Hosteler¨ªa de M¨¢laga: un peligroso precedente patronal
Para cierto tipo de empresarios, intentar destrozar a las centrales. sindicales mayoritarias parece haberse convertido en su objetivo prioritario, en su obsesi¨®n permanente. Piensan que descabezando a UGT y CCOO en sus respectivos sectores se acabar¨¢n todos los problemas de negociaci¨®n colectiva que la democracia les est¨¢ ocasionando y que los trabajadores, encuadrados en asociaciones profesionales independientes de esas centrales marxistas que tanto dolor de cabeza les dan acabar¨¢n domesticados y las negociaciones de los convenios volver¨¢n a ser el camino de rosas que la mayor¨ªa de ellos vivieron en el pasado. Su incre¨ªble miop¨ªa pol¨ªtica les impide reconocer la realidad intangible de unas centrales obreras a las que hoy por hoy resulta bastante ut¨®pico pretender hacerlas desaparecer, pero ellos, cegados en su neur¨®tica obsesi¨®n antisindical, se plantean determinadas operaciones de castigo a la hora de negociar convenios.Esta parece ser, a juzgar por los hechos, la estrategia que la patronal de hospedaje, afiliada a la CEOE, ha venido desarrollando en el conflicto de hosteler¨ªa de M¨¢laga, hoy con problem¨¢tica salida a causa de la intransigencia patronal a dialogar y de su prop¨®sito de escarmentar a UGT y CCOO en el sector. Las consecuencias van a ser obviamente graves. Los trabajadores no son ovejas a las que se les conduce caprichosamente, y la radicalizaci¨®n de la lucha va a ser realidad exclusiva de unos empresarios que hacen o¨ªdos sordos a las llamadas de responsabilidad de la Direcci¨®n General de Trabajo, ese ente al que ellos acudieron tan velozmente a solicitar laudo el mes pasado, pero al que hoy ya no necesitan para nada.
Secretario de Acci¨®n Reivindicativa
UGT
Ahora es el momento de aguantar, de demostrar nuestra fuerza -se dicen- y barrer de una vez a los sindicatos marxistas para que los trabajadores se convenzan de que son organizaciones inservibles para la negociaci¨®n e incapaces de dar salida al conflicto. Quieren incluso provocar con su actitud una huelga general, guiados por oscuros intereses, pero no vamos a caer en la torpe trampa. La organizaci¨®n obrera a trav¨¦s de las centrales sindicales de clase es irreversible, y tarde o temprano van a tener que pagar a alto precio las consecuencias de su actitud de hoy, porque la lucha sigue, y UGT y CCOO al frente de la misma.
Evidentemente, son muchas las dificultades que en la actualidad se plantean a la hora de la negociaci¨®n colectiva, y desde el punto de vista sindical dos son los escollos principales: las actitudes empresariales al estilo malague?o y el excesivo protagonismo de la Administraci¨®n. El l¨®gico conflicto de intereses que confluyen en la negociaci¨®n se agrava a¨²n m¨¢s por la ausencia de leyes adecuadas que contemplen cu¨¢l es la realidad de las relaciones laborales, basadas todav¨ªa en una normativa del a?o 1973, inspirada en funci¨®n de la existencia del sindicalismo vertical.
Los laudos -punto medular en el conflicto de hosteler¨ªa de M¨¢laga- est¨¢n impidiendo de hecho la negociaci¨®n, al limitar la autonom¨ªa de las partes forzando la intervenci¨®n de un elemento extra?o a la misma que puede determinar el tipo de soluci¨®n a dar en el conflicto y posibilitando con ello que una de las partes, en este caso la patronal, no tenga excesivo inter¨¦s en negociar con los trabajadores a sabiendas de tener las espaldas cubiertas por el recurso al laudo de obligado cumplimiento.
En el caso concreto de M¨¢laga, se hab¨ªan negociado solamente cuatro puntos de la plataforma reivindicativa, sin que hubiera habido tiempo material de llegar a ning¨²n tipo de acuerdo b¨¢sico. La patronal rompe caprichosamente las negociaciones el d¨ªa 21 de marzo, presentando al d¨ªa siguiente solicitud de conflicto colectivo, al tiempo que los trabajadores comenzaban a solicitar huelga legal. El laudo es dictado precipitadamente por el delegado provincial de Trabajo, sin tener en cuenta las solicitudes de huelga ni haber agotado, ni mucho menos, las posibilidades de acuerdo entre las partes; es m¨¢s, ese mismo laudo niega el derecho de los trabajadores a percibir pluses de nocturnidad, en alevosa contradicci¨®n con una norma de la Direcci¨®n General de Trabajo, que lo reconoc¨ªa para este mismo sector.
Haciendo abstracci¨®n del laudo, pese a considerarlo arbitrario, se intentan negociar unos acuerdos suplementarios al mismo, en los que se contemplasen la racionalizaci¨®n de las relaciones de trabajo -contrataci¨®n, finiquitos, vacaciones, etc¨¦tera-, para lo cual se acude a la mediaci¨®n del director general de Trabajo. La patronal de hospedaje se niega en redondo a entrar siquiera a analizar su contenido, guiados por una actitud de principio de no llegar a ning¨²n tipo de acuerdo con las centrales sindicales. Las consecuencias son de todos harto conocidas: huelga, duros enfrentamientos con las fuerzas de orden p¨²blico, muerte de un trabajador en extra?as circunstancias y todo un c¨²mulo de actitudes a las que nunca se quiso llegar por parte de los trabajadores.
?Hoy est¨¢ la patronal -nos dicen- orgullosa de su triunfo. No quer¨ªamos victorias de ninguna de las partes; en todo caso, solamente de la justicia y del sentido com¨²n, pero ello no ha sido posible por obra y gracia de la CEOE. Evidentemente, la clase trabajadora no va a callar, y por, mucho que les pese, UGT y CCOO van a seguir al frente de la lucha en la hosteler¨ªa de M¨¢laga. La patronal dir¨¢ qu¨¦ tipo de relaciones laborales quiere para el sector: si el di¨¢logo y la distensi¨®n entre las partes o las discusiones a cara de perro. El tiempo tiene la palabra.?
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