El Frente Sandinista abandon¨® la ciudad de Estel¨ª
La ciudad nicarag¨¹ense de Estel¨ª fue abandonada ayer por los guerrilleros sandinistas, que se replegaron a las monta?as y rompieron el cerco levantado alrededor de la ciudad por la Guardia Nacional de Nicaragua. No obstante, la informaci¨®n procedente de la zona resulta muy confusa, debido a la intoxicaci¨®n informativa que se observa por parte de ambos contendientes. Parece veraz el ment¨ªs dado ayer por el Frente Sandinista en el cual rechazaba la muerte del comandante guerrillero Francisco Rivera, alias Rub¨¦n, jefe de la operaci¨®n insurgente en Estel¨ª. La muerte de un jefe de inferior rango que trasladaba importantes documentos de los guerrilleros hizo pregonar a la Guardia Nacional el abatimiento en combate del dirigente sandinista. Por su parte, el FSLN anunci¨® ayer que la acci¨®n guerrillera se ha extendido al 70 % del territorio nacional de Nicaragua, incluida Managua, donde ayer hubo acciones de los comandos sandinistas, seg¨²n recog¨ªan ayer despachos de la agencia internacional Press Service desde Managua. Un periodista espa?ol, Alfonso Rojo, permanece escondido en la localidad de Estel¨ª, desde donde ha informado telef¨®nicamente de la ofensiva y el repliegue sandinista, durante los cuales se entrevist¨® con el comandante Rub¨¦n.
Los informes de personas llegadas de la ciudad de Estel¨ª aseguran que en los combates han muerto muchos soldados y guerrilleros y que tambi¨¦n se han producido numerosas v¨ªctimas entre la poblaci¨®n civil. La Cruz Roja de Nicaragua solicit¨® a la Guardia Nacional una tregua para retirar los cad¨¢veres y trasladar a los heridos, pero el Ej¨¦rcito deneg¨® el permiso, seg¨²n asegura nuestro corresponsal en Caracas, Angel Luis de la Calle.
Para evitar una condena internacional similar a la que el r¨¦gimen de Somoza sufri¨® en septiembre del a?o pasado, a ra¨ªz de los indiscriminados bombardeos de las poblaciones ocupadas por el FSLN, la aviaci¨®n nicarag¨¹ense ha intervenido poco en los enfrentamientos de Estel¨ª. Los aparatos se han limitado a labores de reconocimiento. Tambi¨¦n ha influido en la menor actividad a¨¦rea el hecho de que los sandinistas poseen en esta ocasi¨®n moderno armamento antia¨¦reo, causante del derribo de dos C-47 de la fuerza a¨¦rea nicarag¨¹ense.
Coincidiendo con el recrudecimiento de los enfrentamientos armados, el Gobierno de Nicaragua ha puesto en marcha en todo el pa¨ªs el habitual dispositivo de represi¨®n de las libertades ciudadanas. Las salidas de Managua, la capital, est¨¢n f¨¦rreamente controladas por el Ej¨¦rcito, que revisa minuciosamente cualquier veh¨ªculo y detiene a la menor sospecha a sus ocupantes. Las emisoras privadas han recibido la prohibici¨®n de difundir cualquier noticia relacionada con las luchas de Estel¨ª. Algunos enviados especiales extranjeros han sufrido, igualmente, los rigores de la censura. Nadie, por supuesto, ha podido entrar en Estel¨ª en las ¨²ltimas horas, incluso despu¨¦s de que la Guardia Nacional anunciara la recaptura de aquella ciudad norte?a.
Entre tanto, los dirigentes pol¨ªticos de la oposici¨®n tratan de articular acciones que apoyen el clima insurreccional creado por la acci¨®n armada de los sandinistas. Integrantes del Frente Patri¨®tico Nacional se propon¨ªan movilizar a la poblaci¨®n civil en una huelga nacional similar a las que en enero y septiembre del pasado a?o paralizaron completamente el pa¨ªs. Dicha agrupaci¨®n pol¨ªtica, precisamente, ha recibido en estos d¨ªas el apoyo incondicional de la Internacional Socialista, reunida en M¨¦xico, que ha considerado la salida del poder de Anastasio Somoza ?cuesti¨®n prioritaria? en Am¨¦rica Latina.
Somoza, por su parte, prepara en Estados Unidos las maletas para el regreso a su pa¨ªs. Durante sus vacaciones, el dictador nicarag¨¹ense ha insistido en que no ten¨ªa ninguna intenci¨®n de convertirse en el sha latinoamericano.
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