D¨¢maso Alonso: "Los espa?oles no somos los amos de nuestra lengua"
Entrega del Premio Miguel de Cervantes 1978
El diector de la Real Academia de la Lengua Espa?ola, D¨¢maso Alonso, recibi¨® ayer de manos del Rey, en la antigua Universidad de Alcal¨¢ de Henares, el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes 1978. Este premio, considerado com la m¨¢xima distinci¨®n literaria espa?ola, est¨¢ convocado anualmente por el Ministerio de Cultura, a trav¨¦s de la Direcci¨®n General del Libro y Bibliotecas. Ayer, CCCLXIII aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes, se celebr¨® el D¨ªa del Libro. En trescientos puntos de Madrid y en el resto de las ciudades espa?olas se colocaron puestos de libros que hac¨ªan descuentos entre un 10 y un 15 %. Por otra parte, el Rey recibi¨® ayer por la tarde a los escritores espa?oles.
El acto del paraninfo de Alcal¨¢ de Henares, al que asistieron los ministros de Cultura y Universidades e Investigaci¨®n y varios acad¨¦micos y autoridades universitarias, as¨ª como el premio Miguel de Cervantes del a?o anterior, el novelista cubano Alejo Carpentier, se inici¨® poco despu¨¦s de mediod¨ªa. Grupos de trabajadores en paro de Alcal¨¢ esperaron a los Reyes a la puerta de la universidad, a la entrada y salida del acto, con pancartas en las que pod¨ªa leerse: El Rey prometi¨® trabajo, mill¨®n y medio de parados exigimos empleo y Alcal¨¢, 8.000 parados: soluciones ya, esta ¨²ltima firmada por el Sindicato Unitario. Asimismo, se dieron gritos de Trabajo s¨ª, paro no y otros de Queremos trabajo.Tras la lectura del acta de concesi¨®n del premio, donde constaba la proposici¨®n del galard¨®n para D¨¢maso Alonso por parte de la Academia Salvadore?a de la Lengua, el premiado ley¨® un discurso de ocho folios que calific¨® de ?expresi¨®n de ¨²ltima voluntad?. ?Sesenta a?os dedicados a la ense?anza y defensa de la lengua castellana, menos algunos chispazos de poes¨ªa de vez en cuando -dijo D¨¢maso Alonso-, me inclinan a dar aqu¨ª una especie de testamento-resumen de lo que creo que es necesario que un espa?ol conozca y rumie sobre los peligros y defensa de la lengua que hablamos. ?
El director de la Academia de la Lengua afirm¨® que la defensa de la lengua es hoy una tarea dif¨ªcil, porque se habla en veinte pa¨ªses. ?En el siglo XIX -afirm¨® el galardonado- era idea general la de que los espa?oles eramos los amos de nuestra lengua. ( ... ) Quitar esa idea, arrancar esa idea o los muchos restos de ella de la cabeza de los espa?oles ha sido empe?o m¨ªo a lo largo de los tantos a?os de mi vida adulta.? D¨¢maso Alonso dijo que hay que defender entre todos la unidad del espa?ol, pero respetar, al mismo tiempo, las variantes nacic,nales ya existentes, con cuidado para ? fomentar la cultura para impedir avances del vulgarismo destructor?. Asimismo advirti¨® de los peligros de los extranjerismos, a los que, no obstante, afirm¨® no oponerse a raja tabla. Para aceptarlos -se?al¨®- tendr¨ªan que darse tres circunstancias: que sea imposible encontrar una voz castiza que exprese lo mismo; que sea pronunciable por una garganta hisp¨¢nica y que los veinte pa¨ªses adopten el mismo extranjerismo.
El ministro de Cultura, Manuel Clavero, que hac¨ªa su primera comparecencia p¨²blica como titular del departamento, glos¨® la personalidad literaria e investigadora de D¨¢maso Alonso, ?eminente ling¨¹ista?, traductor riguroso y cr¨ªtico literario profundamente revolucionario?, quien, ?al cumplir ochenta a?os de vida, ha hecho una importante defensa de la lengua espa?ola ante la Constituci¨®n, ha visto aparecer el V tomo de sus obras completas Estudios gongorinos y ha sido galardonado con el Premio Miguel de Cervantes?.
El se?or Clavero dijo tambi¨¦n que la libertad de la persona humana es la protagonista de la actividad cultural y que el Estado debe respetar esa libertad, especialmente en una sociedad como la espa?ola, que es pluralista. ?Cultura -termin¨® afirmandose el nombre moderno de la democracia.?
El Rey habl¨® en ¨²ltimo lugar y calific¨® a D¨¢maso Alonso como ?gran maestro de maestros, poeta, ling¨¹ista y cr¨ªtico literario?, de ?inconfundible sencillez y profunda humanidad?. ?Despertar la vocaci¨®n por la cultura y la investigaci¨®n entre la juventud espa?ola, de forma que se lance con ¨ªmpetu e imaginaci¨®n a la b¨²squeda de numerosas formas expresivas, como en su d¨ªa lo hiciera esa admirable generaci¨®n del 27, en la que D¨¢maso Alonso se inscribe -dijo don Juan Carlos-, es, sin duda, la respuesta firme e ilusionada a una sociedad cuyos valores culturales y ¨¦ticos se hallan en crisis. En ese gran quehacer est¨¢ empe?ado el Ministerio de Cultura. Pero ese gran quehacer debe ser tambi¨¦n el prop¨®sito fundamental que todos hemos de alentar.?
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