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Televisi¨®n Espa?ola percibi¨® el pasado a?o por publicidad 15.344 millones de pesetas (volumen total bruto), lo que supone un incremento de un 33% respecto al volumen de ingresos del a?o anterior, 1977, en el que los ingresos ascendieron a 11.524 millones, seg¨²n datos facilitados por la propia gerencia de Radiotelevisi¨®n Espa?ola.Naturalmente, el mayor nivel de estos ingresos corresponde a la primera cadena, que invirti¨® en publicidad, contada en tiempo, 180 horas, de las 3.730 de programaci¨®n total, lo que representa el 4,83% de estos programas. Nosotros contamos en horas, pero los expertos y medianamente en tendidos en el medio cuentan por segundos, porque en televisi¨®n ?el tiempo es m¨¢s que oro?: un segundo vale 50.000 pesetas.

En la segunda cadena, de 1.657 horas de emisi¨®n total la publicidad ocup¨® 38 horas, lo que equivale al 2,34%. Esta diferencia entre la primera y segunda cadena es normal y explicable en principio porque, seg¨²n se ha planteado la segunda cadena en Espa?a, ¨¦sta tiene un car¨¢cter m¨¢s especial, incluso m¨¢s directamente cultural y elitista, y, por tanto, se supone que cuenta con menos audiencia.

Adem¨¢s, tiene menos horas de programaci¨®n.

Durante 1978 han aumentado de una forma considerable los ingresos y las horas de publicidad de las dos cadenas existentes. Mientras que en la primera cadena ha pasado de 155 horas (1977) a 180 (15,78), en la segunda cadena el n¨²mero de horas ha aumentado m¨¢s del doble, de diecisiete (en 1977) a 38 (en 1978). Peligrosa escalada de la publicidad en una cadena en la que, a veces, el telespectador, incapaz de soportar tanto programa ?de relleno? y tan duradero bombardeo de anuncios, se refugia como inmediata alternativa previa a desenchufar el televisor. Este aumento, sin embargo, puede tener una explicaci¨®n ?grosera?, que no t¨¦cnicamente comprobada: el trasvase de audiencia hacia ciertos programas de la segunda cadena (por ejemplo, La clave). Y ya se sabe que el anunciante busca estar presente con ?la maravilla? de sus productos en el m¨¢ximo n¨²mero de personas que puedan constituir su audiencia.

En el desglose por productos anunciados en la primera cadena ocupan el primer lugar los art¨ªculos alimenticios, con casi 3.000 millones de pesetas invertidos en 6.371 anuncios, que llenaron un tiempo de 126.695 segundos. Siguen en orden de importancia por volumen emitido e ingresos registrados los anuncios de electrodom¨¦sticos y hogar, perfumer¨ªa y cosm¨¦tica, productos qu¨ªmicos y derivados, bebidas alcoh¨®licas y servicios comerciales (bancos e inversiones), que sobrepasan todos los mil millones. Los anuncios de bebidas alcoh¨®licas ocupan el quinto lugar, con 1.453.774.640 pesetas.

La publicidad institucional tambi¨¦n ha ocupado un lugar, aunque perdido, dentro de este gigantismo de la publicidad consumista de las empresas privadas. En la primera cadena la publicidad institucional ocup¨® diecis¨¦is horas y veintitr¨¦s segundos, y en la segunda cadena, una hora y 31 segundos. El Ministerio de Sanidad y Seguridad Social invirti¨® -es un ejemplo- 71.097.590 pesetas en publicidad de diversas campa?as. Para terminar con este baile de cifras, hay que rese?ar tambi¨¦n que Televisi¨®n Espa?ola factur¨® tan s¨®lo en los meses de mayo y junio de 1978 un total de 79.776.104 pesetas (4.095 segundos en 110 piezas de anuncios) en publicidad antitabaco.