugador se diferencie de su padre. Lo que es indivisible es la pasi¨®n y tambi¨¦n la convicci¨®n de que el futbolista lo puede ser en todo el campo. El chaval se cri¨® como delantero y ha irrumpido en la ¨¦lite como un rompedor jugador de banda por gracia de su velocidad.
En el primer tanto rememor¨® sus tiempos en el ¨¢rea con un potente salto para cruzar con un certero cabezazo el centro templado de Javi Gal¨¢n. Este reaparec¨ªa despu¨¦s de una lesi¨®n y mezcl¨® bien con Lino. En ese costado, el Atl¨¦tico cojea respecto a la profundidad que le dan en la otra orilla Molina, Giuliano o Llorente. El nivel que exhibi¨® el Getafe no da para sacar conclusiones definitivas, pero por lo menos tanto Gal¨¢n como Lino ejercieron la superioridad que se les supon¨ªa.
No resisti¨® el Getafe la salida enchufada del Atl¨¦tico, con m¨¢s ritmo con y sin bal¨®n que su rival. Se desvencij¨® el conjunto de Bordal¨¢s a la primera contra que construy¨® el Atl¨¦tico despu¨¦s de ponerse por delante en el marcador. La transici¨®n la comand¨® Juli¨¢n Alvarez por la izquierda y la orient¨® a la derecha para DePaul con un preciso pase de cuarenta metros. El volante puso el interior del pie para que la pelota cayera a los pies de Giuliano. Este llegaba por el centro libre de marca y ejecut¨® a Letacek con un toque fino y raso. Aqu¨ª tambi¨¦n es inevitable no hacer menci¨®n a la devoci¨®n que Simeone profesa a los centrocampistas llegadores. ?l lo fue y parece que a su hijo le ha calado la exigencia de hacer goles que su padre impone a los mediocampistas. Giuliano suma ya cuatro tantos.
Lino tambi¨¦n se sum¨® a esa demanda del t¨¦cnico. A este ha sido al que Simeone ha trabajado y ha insistido m¨¢s para que engorde sus cifras goleadoras. Anoche lo hizo tras una buena maniobra en el ¨¢rea que sent¨® a su marcador antes de dibujar una rosca cruzada y a media altura inalcanzable para Letacek.
El juego y el marcador al descanso reflejaron que lo que para el Atl¨¦tico era un duelo para no escatimar esfuerzos, para el Getafe era un engorro. No compiti¨®, quiz¨¢ ya rebajado por el mensaje de pesimismo realista que Bordal¨¢s transmiti¨® en la previa. La suya es otra pelea, aunque la goleada recibida no sea de buen gusto para nadie.
Con tres goles de ventaja, los focos ya estaba en c¨®mo despedir¨ªa la hinchada rojiblanca a Giuliano cuando fuera reemplazado. La ovaci¨®n fue atronadora y entusiasta para el hijo del entrenador, al que un fuera de juego ajustado impidi¨® que subiera al marcador el tanto con el que hubiera firmado su primer hat-trick.
Fue Correa el que ampli¨® la ventaja con un derechazo da?ino y ajustado desde fuera del ¨¢rea.El argentino tambi¨¦n contribuy¨® al tanto de Sorloth. Se lo regal¨® con una devoluci¨®n en la frontal del ¨¢rea que permiti¨® al noruego marcar a placer y cerrar la goleada que inici¨® Giuliano.
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