Tel¨¦fonos p¨²blicos
Me dirijo a usted para exponer, a trav¨¦s del diario que dirige, la angustiosa, sItuaci¨®n en que nos encontramos los ciudadanos de Madrid a la hora de buscar un tel¨¦fono p¨²blico que funcione. Se ha puesto de manifiesto en la prensa escrita en los ¨²ltimos d¨ªas, la vand¨¢lica campa?a de rotura de tel¨¦fonos, pero se ha insistido poco en la forma de conseguir unos tel¨¦fonos p¨²blicos efectivos.No acabo de comprender por qu¨¦ la Compa?¨ªa Telef¨®nica ha ido cerrando los m¨¢s de sesenta locutorios p¨²blicos, en lugar de multiplicarlos. Las ventajas de los locutorios est¨¢n claras. Los tel¨¦fonos de los locutorios est¨¢n a salvo de los ?asesinos? de tel¨¦fonos. Si, por casualidad, hay que guardar cola, no se pasa el fr¨ªo que a la intemperie, a la puerte de una cabina telef¨®nica. En una cabina no nos cambian el dinero, ni tiene gu¨ªas telef¨®nicas de toda Espa?a. La aceptaci¨®n de los; usuarios hacia los locutorios es; grande, pues se puede comprobar que tanto tiempo est¨¢n abiertos, tanto tiempo se utilizan.
En la actualidad s¨®lo quedan dos, en todo Madrid: uno en el Metro de Sevilla y otro en el de Jos¨¦ Antonio. En cualquiera de los dos se pueden encontrar personas de cualquier punto de Madrid que han ido expresamente al locutorio, ya hartos de buscar cabinas. Se da, adem¨¢s, el caso de que cierran a mediod¨ªa, por lo que alguien puede atravesar Madrid para lograr hablar por tel¨¦fono y encontrarse el locutorio cerrado.
Suponiendo que la Compa?¨ªa Telef¨®nica est¨¦ firmemente dispuesta a tener el m¨ªnimo n¨²mero de empleados, para con ello colaborar al paro, propongo una segunda salida al problema: imitar a algunas ciudades europeas, por ejemplo Atenas. Todos los quioscos de peri¨®dicos poseen un tel¨¦fono de contador que colocan en el mostrador cuando abren. Adem¨¢s, en cada esquina de cada plaza no colocan una cabina, sino cinco. As¨ª tenemos la plaza Omonia, con veinticinco cabinas, cinco quiosos con tel¨¦fono y diecis¨¦is en Ios t¨²neles del Metro. ?Qu¨¦ plaza hay en Madrid con tanto servicio?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.