El libro a la Casa de Campo
Nos ha sorprendido el comentario editorial publicado el pasado domingo 15 de abril a prop¨®sito de la pr¨®xima y cercana Feria Nacional del Libro de Madrid.Efectivamente, cuando los tradicionales y cr¨®nicos problemas que se han venido planteando a?o tras a?o en el Retiro y que resultaban ser una permanente actualizaci¨®n de las siete plagas de Egipto (falta de servicios y de espacio, falta de las m¨ªnimas instalaciones para desarrollar actividades culturales, aut¨¦ntica obstrucci¨®n municipal, dificultades climatol¨®gicas, inexistencia de aparcamientos suficientes ... ) empiezan a ser resueltos, se niega de forma inexplicable y demag¨®gica la viabilidad de unas soluciones estudiadas y aprobadas serena y meditadamente por la Comisi¨®n Nacional de Ferias del INLE, en la que autores, libreros y editores est¨¢n representados.
El Retiro, contrariamente a lo que se afirma en su comentario editorial, no resulta ya un marco adecuado. Hasta los grupos ecologistas han levantado la voz para condenar esta invasi¨®n de gente, altavoces, pavimentaci¨®n, residuos y otras calamidades. De no haberse cre¨ªdo que esto era as¨ª, dif¨ªcil ser¨ªa admitir que los diversos sectores implicados m¨¢s directamente en la organizaci¨®n de la feria -los que siempre demostraron suficiente buen juicio- hubieran tenido que optar por una nueva soluci¨®n valiente y que encierra riesgos comerciales ciertos, adem¨¢s de un gran esfuerzo organizativo.
La Comisi¨®n Nacional de Ferias no se ha inventado esta ciudad ni sus problemas. Tampoco los ignora. Y en el marco de esta realidad -con una inesperada y generosa ayuda de las autoridades municipales, que es sinceramente la primera vez que se produce, y una importante promesa de colaboraci¨®n del Ministerio de Cultura- ha perfilado la organizaci¨®n del nuevo certamen y ha hecho circular entre los editores y libreros informaci¨®n suficiente y la petici¨®n de que nunca como en esta ocasi¨®n la participaci¨®n de todos, o de la mayor parte, es necesaria, porque somos conscientes de que, desaparecidos los viejos pretextos que
(Pasa a p¨¢gina 10) (Viene de la p¨¢gina 9)
originaron la pobreza cultural de anteriores ocasiones -instalaciones y censura- la valoraci¨®n que se haga de esta XXXVIII edici¨®n estar¨¢ fundamentalmente basada en la riqueza, originalidad, eficacia y brillantez culturales, y no en su mayor o menor ¨¦xito comercial. Es, por tanto, falso, y naturalmente la afirmaci¨®n m¨¢s grave de su comentario editorial, que lo que se pretende es impedir que la feria vuelva a ser un acontecimiento cultural y ciudadano.
Se trata, en resumen, de dar a la feria un enfoque distinto y este enfoque exige unas instalaciones adecuadas. El Pabell¨®n de Cristal, con sus amplias superficies cubiertas, conjura la inestabilidad climatol¨®gica y permite albergar servicios importantes. El entorno del recinto ferial est¨¢ siendo inteligentemente replanteado. Partir del hecho de que la Feria del Libro hasta ahora fue un acontecimiento culturalmente brillante es una suposici¨®n que muchos no compartimos.
Secretario general del Gremio de Editores de
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.