Washington afirma que mantiene su capacidad para vigilar a Mosc¨²
La Casa Blanca desminti¨® ayer que Estados Unidos tardar¨¢ alrededor de cuatro a?os en tener la capacidad suficiente para verificar el cumplimiento por la Uni¨®n Sovi¨¦tica de un nuevo acuerdo de limitaci¨®n de armas estrat¨¦gicas (SALT II).El portavoz presidencial, Jody Powell, dijo que a pesar de la p¨¦rdida de las bases en Ir¨¢n, Estados Unidos estar¨¢ dentro de un a?o en condiciones de observar y controlar los movimientos de hombres y material b¨¦lico ruso.
En el mismo sentido se ha manifestado el secretario de Defensa, Harold Brown: ?En cualquier caso, un a?o no es tiempo bastante para que los sovi¨¦ticos emprendan alguna acci¨®n espectacular?.
Ambas declaraciones oficiales responden a las palabras que el New York Times pon¨ªa ayer en boca del director de la CIA, almirante Turner, citando fuentes del Congreso. Seg¨²n esa informaci¨®n, Turner dijo que hasta 1984 Estados Unidos no podr¨¢ verificar el cumplimiento por parte de la U RSS del acuerdo SALT II.
La opini¨®n del director de la CIA caus¨® inmediatamente gran revuelo en el Senado, que debe ratificar un segundo tratado de limitaci¨®n de armas estrat¨¦gicas, que, seg¨²n la Administraci¨®n Carter, desde hace varios meses ?est¨¢ a punto de concluirse?.
Harold Brown, secretario de Defensa, ha reconocido impl¨ªcitamente que las consecuencias de la p¨¦rdida de las bases en Ir¨¢n se sufrir¨¢n, tal como expuso Turner, hasta dentro de cuatro a?os. Pero, seg¨²n ¨¦l, los norteamericanos ser¨ªan capaces en doce meses, y ?por otros medios?, de observar las actividades estrat¨¦gicas sovi¨¦ticas.
Parte de esos ?otros medios? que compensar¨¢n la p¨¦rdida de los puestos de observaci¨®n en Ir¨¢n ser¨¢n, seg¨²n coment¨® el diario de la capital The Washinton Star, las instalaciones militares norteamericanas en Formosa.
A pesar de que el tratado de defensa entre esa peque?a isla y Estados Unidos expira a finales de a?o, est¨¢ prevista la continuaci¨®n de las actividades de control y vigilancia tradicionalmente llevadas all¨ª a cabo.
El problema que inmediatamente se presenta es que en dichas estaciones sobre suelo formosano no se obtienen ¨²nicamente: datos e informaciones sobre misiles rusos, sino tambi¨¦n sobre las actividades militares de China continental.
Las bases norteamericanas en Formosa est¨¢n situadas a algo menos de mil kil¨®metros de uno de los principales centros de misiles de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
La Administraci¨®n de Washington se niega a explicar cu¨¢les son esos ?otros medios? que permitir¨¢n dentro de un a?o verificar el cumplimiento de los nuevos acuerdos SALT, pendientes a¨²n de firma y posterior ratificaci¨®n senatorial.
El gran problema para el presidente Carter y su Gabinete es tener al mismo tiempo que convencer al Senado de que el tratado SALT II conceder¨¢ ventajas estrat¨¦gicas a la Uni¨®n Sovi¨¦tica y no revelar datos considerados ?secretos? y cuya publicidad podr¨ªa perturbar las relaciones con terceros pa¨ªses.
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